La guerra transatl¨¢ntica o contin¨²a en audiovisuales

., "Estamos de acuerdo en que no estamos de acuerdo"- As¨ª como en servicios financieros, transportes mar¨ªtimos y aerona¨²tica no hay acuerdos, pero s¨ª plazos de negociaci¨®n, en el sector audiovisual, el desacuerdo entre los dos negociadores, el brit¨¢nico Brittan y el estadounidense Kantor, fue total y declarado. Para Brittan, adem¨¢s, la aprobaci¨®n del GATS (Acuerdo General sobre Comercio de Servicios) proporciona la cobertura a los audiovisuales, a pesar de que nadie tenga las manos atadas. Kantor se reserva el derecho a responder "a estas pol¨ªticas discr¨ªminadoras".

La posici¨®n estadounidense se explica porque Kantor considera que los audiovisuales han quedado excluidos de la Ronda Uruguay, del GATT y del GATS y lo ¨²nico que cabe esperar son las consecuencias de esta exclusi¨®n.Sin embargo, la falta de acuerdo es lo que m¨¢s conven¨ªa a las dos partes. Brittan puede regresar hoy al Consejo de Ministros de la CE, habiendo cumplido con creces la recomendaci¨®n formulada por la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno el pasado s¨¢bado, cuando le pidieron que los audiovisuales tuvieran "un trato excepcional y separado". Puede tambi¨¦n asegurar que se han cumplido los seis puntos de Mons, el cat¨¢logo de exigencias aprobadas por los ministros de Cultura, reunidos en esta ciudad belga el 4 y 5 de octubre.

Las exigencias de Mons son el mantenimiento de subvenciones y ayudas, el apoyo a las coproducciones con pa¨ªses terceros, la libre reglamentaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas, la posibilidad de aumentar la protecci¨®n en el futuro, la exclusi¨®n de la liberalizaci¨®n progresiva definida en el GATS y el mantenimiento de la directiva de televisi¨®n sin fronteras que reserva el 51% de la producci¨®n a los europeos. El estadounidense Kantor, a su vez, responde a las exigencias del grupo de presi¨®n de Hollywood, que dirige el presidente de los productores, Jack Valenti. ?ste prefiere no hipotecar en nada a la industria estadounidense para seguir negociando desde la posici¨®n de fuerza que le proporciona * el dominio actual (80% del cine exhibido en Europa el pasado a?o es norteamericano).

Brittan asegur¨® que "Europa tiene derecho a proteger su pluralismo cultural" y argument¨® que "beneficia a Europa pero tambi¨¦n a los pueblos del mundo entero".Falta de perjuicio

Hugo Paemen, el funcionario de la Comisi¨®n de mayor nivel en la negociaci¨®n, descalific¨® la posibilidad de sanciones estadounidenses, por ausencia de perjuicio. "Es dif¨ªcil demostrar que se perjudica a una industria que posee el 80% del mercado", asegur¨®.Estados Unidos exig¨ªa los royalties sobre las cintas de v¨ªdeo, utilizadas en Europa para subvencionar la producci¨®n cinematogr¨¢fica. Ped¨ªa una aplicaci¨®n flexible y adaptada a sus necesidades de la directiva de Televisi¨®n sin Fronteras, en cierta forma al estilo de las interpretaciones que han llevado a modificar el acuerdo agr¨ªcola de Blair House. La cuota de producci¨®n mayoritaria europea en televisi¨®n no se aplicar¨ªa as¨ª a las horas de mayor audiencia o prime time y se calcular¨ªa sobre la globalidad de la producci¨®n y no cadena por cadena. Estas propuestas fueron rechazadas por los ministros de Exteriores en su reuni¨®n del lunes por la tarde con Brittan.

El acuerdo sobre la falta de acuerdo no cierra el camino a posteriores negociaciones, tal como indica la posici¨®n flexible de Brittan y Paemen, con su insistencia en mantener los audiovisuales dentro del GATT. Si esta fuera la interpretaci¨®n que terminara imponi¨¦ndose, la futura OCM (Organizaci¨®n Multiletaral de Comercio) acabar¨ªa entrando en la negociaci¨®n y arbitraje para poner de acuerdo a europeos y estadounidenses. En caso contrario, no se puede descartar que Washington tome medidas de represalia, por ejemplo ante la prohibici¨®n de difusi¨®n de alguno de sus canales por cable.