Alemania y Estados Unidos tambi¨¦n subvencionan sus marcas

J. M. C. La eficacia de un sal¨®n automo vil¨ªstico se mide por su radio de influencia. Su prestigio germina lentamente en la historia. Y en el caso de Barcelona, el referente de hoy es la desembocadura de una trayectoria arrancada en la experiencia pionera de 1929 -el a?o de la Exposici¨®n Universal-,polvo desparramaban los elegantes Hispanos Suiza sobre los jardines del Tur¨® Park.

En la presente edici¨®n, 88 marcas, y 600 empresas compiten en novedad sobre 50.000 metros cuadrados. El recinto ferial de Montjuic miniaturiza por unos d¨ªas la imaginaci¨®n de Villancourt -centro tradic¨ªonal de Renault en Par¨ªs-, la atracci¨®n metal¨²rgica de Volksburg -base fabril de Volkswagen en Francfort-, y hasta la pomposa prepotencia de Detroit, cuartel general norteamericano de empresas como Ford y Clirysler.

Pregunta. ?Se reactivar¨¢ la demanda antes de fin de a?o?

Respuesta. Despu¨¦s de la enorme crisis de 1993, el a?o pasado el consumo de autom¨®viles se recuper¨® por encima del 20%. Este a?o no hemos bajado, pero s¨®lo se ha aumentado entre el 2% y el 3%. En este sostenimiento tienen mucho que ver los distribuidores internacionales rent a car; muchos de ellos compran en Espa?a y revenden en otros mercados. El sector ocupa en Espa?a 75.000 empleos directos y m¨¢s de un mill¨®n inducidos; produce 2,2 millones de unidades y exporta el 75%. Es decir, es el primer cap¨ªtulo de nuestra balanza exterior.

P. ?Son necesarios m¨¢s incentivos para elevar las ventas?

R. En cuanto a incentivos, el primer plan Renove fue un ¨¦xito. Los fabricantes piden ahora una reducci¨®n de las tasas fistales de matriculaci¨®n. No s¨®lo se pide en Espa?a esta reducci¨®n. Tambi¨¦n es un clamor en otros pa¨ªses europeos que quieren asemejarse al mer, cado japon¨¦s.

P. Bruselas est¨¢ revisando las ayudas p¨²blicas a Seat. ?C¨®mo acabar¨¢ en su opini¨®n este contencioso?

R. Es un poco artificial. Bruselas hace lo que debe hacer, pero cualquier land alem¨¢n o cualquier Estado hubiesen ayudado a sus empresas. Alemania y Estados Unidos tambi¨¦n subven cionan sus marcas.

P. ?Jap¨®n sigue siendo una amenaza?

R. Los japoneses trabajan con menores costes y alta tecnolog¨ªa. Los cupos de entrada en Europa de los coches japoneses ir¨¢n aumentando. Pero al final, lo que gana en un mercado abierto es la calidad. Esta es la apuesta de los norteamericanos, que est¨¢n invadiendo Europa de monovol¨²menes, es decir, camionetas y cuatro por cuatro.

P. Los fabricantes europeos se refieren al peligro coreano como la nueva gran competencia.

R. Los coreanos, con el Daewoo, han demostrado que por 2,5 millones tienes un excelente autom¨®vil.

P. Las multinacionales han apostado por Espa?a, pero se quejan porque el mercado da muestras de saturaci¨®n.

R. Ah¨ª est¨¢n las grandes inversiones de General Motors, de Ford, o de Volkswagen en-la f¨¢brica de Martorell. Claro que han apostado; no solamente en instalaciones industriales, sino tambi¨¦n en alta tecnolog¨ªa y en aspectos relacionados con la protecci¨®n del medio ambiente.

P. ?Qu¨¦ ofrece Espa?a para que las cabeceras sigan invirtiendo?

R. Niveles de calidad europeos. Por ejemplo, Ford exporta desde Almusafes a todo el mundo. Ah¨ª tiene usted el modelo Ka, que se fabrica en Espa?a. El nuevo mo novolumen de Seat, es decir el Inca, demuestra tambi¨¦n estos es t¨¢ndares de calidad sobradamente probados. Adem¨¢s de Seat, que mantiene su apuesta pese a todo, otras marcas como Peugeot se mantienen en este mercado, como me confirm¨® Eduardo Serra, el primer responsable en Espa?a del grupo franc¨¦s. Estoy convencido adem¨¢s de que la mejora de las condiciones generales de la econom¨ªa ser¨¢ un factor de primer orden para dar un nuevo tir¨®n a la demanda de coches.

P. ?Espa?a tiene un plantel de directivos a la altura del sector?

R. Tome el ejemplo m¨¢s claro. El ascenso fulgurante de L¨®pez Arriort¨²a. El n¨²mero dos de Volkswagen, que es un hombre muy especial; evidentemente, ha demostrado que, con los componentes se pod¨ªa perfeccionar en Espa?a el sistema del just in time.

P. L¨®pez Arriort¨²a cre¨ªa m¨¢s en una fabrica nueva en Amorebieta [Bilbao] que en mantener las instalaciones de Seat en Barcelona.

R. ?l quer¨ªa fabricar el Polo, en Bilbao. Es decir, su gran ilusi¨®n era montar en su pueblo una gran factor¨ªa, pero el comit¨¦ de vigilancia. de Volkswagen no acept¨® la. idea.