Los n¨¢ufragos
Hay ciudades de las que se adquiere noci¨®n cuando su equipo de f¨²tbol irrumpe de repente con fuerza y ¨¦xitos en Segunda. Entonces es necesario acudir al Atlas para conocer que lugar exacto ocupan en el mapa, su clima y n¨²mero de habitantes. Los futbolistas son unos embajadores extraordinarios en calz¨®n corto de una determinada ciudad. El equipo de f¨²tbol ha sido tan importante como se?a de identidad de algunos sitios, que un jugador oriundo de la d¨¦cada de los sesenta -cuando la contrataci¨®n de futbolistas extranjeros estaba prohibida en Espa?a- manifest¨® nada m¨¢s pisar tierra en el aeropuerto: "Se?ores, sobre mi nacionalidad no existe ninguna duda. Yo nac¨ª en Celta de Vigo".Algunos conjuntos que de pronto tocaron la gloria en Segunda y en Primera saben que m¨¢s fuerte fue la ca¨ªda. Desaparecieron, devorados por las deudas. Y, pasado alg¨²n tiempo, reaparecieron con alguna. modificaci6n en el nombre. Hay varios ejemplos: Getafe, Almer¨ªa, M¨¢laga, Burgos... son los n¨¢ufragos.
La aniquilaci¨®n del equipo suele ser traum¨¢tica para una ciudad. El estadio se convierte en un cementerio, con las sombras del naufragio, hasta que el conjunto resucita. Ocurri¨® con aquel Club Getafe Deportivo, de Ar¨¦valo y Chiqui, que en los a?os setenta debut¨® como gallito de los bajomadriles en Segunda Divisi¨®n y luego se vino a pique. Pero el Getafe resurgi¨®, porque cada domingo lo sigue una multitud currante, "con olor a hierro y a manos" (Blas de Otero). Dicen sus seguidores que es mucho Geta. A Las Margaritas, campo del Getafe, acuden incluso aficionados al f¨²tbol de Madrid capital, que cogen el autob¨²s en los barrios del sur de la ciudad, frente a cervecer¨ªas con mucho traj¨ªn de calamares fritos y patatas a la brava. El Getafe gan¨® esta jornada por primera vez en casa, frente al Legan¨¦s, en un partido de rivalidad madrile?a de dos equipos dirigidos por entrenadores que se apellidan Duque. Los duques.
Mientras, el multimillonario presidente del Marbella, Petrovic, tendr¨¢ que abandonar en los pr¨®ximos d¨ªas Espa?a porque las autoridades le han denegado el asilo pol¨ªtico. Petrovic ha asegurado que continuar¨¢ patrocinando al club. El Marbella ha encontrado en Lukic, m¨¢ximo goleador de Segunda, un delantero centro que esconde en sus botas el veneno implacable de los h¨¦roes. Marc¨® el s¨¢bado un tanto al Lleida de los que se graban en la memoria, porque recordar es volver a vivir. Ojal¨¢ el Marbella nunca sea un n¨¢ufrago.
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