El Gobierno brit¨¢nico vigila la libra y espera que escampe el temporal

La incertidumbre en torno a una nueva subida de los tipos de inter¨¦s en el Reino Unido para defender la posici¨®n de la libra, afectada por la tormenta monetaria, plane¨® ayer durante todo el d¨ªa por la City londinense. Arrastrada por el mismo temporal que el resto de las divisas comunitarias, la libra ha sufrido desde el comienzo de semana continuas p¨¦rdidas frente al marco alem¨¢n. Ayer, volvi¨® a registrar una nueva depreciaci¨®n, sin que las. perspectivas a corto plazo permitan esperar cambios en el mercado.El ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Kenneth Clarke, y el gobernador del Banco de Inglaterra, Eddie George, mantuvieron su encuentro mensual, ayer, en un ambiente de notable presi¨®n. La opci¨®n de subir los tipos de inter¨¦s, actualmente en el 6,75%, permanece abierta, pero el canciller del Exchequer era partidario de someter la libra a una estrecha vigilancia y esperar a que escampe el temporal. De hecho, y con una depreciaci¨®n del 2,5% frente al marco en el. ¨²ltimo mes, Ia libra esterlina est¨¢ lejos de ser la moneda m¨¢s afectada por este ¨²ltimo episodio de tormenta monetaria. S¨®lo una p¨¦rdida de valor sustancial, con el consiguiente impacto en la inflaci¨®n, llevar¨ªa al Gobierno brit¨¢nico a medidas m¨¢s radicales.

En medio de todos los inconvenientes que plantea la actual crisis monetaria, el primer ministro brit¨¢nico, John Major, ha encontrado al menos un motivo de alivio. Las reticencias mostradas por el Gobierno alem¨¢n en tomo al grado de cualificaci¨®n de "casi todos" los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, para la uni¨®n monetaria, es un peque?o bal¨®n de ox¨ªgeno para Major.

Obligado a defender su pol¨ªtica entre los dos irreconciliables frentes del Partido Conservador: euroesc¨¦pticos y euroentusiastas ,Major ha podido comprobar que las divisiones en su partido son, en cierto sentido, un reflejo de disensiones mayores en la UE.