Marsillach cierra una etapa de su compa?¨ªa con Tirso y Calder¨®n
El director estrena ma?ana la obra 'Don Gil de las calzas verdes'
Coincidiendo con el primer estreno de la temporada de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico (CNTC), Don Gil de las calzas verdes de Tirso de Molina, que ma?ana se celebrar¨¢ en el Teatro de la Comedia de Madrid, su director Adolfo Marsillach anunci¨® una nueva etapa de esta unidad de producci¨®n. Tambi¨¦n record¨® que esta primera fase de la compa?¨ªa, en la que han tenido cientos de miles de espectadores y han creado 20 espect¨¢culos, se cerrar¨¢ con el estreno "y no reposici¨®n" del drama calderoniano El m¨¦dico de su honra, con el que inici¨® su andadura en 1986.
Marsillach quiere abrirse a textos que no sean s¨®lo del periodo barroco y a nuevos proyectos e intercambios. Entre ellos cabe destacar la presencia del Teatro Lliure de Barcelona en la sede de la CNTC en oto?o con Las bodas de Figaro, ¨²ltimo montaje de Fabi¨¢ Puigserver y primero en castellano de esta m¨ªtica compa?¨ªa. A la hora de hablar de Don Gil de las calzas verdes, una de las comedias m¨¢s divertidas y representadas del teatro cl¨¢sico espa?ol, Marsillach refleja sin rubor que se ha divertido especialmente mont¨¢ndola. Junto a ¨¦l ha estado Carlos Cytrynowski, director adjunto de la CNTC y escen¨®grafo, figurinista e. iluminador de todos sus montajes; el poeta y escritor Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald, como responsable del texto y Daniel Zimbaldo como compositor de la m¨²sica. En el reparto, Marsillach repite con actores que ya empiezan a formar una compa?¨ªa de repertorio al lado de ¨¦l como Adriana Ozores, H¨¦ctor Colom¨¦, Arturo Querejeta, Antonio Vico y otros muchos.
Al director de la CNTC le han entusiasmado de manera especial los personajes femeninos de esta obra de Tirso, en la que las mujeres est¨¢n literariamente tratadas con una gran riqueza: "Parece ser que ese fraile mercedario era un buen conocedor de mujeres; reconozco que por desgracia yo no las conozco bien, pero estoy compensado porque s¨ª soy un buen investigador". A Marsillach lo que le ha fascinado de esta obra es ese juego sexual que se da al disfrazarse una mujer de hombre, tema por otra parte que reconoce recurrente en el teatro de todos los tiempos, desde Arist¨®fanes, pero que en esta ocasi¨®n le provoca una interrogante: "?Las mujeres se enamoran de ese hombre, bajo el cual se esconde una mujer, por lo que tiene de hombre o de mujer?. No tengo claro si se enamoran de nosotros por nuestra parte de virilidad o por nuestro componente femenino que l¨®gicamente tambi¨¦n lo tenemos", afirma Marsillach sin esconder un tono de preocupaci¨®n por esa ambig¨¹edad sexual que cree que hay en toda relaci¨®n de pareja heterosexual.
Transmite este sesent¨®n, que a¨²n mantiene una buena dosis de atractivo enrededa en la barba, entusiasmo por su ¨²ltimo trabajo: "Lo bueno de Tirso, y de los cl¨¢sicos, es que el espectador al ver la obra se reconocer¨¢ por lo que tiene de contempor¨¢neo y lo que no tiene de contempor¨¢neo a¨²n est¨¢ mejor: el lenguaje que estamos olvidando y que es de una riqueza literaria infinita".
Si se le insin¨²a que en la reestructuraci¨®n de los teatros nacionales parece que a ¨¦l no le mueven y es intocable, salta como si le hubiera picado una avispa: "No es verdad, no estoy nada seguro que sea intocable", y a?ade con expresi¨®n picarona, "y seg¨²n quien me toque me parecer¨ªa estupendo".
Adem¨¢s de destacar el hecho de que la CNTC har¨¢ temporada en Barcelona (ciudad en la que siempre tienen muy buena acogida) en un teatro privado, y que en la ¨²ltima temporada han tenido ¨ªndices de ocupaci¨®n de una media del 92%, habl¨® de la primera coproducci¨®n de la CNTC que ser¨¢ con los teatros de la Generalitat Valenciana.
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