Barcel¨®: "Europa es un cementerio de elefantes"
El pintor mallorqu¨ªn creara una biblioteca para artistas africanos en Mal¨ª
Est¨¢ cada vez m¨¢s convencido de que ser artista es una forma de fatalidad. A sus 36 a?os, Ifiquel Barcel¨® ha dejado de so?ar con una Europa de la cultura y de las ideas y no duda en afirmar que europa es un cementerio de elefantes". El pintor mallorqu¨ªn, que particip¨® ayer en el seminario 15 a?os de arte espa?ol: 1978-1993, en la Universidad Men¨¦ndez Pelayo de Santander, se?al¨® que para ¨¦l hablar del pasado es hablar de un aprendizaje. "S¨®lo ahora intuyo que la mano empieza a acercarse a la idea" dice el pintor, que proyecta crear una biblioteca para artistas africanos en Bamako (Mal¨ª).
Frente al Cant¨¢brico, descalzo en la terraza de su habitaci¨®n del palacio de la Magdalena, Miquel Barcel¨® se lamenta de la atroz in solidaridad de Occidente con el Tercer Mundo y compara a Europa con un cementerio de elefantes. "En alg¨²n momento pens¨¦ en una idea de arte y cultura europeas como una posibilidad real, en una Europa solidaria como contrapunto a la especie de apisonadora que es Estados Unidos. Ahora no me lo creo m¨¢s. Maustricht ha acabado con todo eso. Es tan exageradamente lo contrario a lo que estaba pensado que es realmente lamenta ble. Es la insolidaridad m¨¢s atroz. Europa es cada vez m¨¢s la imagen de los cuatro o cinco que han conseguido cazar el venado y lo est¨¢n asando al lado de un fuego, mientras alejan a pedradas a los vecinos". Sin embargo, no lo siente y dice que le ha servido para abrir su mapa. "Ahora mi cartograria es m¨¢s amplia, y as¨ª cumplo con la obligaci¨®n del artista de ser universal", se?ala el pintor mallorqu¨ªn, que reconoce la presencia constante de ?frica en su mundo.?frica Buen conocedor de este continente -desde 1987 pasa cuatro meses al a?o en Mal¨ª, adonde lleg¨® por saturaci¨®n procedente de Nueva York-, Barcel¨® descubri¨® all¨ª no s¨®lo su fascinante vida, sino que dice que empez¨® a "coger cari?o otra vez por la es pecie humana, despu¨¦s de una gripe muy larga".
"Las cosas m¨¢s atroces son quiz¨¢ las menos espectaculares, como la forma en que el Occidente sigue estrujando al Tercer Mundo entre el Banco Mundial, los cr¨¦ditos y las formas de controlar todas las materias primas de los pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo. Es una situaci¨®n mucho m¨¢s cruel que el colonialismo. Al menos durante el colonialismo se sent¨ªan obligados a hacer carreteras y escuelas.. Ahora no tienen ninguna obligaci¨®n. Es simplemente la rapi?a pura. A m¨ª me da verg¨¹enza pasar la frontera con mis amigos de Mal¨ª y tener que esperar tres horas a que los dejen entrar. Me da verg¨¹enza y no creo que lo supere jarn¨¢s".Los 15 a?os de arte espa?ol que se estudian en el seminario de la UIMP, dirigido por el catedr¨¢tico y cr¨ªtico de arte de EL PA?S Francisco Calvo Serraller, son para Barcel¨®, como dice el tango, "nada". "Hace 15 a?os yo ten¨ªa 21, y entonces empezaba a salir de la adolescencia, que es muy larga y dolorosa. Quince anos es como todo un aprendizaje para m¨ª. S¨®lo ahora empieza Je para m tal vez a encajar un poco mi ambici¨®n como mis posiblidades, a que la mano empiece a acercarse a la idea. Intuyo que empieza a ocurrir, aunque no quiero ser demasiado optimista. Hablar de un nasado es hablar de un aprendizaje. Es Como si todo hubiera sido un preparativo para algo que tengo que hacer, pero que todav¨ªwno est¨¢ hecho".
Es un mito para los artistas j¨®venes, la vaca sagrada por excelencia. Todos sus cuadros los tiene vendidos antes de inaugurar cualquier exposici¨®n, y sus nuevos trabajos se esperan con inusitada expectaci¨®n en el mercado internacional. Pero si algo ha aprendido en estos ¨²ltimos quince a?os es a escabullirse de tudo lo que le pudiera afectar en este terreno, a vivir sin que le afecte la expectaci¨®n y el mundo de las exposiciones. "Mi trabajo me ocupa las tres cuartas partes de mi tiempo, y como me interesan tantas cosas, no me queda tiempo para nada m¨¢s", afirma Barcel¨®."En un momento dado, la fama atraves¨® mi vida y me afect¨® notablemente. Yo pas¨¦ de un taller de Barcelona del que a duras penas pod¨ªa pagar el alquiler a disponer de cualquier cosa que deseara. Fue un cambio notable, pero como mi ambici¨®n no fue nunca la de ganar dinero ni fama, es f¨¢cil de digerir".
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