Con el agua en los tobillos

Peor que el a?o pasado. En cinco palabras podr¨ªa resumirse el balance del a?o hidrol¨®gico al cierre de la temporada de regad¨ªos. Los pantanos est¨¢n al 37,1% de su capacidad, con una disminuci¨®n de casi el 1% respecto a la semana pasada y con las reservas dos puntos por debajo de las del a?o 1992 en estas fechas. Los embalses del centro, sur y sureste de la Pen¨ªnsula no llegan al 15%. Las cuencas hidrogr¨¢ficas de estas zonas han llegado exhaustas al final del a?o agr¨ªcola. S¨®lo una estricta distribuci¨®n de los recursos y las ayudas de emergencia han hecho cuadrar las previsiones. "Hemos llegado no con el agua al cuello, sino por los tobillos", afirma el presidente de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadiana, Antonio Alcaraz.El a?o hidrol¨®gico 1992-1993 ha sido m¨¢s seco que el anterior. Las precipitaciones s¨®lo han alcanzado el 75% de la media, y la sequ¨ªa, aunque ha sido menos dura en algunas zonas, ha avanzado un paso hacia el norte de la Pen¨ªnsula, castigando ¨¢reas habitualmente h¨²medas como la cuenca del Duero y Pontevedra y el sur de Orense.

La falta de agua en 1993 se suma a la escasez de los ¨²ltimos tres a?os, lo que convierte el cuatrienio 90-93 en el de menor precipitaci¨®n del siglo, seg¨²n fuentes del Ministerio de Obras P¨²blicas, Transportes y Medio Ambiente. Adem¨¢s ha llovido m¨¢s en los meses c¨¢lidos -mayo, junio, septiembre y octubre- que en la estaci¨®n fr¨ªa -de noviembre a abril- con lo que la evaporaci¨®n ha sido mayor y menor el aumento del caudal de agua.

La situaci¨®n es especialmente dram¨¢tica en Andaluc¨ªa, con las cuencas del Guadiana y del Guadalquivir al 12,4% y 14,8% de su capacidad, respectivamente. El aporte de agua en el cauce del Guadalquivir era, a principios de esta semana, de cero metros c¨²bicos por segundo. No es que el r¨ªo no tuviera agua, sino que su cauce estaba parado, como un lago. Las precipitaciones en la cuenca del Guadalquivir alcanzaron s¨®lo el 60% de la media habitual. En ninguna de las cuencas espa?olas se han producido lluvias por encima de la media. La provincia en la que menos ha llovido ha sido Badajoz, la mitad de lo normal en una zona habitualmente seca.

La cuenca del Segura es la que tiene los embalses en los niveles m¨¢s bajos, al 11,78% de su capacidad. "Ha sido el a?o m¨¢s seco respecto a la entrada de agua en los embalses", explica el presidente de la Cuenca Hidrogr¨¢fica del Segura, Juan Jos¨¦ Parrilla. El Consejo de Ministros tuvo que aprobar dos env¨ªos adicionales con car¨¢cter de riego de socorro del trasvase Tajo-Segura para salvar la situaci¨®n. Pese a eso, seg¨²n expone Parrilla, no se ha podido regar nada durante el mes de agosto y se ha tenido que dividir la campa?a en dos tandas: en mayo se reg¨® un 50% de lo normal y en septiembre est¨¢n programados riegos de socorro hasta la llegada de las lluvias en oto?o. Seg¨²n Parrilla, los agricultores de la cuenca est¨¢n ya acostumbrados a terminar la temporada con los recursos a cero.

"La ¨²nica soluci¨®n es unir las cuencas, comer propone el Plan Hidrol¨®gico Nacional, para llevar agua de donde la hay a las zonas secas", concluye. Seg¨²n Parrilla, es imposible hacer a¨²n un balance de da?os, pero lo que s¨ª est¨¢ claro es que habr¨¢ repercusiones en la menor producci¨®n, sobre todo en los cultivos de c¨ªtricos, y una menor calidad de la cosecha.

Recursos a cero

En la Cuenca del Guadiana la situaci¨®n no ha sido mejor. "Es que ya empezamos mal", explica Antonio Alcaraz. "En abril ya sab¨ªamos que los recursos para la parte oriental eran de cero, y en el resto de la cuenca se ha aportado un 30% de los recursos habituales". S¨®lo en la provincia de Huelva se han podido regar los cultivos con relativa normalidad."El a?o ha sido tremendo", explica Miguel Af¨¢n de Rivera, de la Asociaci¨®n de J¨®venes Agricultores (Asaja) de Andaluc¨ªa. "Llevamos 15 a?os sin que llueva y adem¨¢s cada a?o aumenta la demanda de regad¨ªo y de consumo, con lo que las reservas de agua se van gastando irremisiblemente".

Seg¨²n los datos manejados por Asaja Andaluc¨ªa, la previsi¨®n de p¨¦rdidas este a?o en el campo andaluz causadas por la, sequ¨ªa es de m¨¢s de 241.000 millones de pesetas, incluyendo las p¨¦rdidas sufridas por los agricultores al no poder sembrar cultivos que necesitan m¨¢s agua -como el arroz, el ma¨ªz o el algod¨®n- pero que dejan m¨¢s ingresos por hect¨¢rea plantada. Estos cultivos han sido sustituidos por otros m¨¢s resistentes, como el girasol, pero que suponen menos ingresos por hect¨¢rea para el agricultor.

Por su parte, la Uni¨®n de Agricultores y Ganaderos de Andaluc¨ªa (UAGA) eleva las p¨¦rdidas causadas por la sequ¨ªa a 250.000 millones. Si a estos datos sumamos las p¨¦rdidas por la sequia previstas en Extremadura -unos 30.000 millones-, las p¨¦rdidas s¨®lo en estas dos comunidades se acercan peligrosamente a la cifra global de p¨¦rdidas del a?o pasado en toda Espa?a, que fue de 300.000 millones, seg¨²n un informe de la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos (COAG).

El Ministerio de Obras P¨²blicas lleva gastados 35.000 millones de pesetas -una cantidad cinco veces mayor que la que se invirti¨® el a?o pasado- en medidas de emergencia para paliar la sequ¨ªa. En total, una cuarta parte del presupuesto anual para obras hidr¨¢ulicas. S¨®lo en las obras para el abastecimiento de Madrid y Sevilla se han gastado 12.000 millones de pesetas. Pese a este esfuerzo, las ciudades de C¨¢diz, Ciudad Real y algunas localidades de la Costa del Sol -donde la situaci¨®n se agrava con el aumento de consumo en verano- siguen teniendo restricciones en el suministro y se enfrentan al oto?o sin reservas.

"Lo que llueve es lo que llueve", explica Adri¨¢n Baltan¨¢s, director general de Obras Hidr¨¢ulicas. "Gracias a las medidas que llevamos tomando desde mayo de 1992, estamos en condiciones de asegurar que no habr¨¢ ninguna otra ciudad en la que tenga que haber restricciones aunque el oto?o sea seco".