La piedra en el estanque
Cuando a las ocho de la ma?ana del pasado 20 de diciembre, el entonces secretario de Hacienda mexicano, Jaime Serra Puche, anunciaba por radio de forma confusa y sin citar ni una vez la palabra devaluaci¨®n qu¨¦ el peso ampliaba "su banda de flotaci¨®n un l5%", casi nadie en Ciudad de M¨¦xico imagin¨® lo que vendr¨ªa despu¨¦s.Lo que vino despu¨¦s, sin embargo, ha estremecido a los mexicanos y ha sorprendido al mundo. El peso ha perdido m¨¢s de un 50% frente al d¨®lar, el Gobierno mexicano, hasta hace tres meses uno de los m¨¢s exitosos de toda Am¨¦rica Latina, ha rozado la suspensi¨®n de pagos un par de veces y, de rebote, la divisa estadounidense sufre un debilitamiento generalizado en los mercados cambiarios.
La incoherente intervenci¨®n radiof¨®nica de Serra Puche fue la piedra en el estanque que desat¨¦ una ola que todav¨ªa amenaza a M¨¦xico, al d¨®lar y a las monedas europeas m¨¢s d¨¦biles. Antes de verse forzado a dimitir, Serra a¨²n pudo ver c¨®mo los inversores internacionales le retiraban la confianza al pa¨ªs y el peso mexicano se derrumbaba despu¨¦s de que el Banco de M¨¦xico, sin reservas de divisas para defenderlo, lo dejase en libre flotaci¨®n.
La Casa Blanca comprendi¨®, aunque con retraso, el peligro que se gestaba al sur de su frontera. Tras una fuerte oposici¨®n interna que le oblig¨® a abandonar su primer plan, el presidente Bill Clinton logr¨® reunir un paquete de ayuda internacional de 50.000 millones de d¨®lares, destinado a garantizar la solvencia del Gobierno de Ernesto Zedillo. Pero ya era tarde.
Subida de tipos al 50%
Par a tratar de recuperar los capitales extranjeros, el Gobierno de Zedillo cometi¨® el que probablemente haya sido el mayor error en materia econ¨®mica desde que estall¨® la crisis: aceptar la exigencia estadounidense de subir sus tipos de inter¨¦s. Con el precio del dinero al 50% (estaba en el 13,75% a principios de diciembre), las empresas se ven abocadas a una quiebra generalizada. Los inversores abandonan la Bolsa y el peso sigue cayendo.
Los esc¨¢ndalos de esta semana han puesto la puntilla: La polic¨ªa detuvo a Ra¨²l Salinas, hermano del anterior presidente del pa¨ªs, Carlos Salinas de Gortari, acusado de idear el asesinato de Jos¨¦ Francisco Ruiz Massieu, ex secretario general de partido de Estado en M¨¦xico (PRI) y_cu?ado de ambos; Carlos Salinas rompi¨® el silencio y acus¨® p¨²blicamente al Gobierno de Zedillo de ser el responsable de la devaluaci¨®n; finalmente, Hacienda tuvo, que intervenir el grupo Asemex-Banp¨¢s, propietario del octavo banco de M¨¦xico, y que estaba al borde de la bancarrota.
Los analistas se?alan que la ca¨ªda del 5% que sufri¨® el peso el viernes recoge todos estos acontecimientos extraordinarios en M¨¦xico. Pero no los agota. El pa¨ªs afronta a partir de ma?ana, cuando abran los mercados financieros en todo el mundo, una semana decisiva, entre el espasmo financiero y la descomposici¨®n pol¨ªtica.
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