M¨¢s acero y menos cemento en M¨¦xico
El 19 de septiembre de 1985 todo cambi¨®. El devastador terremoto de magnitud 8,1 en la escala Ritcher que sacudi¨® la Ciudad de M¨¦xico dej¨® unos 5.000 muertos y trajo consigo modificaciones profundas en una legislaci¨®n que var¨ªa al comp¨¢s de los se¨ªsmos.
"El grosor de las columnas, la cantidad de acero que contienen y la profundidad de los cimientos en los edificios construidos con cemento se aument¨® considerablemente", afirma el arquitecto del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, Carlos Flores. Pero las condiciones geol¨®gicas, muy diferentes en cada parte de la capital, forzaron al Gobierno del Distrito Federal a dividirla en zonas con distintos niveles de exigencia.
"En el centro de la ciudad, situado sobre una laguna, los edificios deben construirse para soportar terremotos de hasta ocho grados en la escala Ritcher, frente a los cuatro que deben aguantar los del sur, donde el subsuelo es rocoso", apunta Flores.
A ello se une que en 1985 se cre¨® la figura del director de obras, que es responsable penal por el eventual incumplimiento de la legislaci¨®n antis¨ªsmica.
Pero la sobreexplotaci¨®n del manto fre¨¢tico en la capital tambi¨¦n ha provocado un cambio de t¨¦cnicas. Ya no se utilizan los pivotes hidr¨¢ulicos, que se comprimen o distienden seg¨²n el movimiento de la tierra y que dieron tan buen resultado en la Torre Latinoamericana. "?stos deben situarse sobre una superficie l¨ªquida. Pero la sobreexplotaci¨®n de la laguna que reseca el subsuelo, en una ciudad que se hunde siete cent¨ªmetros al a?o, los ha descartado", comenta Flores.
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