Defensa frente a las caricaturas

Los budistas europeos tienen una sola preocupaci¨®n: que no se les caricaturice. "No somos", dicen, "una pandilla de locos vestidos de azafr¨¢n con la cabeza rapada". Subrayan que el budismo no es exactamente una religi¨®n, porque no adora a ning¨²n dios, y menos revelado. Que tampoco es s¨®lo una filosof¨ªa, porque es sobre todo una "pr¨¢ctica de vida". Que no es una secta ni una masoner¨ªa, ya que act¨²an a la luz del sol. Que sus m¨¦todos para conseguir el control de la mente nada tienen que ver con la magia ni el esoterismo ni las brujer¨ªas. Ni siquiera con el yoga, aunque ¨¦ste sea usado tambi¨¦n como t¨¦cnica de concentraci¨®n para la meditaci¨®n.El budista no tiene una postura pasiva frente a la realidad. La imagen m¨¢s clara es la del hombre atravesado por una flecha venenosa: el ide¨®logo intenta explicarle el hecho, el budista se la arranca y le cura la herida. Por ¨²ltimo, no posee tampoco una actitud pasiva ante la injusticia; aun alcanzado el estado m¨¢ximo de perfecci¨®n, el budista decide seguir viviendo entregado a hacer el bien al pr¨®jimo.