El gran telescopio europeo, atascado en los pleitos chilenos
Una ¨¢spera guerra judicial sobre la propiedad de las 72.500 hect¨¢reas de un desolado paraje del norte chileno, donde estar¨¢ situado el Very Large Telescope (VLT), del Observatorio Europeo Austral (ESO), ha enturbiado y retrasado la construcci¨®n del mayor telescopio del mundo. En medio de los pleitos entre el Estado chileno, que don¨® el terreno a ESO, y quienes alegan ser sus verdaderos propietarios, los europeos siguen confiados en que, al final, el VLT se en gir¨¢ en Cerro Paranal (a 1.200 kil¨®metros al norte de la capital).
La semana pasada el ESO sufri¨® una derrota parcial en una de las batallas. El pleno de la Corte Suprema, de manera un¨¢nime, rechaz¨® una petici¨®n del Consejo de Defensa del Estado que implicaba anular el litigio contra el ESO, por el estatuto de inmunidad de jurisdicci¨®n, que confiere privilegios similares al de un organismo internacional, al que se encuentra, acogido el observatorio europeo.
Paraje solitario
A pesar de esta resoluci¨®n, los europeos conf¨ªan en que el VLT, formado por cuatro telescopios de ocho metros cada uno, se levantar¨¢ en Cerro Paranal. Aunque han estudiado la alternativa de construcci¨®n en Namibia, el norte chileno ofrece para, el ESO las ventajas de la mayor soledad del paraje, su altura, el porcentaje de noches despejadas y, sobre todo, que ESO ya tiene el observatorio de La Silla en Chile.Todas las partes afectadas por el conflicto judicial, incluso las demandantes, dicen que les conviene la instalaci¨®n del telescopio: a los europeos, porque en los caminos de acceso, en el acondicionamiento de la cumbre del cerro, en la construcci¨®n de instalaciones, y en salarios ya han gastado 30 millones de d¨®lares (casi 4.000 millones de pesetas) de los 500 millones que invertir¨¢n en el VLT; al Gobierno, que don¨® el terreno a el ESO y a los demandantes, descendientes de un h¨¦roe naval chileno, que necesitan el telescopio si quieren obtener alguna indemnizaci¨®n.
Su argumento es que el Estado chileno no pod¨ªa donar el terreno a los europeos, porque ya ten¨ªa propietarios leg¨ªtimos, con t¨ªtulos inscritos desde comienzos de siglo. Han entablado demandas contra el fisco, por la inscripci¨®n ilegal del terreno, contra el ESO, por aceptar terrenos mal adquiridos y contra las empresas constructoras del VLT.
En la pugna ha intervenido la C¨¢mara de Diputados, que form¨® una comisi¨®n investigadora a prop¨®sito, y las empresas y autoridades de Antofagasta y Taltal, las ciudades m¨¢s cercanas a Cerro Paranal. Los astr¨®nomos locales han ganado tambi¨¦n una tajada en los debates: el ESO ha asegurado a los astr¨®nomos chilenos el 10% y el 8% de tiempo de observaci¨®n en las instalaciones de La Silla y Cerro Paranal, respectivamente.
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