Agobios financieros en las empresas de Javier de la Rosa por unas deudas de 43.000 millones
MANEL P?REZ / JAVIER MORENOGrand Tibidabo, empresa presidida por Javier de la Rosa, atraviesa una dificil situaci¨®n financiera debido a sus deudas, de 431.000 millones de pesetas. La imposibilidad de afrontar sus pagos ha obligado a De la Rosa a hipotecar o dejar en prenda la mayor parte de sus activos y a aplazar sus pagos. Eso ha ocurrido ya con los proveedores del parque Tibidabo de Barcelona, la cl¨ªnica Teknon y Tibigardens, empresa que construye el centro tur¨ªstico de Tarragona. En Tibigardens, De la Rosa ha incumplido el compromiso de desembolsar 6.000 millones. Asimismo, negocia con Hacienda una demora de los pagos y no ha devuelto varios cr¨¦ditos bancarios ya vencidos.
Grand Tibidabo tiene un capital de 15.000 millones de pesetas y unas reservas de 11.000 millones. Javier de la Rosa preside y controla la sociedad con una participaci¨®n del 30%, mientras que el resto se encuentra repartido entre 9.000 peque?os accionistas.Algunos de ¨¦stos han expresado ya su inquietud y su temor ante la posibilidad de perder sus inversiones en una sociedad que ha pasado, en poco m¨¢s de dos a?os, de disponer de una liquidez superior a 30.000 millones de pesetas a acumular deudas de 43.000 millones. De esta cantidad, 19.700 millones tienen un vencimiento inferior a un a?o.
Portavoces del financiero han negado la existencia de estos problemas y aseguran que la mayor¨ªa de las deudas proviene de las obras de construcci¨®n del parque Tibigardens.
La deuda de 43.000 millones, reconocida oficialmente por Grand Tibidabo en la informaci¨®n remitida a la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV), podr¨ªa incrementarse cuando finalicen los informes de auditor¨ªa, seg¨²n indican fuentes que conocen la situaci¨®n de la empresa.
Grand Tibidabo participa en sociedades de ocio, como el parque Tibidabo en Barcelona, Tibigardens, que construye el centro recreativo del mismo nombre en Tarragona, y la promoci¨®n inmobiliaria Guadalmina en Marbella.
Aplazamiento de pagos
La falta de liquidez ha obligado a De la Rosa a negociar con Hacienda un aplazamiento general de los pagos de impuestos. Portavoces del financiero sostienen que ello obedece a que Hacienda debe a sus empresas m¨¢s de 200 millones.
Otras sociedades, como el parque de atracciones Tibidabo de Barcelona o la cl¨ªnica New Teknon, tambi¨¦n han renegociado sus deudas. En el caso del parque Tibidabo, afirman las fuentes consultadas, la falta de recursos, debida a que ha concedido un pr¨¦stamo a Grand Tibidabo, ha obligado a retrasar los pagos desde marzo a junio.
Asimismo, diversos cr¨¦ditos bancarios han vencido sin que Grand Tibidabo los haya devuelto. Este es el caso, por ejemplo, de un cr¨¦dito de La Caixa que deb¨ªa ser devuelto en diciembre pasado y cuya garant¨ªa es la pignoraci¨®n del 8% del Banco de Ibiza que posee Grand Tibidabo. Sobre este punto, los portavoces del financiero han afirmado que "el cr¨¦dito se ha renovado".
Otra parte importante de las. participaciones de Grand Tibidabo est¨¢ ya pignorada con entidades financieras y empresas. La pignoraci¨®n implica que las acciones que garantizan un cr¨¦dito se depositan en la caja del banco y pueden ser vendidas en cualquier momento para recuperar los cr¨¦ditos concedidos.
As¨ª ocurre en los casos de Guadalmina y Puertas Norma. La participaci¨®n de Grand Tibidabo en esta ¨²ltima empresa garantiza un cr¨¦dito concedido por la propia filial, Puertas Norma. La sede central de Grand Tibidabo tambi¨¦n est¨¢ hipotecada, en este caso con el Banco Zaragozano. Fuentes del grupo de De la Rosa reconocen que este cr¨¦dito, firmado a finales del pasado a?o, se utiliz¨® para pagar el dividendo correspondiente a 1992.
En el caso de Tibigardens, que construye el parque de Tarragona, el consejero de Econom¨ªa de la Generalitat, Maci¨¢ Alavedra, ya tuvo que acudir en su ayuda hace unas semanas ante la amenaza de las empresas constructoras de paralizar las obras si no se les abonaban las certificaciones de obra pendientes. Las dificultades para Tibigardens se deben a que Grand Tibidabo no ha aportado 6.000 millones al capital de la sociedad, un desembolso pendiente desde el pasado mes de diciembre que De la Rosa no ha podido asumir.
Alavedra consigui¨®, dos d¨ªas antes de la fecha l¨ªmite -el 28 de febrero-, que la Caixa de Tarragona facilitara un cr¨¦dito urgente de 1.000 millones de pesetas para esos pagos. Estos nuevos recursos ya han sido consumidos y a¨²n est¨¢n pendientes pagos de obras correspondientes a los meses de noviembre y diciembre.
El m¨¦todo de las pignoraciones ya fue utilizado con profusi¨®n por Javier de la Rosa en su anterior etapa como vicepresidente del Grupo Torras.
El objetivo de la Generalitat, impulsora de las negociaciones para desplazar a De la Rosa de Tibigardens, es que Pearson asuma la gesti¨®n y posea el 40%; La Caixa, el 30%; la el¨¦ctrica Fecsa, el 10% y que la multinacional Anheuser Busch mantenga su participaci¨®n del 20%.
El parque pignorado
De la Rosa adquiri¨® el 80% del parque Tibigardens por 12.000 millones de pesetas. De esta cantidad, desembols¨® 6.000 millones con dinero de los antiguos accionistas de CNI, y se comprometi¨® a aportar los 6.000 millones restantes el 31 de diciembre de 1993. Cuando De la Rosa, agobiado por las deudas, no cumpli¨® la promesa, el otro socio del parque, Anheuser Busch, exigi¨® una garant¨ªa de que el capital ser¨ªa finalmente ingresado. El financiero pignor¨®: en esta ocasi¨®n ofreci¨® el 40%, de la propia Tibigardens.Cuando poco despu¨¦s la el¨¦ctrica Fecsa se comprometi¨® a adquirir el 10% de Tibigardens, tambi¨¦n exigi¨® garant¨ªas de que la mitad de los 1.500 millones que pagar¨ªa por esa participaci¨®n ir¨ªan a la caja de esta sociedad y no a otras. De la Rosa propuso pignorar de nuevo las acciones. Los ejecutivos de Fecsa se quedaron estupefactos cuando comprobaron que el financiero pretend¨ªa pignorar dos veces las mismas acciones.
Finalmente, De la Rosa propuso una soluci¨®n. En este caso, apuntan las fuentes consultadas, ofreci¨® a Fecsa, tambi¨¦n para pignorarlo, un paquete de acciones de la propia Grand Tibidabo.
Estas pignoraciones, obviamente, entorpecen la venta de Tibigardens a los nuevos socios puesto que La Caixa, Pearson y Fecsa desean comprar la empresa limpia de polvo y paja.
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