Los obispos entienden que la convocatoria de los sindicatos no solucionar¨¢ la crisis
Los obispos entienden que la huelga general convocada para el d¨ªa 27 no solucionar¨¢ la crisis econ¨®mica. El comit¨¦ ejecutivo de la Conferencia Episcopal sostiene, en una nota difundida ayer, que la huelga "es s¨ªntoma y consecuencia de la grave situaci¨®n socioecon¨®mica que vive nuestro pa¨ªs", pero no avala el paro ni la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno, cuestionada en numerosos documentos episcopales por castigar a los m¨¢s desfavorecidos.Los obispos, que consideraron que los sindicatos ejerc¨ªan un derecho ¨¦tico y constitucional incuestionable en el anterior paro general, convocado el 28 de mayo de 1992, entienden ahora que este recurso ha de ser utilizado despu¨¦s de agotar todas las v¨ªas de di¨¢logo y negociaci¨®n. El episcopado, tras lamentar el fracaso de la v¨ªa de la concertaci¨®n, indican textualmente: "Dada la gravedad y complejidad de una huelga general y la profundidad de las causas y de los problemas t¨¦cnicos que se pretenden resolver, no nos sentimos en condiciones de pronunciarnos sobre la conveniencia de esta medida concreta; menos a¨²n sobre su eficacia para resolver tan graves y tan diversos problemas".
Los prelados, que callaron ante la primera huelga general del 14 de diciembre de 1988, instan a que esta nueva jornada se desarrolle de manera "justa, pac¨ªfica y respetuosa con la libertad de todos". Entienden, asimismo, que la huelga no puede ser utilizada como arma pol¨ªtica, para conseguir en la calle lo que debe tramitarse a trav¨¦s de los poderes pol¨ªtico y legislativo. As¨ª lo dice, en complejo lenguaje eclesial: "Dado el actual clima de descontento social y hasta de crispaci¨®n, hay que evitar el peligro de que la huelga general, desbordando sus fines propios de reivindicaci¨®n laboral, suplante las instituciones pol¨ªticas".
Finalmente, los obispos apremian la b¨²squeda responsable de soluciones para salver la crisis socioecon¨®mica. Muchas de las medidas, recuerdan, tienen un car¨¢cter t¨¦cnico, pero otras, como se?alaron en noviembre, afectan a la moral de cada uno: no se puede defraudar a Hacienda, despilfarrar el dinero p¨²blico o actuar de forma corrupta.
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