?Qu¨¦ fue del grupo Torras?
La crisis de KIO en Espa?a contin¨²a sin resolverse un a?o despu¨¦s de la suspensi¨®n de pagos
A punto de subastarse su s¨ªmbolo (las torres de Europa en Madrid) y un a?o despu¨¦s de la debacle del Grupo Torras, uno de los m¨¢s grandes esc¨¢ndalos financieros de Europa que ha causado p¨¦rdidas cercanas al medio bill¨®n de pesetas al grupo Kuwait Investment Office (KIO), la justicia no ha esclarecido a¨²n las causas ni sus posibles responsables. Es m¨¢s, la judicataura espa?ola ni siquiera ha determinado si existen o no motivos para iniciar una investigaci¨®n sobre un affaire que puso en entredicho la normativa burs¨¢til espa?ola, la veracidad de la informaci¨®n recibida por el Gobierno sobre las inversiones de KIO en Espa?a, la solvencia de las empresas del grupo y que ha amenazado miles de empleos. En este tiempo Torras se ha desprendido de varias empresas.
El 4 de diciembre de 1992, el Grupo Torras presentaba en los Juzgados de Madrid la mayor suspensi¨®n de pagos de la historia de Espa?a con unas deudas de 243.000 millones de pesetas de las cuales el 90% correspond¨ªan a su accionista, el grupo Kuwait Investment Office (KIO). Ese d¨ªa estall¨® de verdad la crisis de KIO, aunque lo cierto es que comenz¨® a larvarse cuando, en mayo del mismo a?o, las autoridades kuwait¨ªes decidieron relevar a su hombre de confianza en Espa?a, Javier de la Rosa, que hasta esa fecha hab¨ªa contado con todas sus bendiciones para hacer y deshacer. Con De la Rosa cayeron los kuwait¨ªes Fouad K. Jaffar y Fahad al Sabah, vicepresidente y presidente de Torras. KIO les acusaba de haber sido la causa de unas p¨¦rdidas cercanas a los 500.000 millones de pesetas y de haber desviado fondos en beneficio propio.
Rosario de acontecimientos
Desde aquella fecha, se sucedieron una serie de acontecimientos que han marcado la evoluci¨®n del Grupo Torras-KIO: enfrentamientos entre el anterior equipo gestor de Torras y el nuevo, cuya direcci¨®n se encarg¨® al kuwait¨ª Mahmoud al Nuri; suspensiones de pagos de empresas del grupo en cadena (Ercros, Fesa y Enfersa y otras empresas del grupo de fertilizantes, Industrias Bur¨¦s, Prima Inmobiliaria y el propio Grupo Torras); la puesta en venta de todas las empresas del grupo; las querellas presentadas por KIO contra De la Rosa y varios miembros de su equipo, que fueron rechazadas por el juez de delitos monetarios, Miguel Moreiras; los expedientes contra dicho financiero por sus actuaciones irregulares en la Bolsa al eludir el lanzamiento de OPA; las ¨®rdenes de busca y captura de ex directivos de nacionalidad kuwait¨ª por parte del gobierno del emirato...Un rosario de elementos rematado con la presentaci¨®n ante la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV) del informe auditado de los ejercicios de Torras de 1991 y 1992, que presentaba unas p¨¦rdidas de 197.552 millones de pesetas cuando se hab¨ªan anunciado beneficios. El informe tambi¨¦n reconoce un patrimonio negativo de 141.834 millones en 1992 frente a uno positivo de 151.338 millones en 1990. Evidentemente, los nuevos responsables de Torras culparon a sus antecesores de tama?o desastre y, entre otras cosas, de haberse autoprestado 73.200 millones para sus empresas.
La crisis de KIO ha salpicado directamente al Gobierno espa?ol y en menor media al catal¨¢n, por sus relaciones con De la Rosa. El Gobierno central puso la maquinaria en marcha para esclarecer todas las inc¨®gnitas que rodeaban las inversiones del grupo en Espa?a desde 1984 y que, en mucho casos, el propio Gobierno hab¨ªa facilitado, sobre todo en autorizaciones de ayudas que no pasaron por Consejo de Ministros como es preceptivo para las inversiones extranjeras procedentes de pa¨ªses no comunitarios.
En esas coordenadas hay que situar el viaje al emirato de Pedro P¨¦rez, el 19 de diciembre de 1992, a la saz¨®n secretario de Estado de Econom¨ªa, para amarrar del Gobierno kuwait¨ª una retirada no traum¨¢tica de sus empresas espa?olas, de las que dependen 30.000 empleos directos.
