La Uni¨®n Europea aprueba una t¨ªmida iniciativa francesa para estabilizar Europa del Este
La monta?a pari¨® un rat¨®n. La delegaci¨®n francesa logr¨® que la cumbre de Bruselas asumiese el pacto para la estabilidad de Europa, que los diplom¨¢ticos describen como un acuerdo para evitar la repetici¨®n en el Viejo Continente de tragedias como la de Yugoslavia. La ¨²ltima versi¨®n de la iniciativa que propuso en abril el primer ministro franc¨¦s, ?douard Balladur, evita, sin embargo, abordar buena parte de los conflictos latentes y apenas interesa a sus destinatarios, los pa¨ªses del este de Europa. La Uni¨®n Europea, por lo dem¨¢s, volver¨¢ a reunirse con los beligerantes en la antigua Yugoslavia.El plan Balladur ser¨¢ el primer gran ejercicio de la nueva pol¨ªtica exterior y de seguridad com¨²n prevista por el Tratado de Maastricht. Sin gran entusiasmo, los socios de Francia estaban dispuestos a respaldarlo y s¨®lo unos pocos como el primer ministro griego, Andreas Papandreu, pusieron pegas. Como la conferencia que pondr¨¢ en marcha el Pacto se celebrar¨¢ bajo la presidencia griega de la Uni¨®n Europea (UE), Papandreu insist¨ªa en que se convocase en Atenas y no en Par¨ªs.
La idea b¨¢sica de Balladur consiste en impedir que se reproduzcan dramas como el yugoslavo. Para conseguirlo la UE organizar¨¢ en primavera una reuni¨®n a la que asistir¨¢n los 52 pa¨ªses miembros de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE) aunque la gran mayor¨ªa s¨®lo ser¨¢n meros observadores.
La conferencia primaveral servir¨¢ para identificar los principales problemas de minor¨ªas y fronteras que envenenan las relaciones entre nueve ex sat¨¦lites de la URSS (Polonia, Hungr¨ªa, Rep¨²blica Checa, Eslovaquia, Bulgaria, Rumania y las tres rep¨²blicas b¨¢lticas). Los contenciosos que les enfrentan ser¨¢n resueltos mediante negociaciones bilaterales en las que la UE podr¨¢ desempe?ar un papel mediador. Una segunda conferencia global ratificar¨¢ despu¨¦s los acuerdos alcanzados bilateralmente.
Desde que hace nueve meses fue anunciada a la Asamblea Nacional (C¨¢mara baja francesa), la iniciativa Balladur ha sido recortada en sus ambiciones. No pretende ya dar lugar a ninguna modificaci¨®n de fronteras por peque?a que sea. Su ¨¢mbito geogr¨¢fico no abarca los problemas que afectan a pa¨ªses de la UE, como el contencioso turco-griego, ni al C¨¢ucaso y se limita a los Estados con vocaci¨®n a adherirse a la UE.
El conjunto de la ex Yugoslavia queda, por tanto, excluido de antemano del Pacto a pesar de que Macedonia ser¨ªa, sin duda, el lugar id¨®neo para experimentar esta diplomacia preventiva que pretende desactivar conflictos potenciales. Los destinatarios del plan franc¨¦s son pa¨ªses como Hungr¨ªa y sus vecinos rumano y eslovaco, que acogen a fuertes minor¨ªas h¨²ngaras, o Polonia, que cuenta con numerosos expatriados en Lituania.
S¨®lo el primer ministro checo, V¨¢clav Klaus, se atrevi¨® en el Este a criticar abiertamente la iniciativa de Balladur. Klaus dar¨¢ finalmente su brazo a torcer y, junto con los dem¨¢s jefes de Gobierno de Europa oriental, participar¨¢ en el experimento, aunque sin gran entusiasmo. Dif¨ªcilmente pueden negarse a ello los pa¨ªses que aspiran a ingresar en la UE.
Javier Solana, ministro espa?ol de Exteriores, vaticin¨® que en v¨ªsperas de Navidad los Doce se volver¨¢n a reunir, en Bruselas o en Ginebra, con las partes enfrentadas en la antigua Yugoslavia para calibrar los avances del plan de paz que la UE puso sobre el tapete a finales de noviembre.
La diplomacia espa?ola ha apoyado sin titubeos el plan Balladur con la esperanza de que Francia secunde, a su vez, una vieja idea italo-espa?ola para trasladar al conjunto del Mediterr¨¢neo la experiencia de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE).
La gordura de Yeltsin
El jefe del Gobierno alem¨¢n, Helmut Kohl, es, entre los l¨ªderes europeos, el mejor amigo del presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, y lo volvi¨® a demostrar con la cordialidad con que le acogi¨® el jueves por la noche en el edificio Carlomagno de Bruselas, la sede del Consejo de Ministros de la Uni¨®n Europea (UE).El canciller Kohl fue el ¨²nico de los jefes, de Gobierno comunitarios que dio un abrazo a Yeltsin, a quien los Doce invitaron a cenar en v¨ªsperas de las elecciones del domingo en Rusia.
"?C¨®mo te va?", le pregunt¨® antes de fijar su mirada en la tripa abultada del presidente ruso. Le coment¨®: "Guardas muy bien la l¨ªnea, da la impresi¨®n de que no trabajas".
Antes de pasar al comedor, el canciller alem¨¢n le expres¨® el deseo de que le salga bien la elecci¨®n de ma?ana, y Bor¨ªs Yeltsin le anunci¨® que en cuanto conozca los resultados de los comicios se los comunicar¨¢: "Te llamar¨¦ por tel¨¦fono". Le precis¨®, incluso, la hora en que le iba a telefonear.
Despu¨¦s, el canciller Helmut Kohl le pregunt¨® qu¨¦ temperatura hac¨ªa en Mosc¨². "Veintid¨®s grados bajo cero", respondi¨® el presidente Yeltsin, que a continuaci¨®n se dirigi¨® al bar como si despu¨¦s de haber dado cuenta del fr¨ªo que hab¨ªa pasado desease inmediatamente entrar en calor echando un buen trago.
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