Vaga l¨ªnea de la alegr¨ªa al dolor
Rodada en el interior de la Estaci¨®n de Armas de Sevilla, Flamenco planta el desgarro gitano frente a un neutro decorado y una luz de ensue?o. El decorado, con una estructura de m¨®dulos trasl¨²cidos que se articulan para hacer pasillos, fue una de las cosas m¨¢s claras que ten¨ªa Saura desde un principio. El juego de luces que recorre el atardecer, la noche y la madrugada fue idea del fot¨®grafo Vitorio Storaro, acogida con entusiasmo por el cineasta.
"Eleg¨ª un decorado neutro que no perturba, que es fr¨ªo o caliente dependiendo de la luz, pero que permite al artista expresarse libremente sin que haya detr¨¢s una coletilla o una an¨¦cdota literaria. Dejarle al artista solo con su problema", dice el director. Una decisi¨®n alabada por el guitarrista Manolo Sanl¨²car, del que Saura dice que la guitarra entre sus dedos regordetes es todo un objeto sensual. "Estoy completamente de acuerdo con Saura de no poner nada, ni una maceta, de limpiar el flamenco de tantos abalorios de los que ha estado rodeado. El flamenco es algo que se expresa por si solo, con su m¨²sica y su poes¨ªa. No hay que acudir a la clave del folclorismo. El flamenco es el resultado de las vivencias y sensaciones personales de cada uno, el producto de un esp¨ªritu muy profundo. La m¨²sica es dura, aunque luego haya algo de fiesta".
Cambios subliminales
Cada n¨²mero -de los 19 en total- se lo ha planteado Saura de manera distinta, aunque los cambios de escenario y luces son casi subliminales. "Lo importante es no perder la concentraci¨®n en las personas que est¨¢n actuando", opina el director, quien ha ordenado los cantes teniendo en cuenta su dramatismo y el juego de luces. Aunque con matices, la tarde es la alegr¨ªa y el alba el dramatismo. "Hemos intentado integrar las actuaciones en funci¨®n, de esa idea, buscando los n¨²meros m¨¢s dram¨¢ticos por la ma?ana. Aunque tampoco en el flamenco hay una l¨ªnea clara que vaya de la alegr¨ªa al dramatismo", se?ala Saura.
Ha sido en la frialdad de los paneles donde los gitanos y los payos han sacado su lado m¨¢s c¨¢lido. "No es del todo verdad que la aut¨¦ntica calidad del flamenco se encuentre en una noche de juerga y bebida. Tengo la experiencia de haber escuchado grabaciones realizadas en el calor de una noche, que parec¨ªa irrepetible, y no ten¨ªan la calidad que uno pensaba. ?Por qu¨¦? Porque es muy subjetivo, uno est¨¢ tambi¨¦n bebido, emocionado, contagiado del ambiente y crees que est¨¢s escuchando una cosa genial que luego no es tan genial. Al contrario, en un lugar aparentemente fr¨ªo como es la Estaci¨®n de Armas, un espacio casi tecno, metes unos flamencos. En principio se quedan asustados, pero luego se produce una cosa muy bonita porque se dicen a ellos mismos: 'Caray, aqu¨ª hay que hacerlo bien y demostrar lo que vales. Esto va en serio. Aqu¨ª no podemos jugar'. Y eso es lo que han hecho, se han matado. Ha sido fant¨¢stico comprobar c¨®mo a trav¨¦s de la frialdad se puede conseguir todo lo contrario".
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