El duque de Feria paga su perversi¨®n con 18 a?os
'?Qu¨¦ barbaridad!". Rafael Medina Fern¨¢ndez de C¨®rdoba, duque de Feria, 52 a?os, fue incapaz de articular m¨¢s de dos palabras. Cuando ayer, en pleno Viernes de Dolores, un funcionario le comunic¨® la sentencia, sederrumb¨®. Sus inclinaciones sexuales le van a costar caro: las penas a las que le condena la Audiencia de Sevilla suman 18 a?os de prisi¨®n. En contra del criterio de su abogado, los magistrados no admiten excusas. Cuando, el 24 de febrero de 1993, Rafael Medinapag¨® 25.000 pesetas a una prostituta para que le llevara a su domic¨ªllo a su sobrina de cinco a?os, a la que "desnud¨®, ba?¨® y le mostr¨® revistas pornogr¨¢ficas", el reo no ten¨ªa lesionadas sus facultades ps¨ªquicas. Era plenamente responsable de sus actos y lo pagar¨¢.
Rafael Medina pas¨® ayer un mal Viernes de Dolores. En la antesala de la Semana Mayor de Sevilla, el arist¨®crata conoci¨® en la vieja prisi¨®n de Ranilla la sentencia que le condena a 18 a?os. El tribunal le considera autor de cuatro delitos: uno contra la salud p¨²blica, por facilitar hero¨ªna a las prostitutas Sandra ?lvarez y Mercedes Almeida, y otros tres contra la persona de una menor de cinco a?os, a la que corrompi¨® y rapt¨® en dos ocasiones. La sentencia condena igualmente a seis a?os de prisi¨®n por rapto a la t¨ªa de la menor, Isabel Saltares, e impone penas inferiores a Mercedes Almeida, la secretaria del duque, (seis meses y un d¨ªa) y a Sandra Alvarez (cuatro meses y 15 d¨ªas de arresto).Dicen fuentes del centro Sevilla 1 que fue un agente judicial quien, hacia las 12 de la ma?ana, comunic¨® a Rafael Medina la pena a la que ha sido condenado. "?Qu¨¦ barbaridad!", fue la ¨²nica respuesta del arist¨®crata. Acto seguido, Medina, p¨¢lido y algo mareado, abandon¨® el peque?o patio de la enfermer¨ªa de la prisi¨®n alegando que se sent¨ªa indispuesto. All¨ª vive desde el 6 de marzo de 1993.
Los vigilantes procuran no quitarle el ojo de encima. "Conviene estar atentos a c¨®mo reacciona", se?alaron tras informar que ha sido calificado en situaci¨®n de autolisis. Un funcionario recluso condenado a tres a?os por estafa compartir¨¢ celda con ¨¦l e informar¨¢ de su estado cada hora. Adem¨¢s, el duque ser¨¢ visitado por un sacerdote.
Cuando Rafael Medina -hijo de la duquesa de Medinaceli, padre de dos ni?os y ex marido de Nati Abascal- conoci¨® la sentencia, una veintena de periodistas sab¨ªan ya que le hab¨ªan ca¨ªdo 18 a?os. La radio se apresur¨® a difundir la noticia aun ignorando por cu¨¢ntos delitos se le condenaba. El tribunal distribuy¨® luego m¨¢s de 50 copias del fallo a las 13.30 en punto, como hab¨ªa prometido su presidente y ponente, Antonio Gil Merino.
La sentencia considera probado que el acusado acogi¨® en su domicilio a Mercedes Almeida y, posteriormente a Sandra Alvarez, ambas prostitutas y adictas a la hero¨ªna, la segunda de 17 a?os; que a Mercedes le facilitaba diariamente entre 5.000 y 7.000 pesetas para que comprara la droga que ambas consum¨ªan y que ¨¦l personalmente "administraba entre ellas en la medida en que acced¨ªan a sus deseos".
A?ade que el 24 de febrero de 1993 Rafael Medina entreg¨® a Isabel Saltares "25.000 pesetas y una cantidad no determinada de coca¨ªna y hero¨ªna para su consumo, a cambio de que le llevara a una ni?a peque?a para desnudarla, pintarla y fotografiarla", y que Isabel se comprometi¨® a llevarle a su sobrina de cinco a?os. Para vigilar el cumplimiento de este pacto, Mercedes acompa?¨® a Isabel, por lo que el tribunal la hace c¨®mplice del rapto.
El 4 de marzo, fecha del segundo rapto, y ante la necesidad habitual de Sandra de consumir hero¨ªna, Rafael le exigi¨® a cambio que le trajese a su domicilio a la menor, y Sandra cumpli¨® el encargo. Por todo ello se le condena a 18 a?os de c¨¢rcel -la fiscal ped¨ªa 31, y 42 la acusaci¨®n particular-, a 1.200.000 pesetas de multa y a 375.000 de indemnizaci¨®n a la menor, la misma cantidad que, conjuntamente, tendr¨¢n que pagarle las otras tres condenadas. En cambio, queda absuelto de corrupci¨®n de menores en la persona de Sandra ?lvarez, por presumirse que desconoc¨ªa su edad.
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