El Ejecutivo de Felipe Gonz¨¢lez se aline¨® con las tesis defendidas por los nuevos responsables de KIO. En febrero, el entonces ministro de Econom¨ªa, Carlos Solchaga -testigo directo de las inversiones desde ese cargo y desde el anterior de titular de Industria-, recalc¨® en el Congreso de Diputados que ten¨ªa la sensaci¨®n de que KIO hab¨ªa enga?ado al Gobierno. Luis Carlos Croissier, ex ministro de Industria y presidente de la CNMV, insinu¨® primero (en febrero) y dispar¨® despu¨¦s (en abril) contra los anteriores gestores al abrir un expediente sancionador contra las empresas Prima y Ercros por haber eludido el lanzamiento de ofertas p¨²blicas de adquisici¨®n de acciones (OPA).
Demandas y querellas
La crisis fue aprovechada por el Partido Popular, que anunci¨® en dos ocasiones -una en plena campa?a electoral- que hab¨ªa elementos suficientes para querellarse contra varios miembros del Gobierno, aunque nunca lo llev¨® a afecto. Izquierda Unida-Iniciativa per Catalu?a, sin dejar de atacar al Gobierno (el diputado Ram¨®n Espasa fue el que destap¨® que la mayor parte de las operaciones no hab¨ªan pasado por Consejo de Ministros en un duro debate con el entonces ministro de Industria, Claudio Aranzadi), opt¨® por presentar una querella contra el anterior equipo gestor de Torras en Barcelona.La cuesti¨®n es que, adem¨¢s de esas actuaciones consideradas irregulares, el grupo KIO se encontr¨® con que hab¨ªa perdido cerca de 500.000 millones de pesetas en sus inversiones en Espa?a y que ¨²nicamente una m¨ªnima parte estaba justificada. El resto se hab¨ªa evaporado, a juzgar por los documentos presentados por KIO al ministro de Econom¨ªa (los mismos que, en diskettes, fueron sustraidos del Ministerio de Econom¨ªa).
Pero todas las denuncias, demandas y querellas que trajeron consigo estas irregularidades est¨¢n empantanadas en los juzgados de Barcelona, Madrid y Londres. El juez de delitos monetarios Miguel Moreiras ha rechazado cuatro veces la querella presentada en la Audiencia Nacional en la que KIO reclamaba a Javier de la Rosa y su equipo 120.000 millones de pesetas por desviaci¨®n de dinero de Torras a diversas cuentas particulares y por estafa, entre otros delitos. La ¨²nica esperanza de los abogados de KIO es que, ahora que la querella ha pasado a manos de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, su reclamaci¨®n pueda prosperar.
Bater¨ªa de abogados
La sala oblig¨® a Moreiras a revisar su primer auto, que defend¨ªa que la detecci¨®n de irregularidades deb¨ªa buscarse a trav¨¦s del proceso de suspensi¨®n de pagos. Moreiras la volvi¨® a rechazar por dos veces. Ahora, seg¨²n fuentes del equipo de abogados de Torras, se est¨¢ esperando que Moreiras env¨ªe los recursos de apelaci¨®n contra el auto a la sala segunda de la Audiencia. El equipo jur¨ªdico de KIO lo forman Jos¨¦ Mar¨ªa Stampa Braun, Jos¨¦ Mar¨ªa Stampa Casas, Manuel Cobo del Rosal, Luis Mingarro y Miguel Bajo (los tres ¨²ltimos incorporados posteriormente tras haberse rechazado la querella la primera vez).En el caso de la demanda civil por m¨¢s de 70.000 millones de pesetas presentada en Londres contra una veintena de antiguos responsables de Torras, la magistratura brit¨¢nica est¨¢ estudiando, a petici¨®n de los defensores de De la Rosa, si es competente o, por el contrario, debe inhibirse por estar en marcha otro proceso en Madrid. Ambas partes esperan una resoluci¨®n de los tribunales de Londres en el transcurso del pr¨®ximo mes, despu¨¦s de haber aportado durante las dos ¨²ltimas semanas sus respectivas alegaciones. Todos, unos y otros, conf¨ªan en ganar esta primera batalla de Inglaterra.
Javier de la Rosa, por su parte, ha interpuesto tambi¨¦n cuatro demandas contra sus anteriores jefes, la ¨²ltima de las cuales, no conocida hasta ahora, reclama a KIO 140.000 millones de pesetas como indemnizaci¨®n por los perjuicios producidos por las denuncias de los ¨¢rabes. Esta causa se sigue en el juzgado n¨²mero 8 de Barcelona. Sin embargo, Javier de la Rosa ha decidido ser precavido y ha iniciado un proceso de cambio de titularidad de sus sociedades de inversi¨®n en Espa?a, como, por ejemplo. Quail, seg¨²n fuentes financieras catalanas.
Esta informaci¨®n ha sido elaborada por Miguel Angel Noceda Jorge Rivera y Manel P¨¦rez.
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