Un zorro en libertad

Para la francesa Sociedad de Realizadores de Films (SRF), cuando Jack Valenti, el todopoderoso presidente de la Motion Picture Association of America (MPAA), se pregunta, con falsa inocencia, "?para qu¨¦ sirve toda la reglamentaci¨®n europea sobre el audiovisual?" y asegura que, "en lo referente al cine y la televisi¨®n, el mercado americano est¨¢ totalmente abierto", en realidad lo que reclama es poder comportarse "como un zorro en libertad en un gallinero libre". El guionista Jean-Claude Carri¨¨re ha defendido el mismo punto de vista de otra manera: "Cuando el se?or Valenti habla de libre competencia sugiere que los EE UU y Nigeria est¨¢n en condiciones de rivalizar".El ministro de Cultura franc¨¦s, Jacques Toubon, lo expone m¨¢s o menos par¨®dicamente: "Me dice que la cultura viva del intercambio y de la mezcla, y no del ensimismamiento, es la propia identidad. Estoy de acuerdo, pero para que exista intercambio es preciso un m¨ªnimo de equilibrio y de reciprocidad".

Ya se ve. No s¨®lo los campesinos se sienten perjudicados por el GATT. La cultura enfrenta tambi¨¦n a la CE y EE UU. Los estadounidenses rechazan la cl¨¢usula de "excepci¨®n cultural" solicitada por los europeos y recusan su concepci¨®n de derecho de autor, a la que contraponen su noci¨®n de copyright. La querella sem¨¢ntica se explica a trav¨¦s de la Convenci¨®n de Berna, firmada por EE UU, excepci¨®n hecha de su art¨ªculo 6 bis, que precisamente habla del derecho moral. En Europa, productores y cineastas, editores y escritores deben obrar de com¨²n acuerdo, mientras que en EE UU el autor, cuando vende su trabajo, pierde cualquier derecho sobre ¨¦l.

Producci¨®n aut¨®ctona

Francia, con su 1% del presupuesto del Estado dedicado a Cultura, con sus canales de televisi¨®n con ¨¦xitos de audiencia a base de producciones propias, con una industria editorial que sigue poniendo en venta m¨¢s de 300 millones de libros cada a?o y con un mercado cinematogr¨¢fico que, entre un 35% y un 40%, sigue siendo fiel a la producci¨®n aut¨®ctona -Les visiteurs ha superado ya los 11 millones de espectadores, cifra que quiz¨¢ no alcance Jurassic Park-, es el pa¨ªs m¨¢s combativo ante un GATT cultural.

En 1991 y 1992 los beneficios aportados por la industria cinematogr¨¢fica a la balanza de pagos de EE UU han oscilado entre los 3.500 y los 4.000 millones de d¨®lares, cifra que se duplica si le sumamos las cantidades obtenidas de la exportaci¨®n de programas de televisi¨®n o la venta de v¨ªdeos. Daniel Toscan du Plantier, productor franc¨¦s, explica as¨ª el desequilibrio del intercambio de im¨¢genes entre Europa y EE UU: "S¨®lo el 2% de los espectadores americanos ven alg¨²n filme extranjero al a?o. Y, de ese 2%, la mitad es para el cine franc¨¦s. Pero no se trata de que el 98% restante de la poblaci¨®n rechace nuestras pel¨ªculas, sino que nadie se las propone. Desde hace varios a?os ninguno de los grandes canales de televisi¨®n norteamericanos ha emitido una sola cinta extranjera. El p¨²blico no rechaza algo que desconoce".

En Francia, el cine de EE UU se lleva un 58% de las recaudaciones y en el conjunto de la CE alrededor del 74%, pero los proteccionistas, seg¨²n Valenti, son los europeos. Ese mismo Jack Valenti -antiguo piloto de caza, magnate del petr¨®leo, de la publicidad, ex consejero de Lyndon B. Johnson, ex novelista y presidente de la MPAA hasta 1996ha calificado de "virus" el "derecho moral del autor" y sostiene que "a los norteamericanos no les gustan las pel¨ªculas dobladas ni las subtituladas".

Jean-Claude Carri¨¨re, despu¨¦s de recordar que el audiovisual "ocupa el segundo lugar, despu¨¦s de la aeron¨¢utica, en la lista de exportaciones americanas", quiere dejar constancia de que Francia permite hacer cine, hoy, "a Kurosawa, Kanievski, Fellini, Almod¨®var, Yi Mu, Angelopoulos y muchos otros", que "defendiendo sus miradas, defendemos la nuestra" y que Ios productos americanos que llegan a Europa ya han sido amortizados en su mercado interior, lo cual les permite ofrecerlos a la venta con cifras irrisorias".

Y para acabar, una cifra: los economistas prev¨¦n que la firma del GATT significar¨¢ 213.000 millones de d¨®lares suplementarios a repartirse entre los pa¨ªses firmantes. Teniendo en cuenta que los ciudadanos de, la CE pasan 5.000 millones de horas al a?o mirando pel¨ªculas de Estados Unidos, mientras que en Norteamerica s¨®lo dedican 180 millones de horas para mirar lo que nosotros rodamos, no es extra?o que el audiovisual estadounidense suponga para EE UU exportaciones anuales que superan los 100.000 millones de d¨®lares. De ah¨ª la importancia de la batalla y que hayan recurrido a un ex piloto para dirigir el bombardeo de im¨¢genes.