El escudo de los pagos pol¨ªticos

La amenaza. de "tirar de la manta" y destapar supuestos esc¨¢ndalos pol¨ªticos, lanzada por Javier de la Rosa en respuesta a la orden de detenci¨®n dictada contra ¨¦l, no es una estrategia nueva. El mismo lunes se permiti¨® advertir a los fiscales de Barcelona sobre las implicaciones de su decisi¨®n: "No tienen ni idea de las consecuencias que pueda tener". Es decir, aconseja a los fiscales que olviden el caso porque afecta a personajes muy importantes. En realidad, sus insinuaciones de corrupci¨®n pretenden extender la idea de que ¨¦l no es diferente del entorno y que una conspiraci¨®n, y no su proceder, est¨¢ en el origen de sus problemas. L¨ªnea argumental que siempre sale a relucir en todas las crisis y fiascos de este tipo, tambi¨¦n en el caso de la intervenci¨®n de Banesto.En 1992, cuando estall¨® la crisis del Grupo Torras, y los abogados de los nuevos gestores de KIO acusaron a De la Rosa y sus colaboradores de haber provocado p¨¦rdidas de 400.000 millones de pesetas y de diversos delitos de estafa por 100.000 millones, el entorno del financiero justific¨® parte del agujero con supuestos pagos pol¨ªticos de 30.000 millones. Estas explicaciones se conten¨ªan en un memor¨¢ndum enviado al Fiscal General de Kuwait en noviembre de 1992.

Ayer, Iniciativa per Catalunya anunci¨® su intenci¨®n de remitir las declaraciones de De la Rosa a la comisi¨®n parlamentaria sobre la financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos.

Lo poco que se sabe sobre el destino final del dinero evaporado de Torras -esclarecido gracias a la acci¨®n de la justicia inglesa mientras la espa?ola ha permanecido inactiva- es que altos cargos de KIO y Torras recibieron cuantiosos ingresos de millones de d¨®lares en sus cuentas privadas en diversos para¨ªsos fiscales y Suiza. Precisamente, la polic¨ªa encontr¨® el pasado lunes en el domicilio del financiero un pasaporte paname?o.

Ahora, cuando los 30.000 millones de pesetas de los peque?os accionistas de Grand Tibidabo se han evaporado, como antes sucedi¨® en el Grupo Torras-KIO o en la Banca Garriga Nogu¨¦s en una escala a¨²n mayor, De la Rosa vuelve a amenazar con abrir la caja de pandora de la corrupci¨®n. Todo menos hablar sobre sus m¨¦todos de gesti¨®n, la desaparici¨®n del dinero o su demostrada capacidad para arruinar empresas.