El v¨ªdeo animado por cable
El autor afirma que, dentro de pocos a?os, se podr¨¢ hablar con el ordenador con naturalidad y los programas asumir¨¢n el papel de un ayudante que adivina las necesidades.
Hace pocas semanas, les ped¨ªa que compartieran sus sue?os sobre futuros programas. Me ha sorprendido que muchas de sus ideas sean bastante factibles.Pregunta. Quiero acceder a im¨¢genes animadas de v¨ªdeo con tanta facilidad como a los documentos de la red mundial de Internet. Podr¨ªas hacer v¨ªdeos de ti mismo, de tu familia, de tus animales dom¨¦sticos o de cosas que te interesan y ponerlas a disposici¨®n de todo el planeta. Los negocios podr¨ªan distribuir fotograf?as, sonidos, v¨ªdeos (de todo) con s¨®lo apretar un bot¨®n. (John S. Kennedy, axinatTSO.Cin.IXnet)
Respuesta. Muchas empresas, incluidas las telef¨®nicas y las de cable, quieren ofrecer esa posibilidad. Quiz¨¢ las primeras en tener ¨¦xito, al menos en Estados Unidos, ser¨¢n las empresas de cable que pretenden ofrecer conexiones de gran amplitud de banda con Internet y servicios comerciales en l¨ªnea.
Las actuales conexiones normales a redes no ofrecen, sencillamente, bastante amplitud de banda (capacidad de llevar informaci¨®n) como para hacer llegar im¨¢genes decentes de v¨ªdeo. Una vez que desaparezca este cuello de botella, todos los que tengan una c¨¢mara de v¨ªdeo dispondr¨¢n de una manera barata de distribuir im¨¢genes a cualquiera que las quiera ver.
P. Cuando voy a la universidad, en Manhattan, a menudo bajo por la Quinta Avenida o Park Avenue y me imagino que vivo en uno de esos ¨¢ticos de dos pisos con vistas al Central Park o el puente de Queensbury. ?Por qu¨¦ no ofrecer fabulosas vistas a todo el que tenga una televisi¨®n de pantalla gigante y alta definici¨®n? Estar¨ªa bien que hubiera c¨¢maras de televisi¨®n dirigidas a algunas de las mejores vistas del mundo (la torre Eiffel de Par¨ªs, la silueta de Nueva York dibujada en el cielo) y las emitieran las 24 horas del d¨ªa. (Lucille van Ommering, GoldRiver, CA)
R. En algunas ciudades, el p¨²blico ya tiene acceso (limitado) a im¨¢genes en directo de c¨¢maras de televisi¨®n. Por ejemplo, en Seattle (Washington), mi ciudad natal, las cadenas de televisi¨®n locales pasan a diario im¨¢genes del tr¨¢fico en horas punta que registran c¨¢maras de v¨ªdeo situadas sobre las principales autopistas. Algunas cadenas de televisi¨®n tambi¨¦n emiten im¨¢genes en directo del tiempo que hace, tomadas por c¨¢maras situadas sobre torres y edificios altos.
Por supuesto, todos estamos acostumbrados a ver im¨¢genes de televisi¨®n del tiempo tomadas desde la privilegiada posici¨®n de los sat¨¦lites. No son im¨¢genes en directo, pero tienen como mucho unas horas.
Tambi¨¦n en la red mundial de Internet hay disponibles im¨¢genes en directo de varias clases. Por ejemplo, se puede obtener un men¨² de mapas del tiempo tomados desde sat¨¦lites en la direcci¨®n http: / /www.atmos.uiue.edu/wxworld/html/satimg.html.
En la Universidad de Cambridge (Inglaterra) hay una fotograf¨ªa de una cafetera que se actualiza cada segundo (la direcci¨®n es http./ /www.cl.cam.ac.uk/coffee/coffee.html). Puede que sea un poco absurdo, pero si quieren saber si la cafetera est¨¢ llena, echen un vistazo.
Los que quieren vistas bonitas tienen a su disposici¨®n en la direcci¨®n http://www.cac.washington.edu: 1180 una imagen tomada cada 15 minutos por una c¨¢mara situada en el campus de la Universidad de Washington. Si quieren saber si est¨¢ lloviendo en Seattle, ya saben.
Llevar im¨¢genes de v¨ªdeo en directo de lugares famosos a los hogares y oficinas es una idea de la que se habla mucho. Me imagino tener esa posibilidad en mi propia casa. Quiero poder ver vistas en directo, as¨ª como im¨¢genes fijas del mundo.
P. Estoy deseando que llegue el d¨ªa en que pueda hacer que mi ordenador encuentre informaci¨®n de inter¨¦s para m¨ª. Quiero que el ordenador aprenda qu¨¦ tipo de cosas me interesan y qu¨¦ cosas hago regularmente. Ahora resulta tedioso tener que revisar manualmente monta?as de informaci¨®n para encontrar lo que estoy buscando. Quiero ordenadores que trabajen para m¨ª, no trabajar para ellos. (Bob Lynch, HDT143aol.com)
R. Usted quiere lo que yo llamo softer software (programas m¨¢s d¨²ctiles). Quiere que los programas de su ordenador asuman el papel de un ayudante que sepa c¨®mo es usted y se adelante a sus necesidades. Esto ha sido mi Santo Grial durante m¨¢s de una d¨¦cada, y tengo que decir que ha llevado m¨¢s tiempo del que pensaba el conseguirlo. Pero lo que usted quiere est¨¢ a la vuelta de la esquina. Apostar¨ªa mi empresa por ello, y la he apostado.
P. Espero con impaciencia el d¨ªa en que mi ordenador pueda comunicarse conmigo no a trav¨¦s del teclado o el rat¨®n, sino de cualquier herramienta externa. Si el PC tuviera ojos y o¨ªdo (?y por qu¨¦ no tambi¨¦n el resto de los sentidos?), podr¨ªamos comunicarnos con m¨¢s facilidad. Me gustar¨ªa preguntar al ordenador "?Qu¨¦ tal son hoy las uvas en el supermercado?" o "?Cu¨¢nto dinero tengo en mi cuenta corriente?". (TorosBabikian. toros Planmaties. COM)
R. El sue?o de Babikian no difiere mucho del de Simon Middlehurst, un joven arquitecto que trabaja en Londres.
"Lo que m¨¢s deseo es hablar con mi ordenador, un poco como hablan en la pel¨ªcula 2001, una odisea del espacio con el ordenador Hal 9000, y poder unir mi mente al ordenador para producir las im¨¢genes de los edificos", escribe Middlehurst.
Los ordenadores de mesa equipados con micr¨®fonos y programas adecuados ya pueden reconocer ¨®rdenes cortas y responder a ellas.
Dentro de pocos a?os, podr¨¢ hablar con su ordenador con bastante naturalidad. Esa posibilidad ser¨¢ una caracter¨ªstica especialmente importante de potentes ordenadores de bolsillo, que ser¨¢n tambi¨¦n demasiado peque?os como para tener teclado o dispositivos convencionales de introducci¨®n de ¨®rdenes.
Pasar¨¢ mucho m¨¢s tiempo antes de que podamos enlazar directamente los ordenadores con nuestro sistema nervioso central de forma que las im¨¢genes mentales aparezcan instant¨¢neamente en una pantalla.
La ciencia-ficci¨®n ciberpunk se ha recreado en esta idea, y hay razones para ser optimistas y creer que alg¨²n d¨ªa esto ser¨¢ una realidad. Soy un optimista a ultranza de la tecnolog¨ªa, pero ni siquiera as¨ª puedo predecir que nos conectaremos directamente con los ordenadores dentro de poco.
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