¡°La fuerza se nos va por la boca por mucho que hinchemos las narices¡±
Antonio Fraguas de Pablo, m¨¢s conocido por Forges, es, con 53 a?os uno de los humoristas m¨¢s reconocidos por el p¨²blico, que le ha seguido a lo largo de seis lustros en Pueblo, Informaciones, Hermano Lobo, Por favor, El Jueves, Intervi¨², Cambio 16, Diario 16 y El Mundo, diario que abandon¨® hace varios meses como soluci¨®n para poder recuperar su propio equilibrio, seg¨²n sus palabras. Hoy comienza su colaboraci¨®n diaria en EL PA?S.
"La fuerza se nos va por la boca por mucho que hinchemos las narices"
Pregunta. Sus narices han estado ausentes los ¨²ltimos cuatro meses. Supongo que las debe de tener bien hinchadas.Respuesta. S¨ª.
P.?Qu¨¦ funci¨®n tienen las narices?
R. No s¨¦ hasta qu¨¦ punto hay mucha gente en este pa¨ªs que, utilizamos m¨¢s las narices que el cerebro. Pensamos con las narices. El cerebro es m¨¢s de pa¨ªses sajones. Los infinitos aromas mediterr¨¢neos se detectan con m¨¢s rapidez de una olfatada. Es mejor eso que un an¨¢lisis empirista.
P. ?Se considera mediterr¨¢neo?
R. S¨ª, claro., La mitad de mi sangre es gallega, y los gallegos son mediterr¨¢neos aunque no lo saben. .
P. ?Y la otra mitad?
R. Catalana, aunque nac¨ª hace 53 a?os accidentalmente en Madrid.
P. ?Accidente de qu¨¦ tipo?
R. Funcionarial. Administrativo. Mi padre era funcionario en el Ministerio de Informaci¨®n y Turismo.
P. ?Puede decirme si tiene m¨¢s hinchadas las narices hoy que hace cuatro meses?
R. Creo que no, pero s¨ª m¨¢s relajadas. M¨¢s sosegadas.
P. ?Y m¨¢s atentas?
R. S¨ª, m¨¢s al loro. O quiz¨¢ m¨¢s al jabal¨ª.
P. ?Al jabal¨ª por la caza mayor pol¨ªtica?
R. S¨ª.
P. Hable de esa caza mayor, por favor.
R. En s¨ªntesis, la sociedad espa?ola hizo una transici¨®n sociol¨®gica hacia la democracia. M¨¢s tolerante y todo eso. Nos cre¨ªmos todos, cluidos los pol¨ªticos que nos representan, que el Estado que hab¨ªamos heredado con 400 a?os sin democracia iba a acompa?arnos en esa evoluci¨®n. Pero la verdad es que hay muchos tics en el Estado absolutamente antidemocr¨¢ticos.
P. ?Y qu¨¦ pasa?
R. Que cuando llegan estos pol¨ªticos y se sientan en el poder, ese poder tiene sus patas clavadas en un sistema arcaico y retr¨®grado.
P. O sea, que sus narices son una birria comparadas con las narices de estos pol¨ªticos.
R. Efectivamente, los pol¨ªticos tendr¨ªan que haberse propuesto una limpieza a fondo de todos esos mocos no democr¨¢ticos. ?S¨¦ sabe cu¨¢ntos bol¨ªgrafos han desaparecido del Cesid en los a?os de su funcionamiento?, me pregunto.
P. ?Lo que usted me est¨¢ diciendo es que este pa¨ªs nuestro es un pa¨ªs de ladrones?
R. No. Nuestra civilizaci¨®n mediterr¨¢nea no considera delito comportamientos que en la cultura sajona ser¨ªan motivo para ir a la hoguera. Por ejemplo, afanar un boli del Estado. Un simple bol¨ªgrafo de una oficina de Correos.
P. Pero bueno, algo hay de latrocinio y bastante de golfer¨ªa...
R. La verdad es que aqu¨ª la costumbre sustituye a la ley. O sea, yo sostengo la teor¨ªa de que en Espa?a s¨®lo existen 800 encendedores de usar y tirar. Lo que hacemos los fumadores espa?oles es pasarnos distra¨ªdamente esos 800 mecheros los unos a los otros.
P. O sea, para entendernos lo ¨²nico que nos estorba en Espa?a es la ley.
R. Efectivamente, as¨ª es.
P. ?Van sus narigudos a ser encarcelados? ?O ya est¨¢n en la c¨¢rcel? Porque aqu¨ª, menos el Gobierno, vamos a ir a parar todos a la c¨¢rcel. Espa?a es una c¨¢rcel; eso s¨ª, con televisi¨®n en cada celda. ?Est¨¢ de acuerdo?
R. Efectivamente. Espa?a, a¨²n sigue siendo una c¨¢rcel, aun que menos que hace veinte a?os. Los barrotes que nos quedan hay que desmontarlos con cuidado para que no da?en nuestras narices.
P. ?Existen narigudos suyos afiliados al PSOE?
R. Ninguno.
P. ?Al Cesid?
R. Tampoco-.
P. ?Al PP?
R. Tampoco.
P. ?A Izquierda Unida?
R. Tampoco.
P. ?A CiU?
R. Tampoco.
P. ?No fastidie! ?Ni siquiera al Ral Madrid?
R. A¨²n menos. Alguno es del Athletic de Bilbao.
P. Dejemos a los narigudos y h¨¢bleme, por favor, de los bocazas. ?Hay mucho por ah¨ª suelto?
R. S¨ª. Somos un conjunto de pueblos bocazas. La cuenca mediterr¨¢nea se distingue por eso. Somos ruidosos, charlatanes, largones, chamulleros y farfulladores.
P. Perfecto. Un gusto...
R. As¨ª es. Porque un finland¨¦s, despu¨¦s de grandes dificultades, tiene un hijo y entonces lanza un cohete para que todo el mundo se entere de que su mujer ha parido. Despu¨¦s se sube a un trineo y reparte copitas de cazalla y puros para celebrarlo...
P. No me lo creo.
R. Claro que no. Eso es imposible en Finlandia. El ruido social s¨®lo se da en el Mediierraneo.
P. De manera que en Espa?a nos pierde y nos salva el ruido y la charlataner¨ªa. Son nuestros amuletos. ?Verdad?. .
R. Desde luego. La fuerza se nos va por la boca por mucho que hinchemos las narices.
P. Por cierto, ¨²ltimamente el presidente Gonz¨¢lez aparece con las narices descomunalmente hinchadas, ?lo ha observado?
R. S¨ª, pero quiero precisar m¨¢s y decir que en lugar de tenerlas muy hinchadas, las narices del presidente las tiene asaz hinchadas.
P. ?Le van a reventar? ?O se las van a reventar?
R. En Espa?a las narices del presidente del Gobierno, cualquiera que sea, son un patrimonio com¨²n elegido por el pueblo. Por tanto, si se le revientan las narices al presidente, se le revientan las narices al Estado llano, es decir, a todos nosotros.
P. Pues no est¨¢ mal. Algo tendr¨¢ que reventar.
R. S¨ª, pero una forma muy sana para todos ser¨ªa respirar profundamente, contar hasta 8.000 y cantar luego una isa canaria, que es algo que relaja mucho.
P. Vamos a ello.
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