Paolo Fabbri: "El poder fomenta la ideolog¨ªa de la transparencia"
El semi¨®logo italiano publica 'T¨¢cticas de los signos'
Paolo Fabbri, semi¨®logo italiano, acaba de publicar el libro T¨¢cticas de los signos (Gedisa). Que un semi¨®logo, dedicado durante muchos a?os a la ense?anza universitaria, publique un libro no tendr¨ªa de por s¨ª nada de extraordinario Pero si el autor se llama Paolo Fabbri, entonces cabe saludar el he cho con honores de acontecimiento. Porque este Fabbri es aquel Paolo da R¨ªmini (su ciudad natal) que Umberto Eco retrata en El nombre de la rosa como abbas agraphicus, el abate fundador de la gran biblioteca -de la que ha le¨ªdo todos sus libros- v¨ªctima de una misteriosa enfermedad que le incapacita para la escritura.
"Parece mentira que una obra escrita en clave como es El nombre de la rosa haya llegado a tener el ¨¦xito que ha tenido", se sorprende a¨²n Fabbri. La relaci¨®n con el autor de El p¨¦ndulo de Foucault es de amistad y colaboraci¨®n. Fabbri -hoy dirige el Instituto Italiano de Cultura de Par¨ªs-, que durante muchos a?os ense?¨® en el mismo departamento de la Facultad de Letras de Bolonia que Eco, le dedica uno de sus ensayos en T¨¢cticas de los signos.. "En toda su vida intelectual, Umberto Eco ha tenido para m¨ª una idea fundamental que es la de la obra abierta. En este ensayo trato de explicar c¨®mo esa misma idea la desplaz¨® luego al campo cognoscitivo y sobre ella fund¨® su teor¨ªa semi¨®tica. Todos los que conocen su inter¨¦s por las vanguardias se sorprenden de que hoy escriba novelas que no son para nada abiertas. Pero es que la apertura total que predicaba en la Italia reaccionaria de los a?os sesenta era una necesidad, mientras que hoy el problema es precisamente el contrario: c¨®mo introducir reglas en la obra abierta, c¨®mo forzar determinadas interpretaciones".Aparte de Eco, Fabbri reconoce como grandes influencias recibidas las de Roland Barthes y Jean Baudrillard. "Lo que me interesa de esa herencia es mantenerla dentro de la comunicaci¨®n para preservarla de una concepci¨®n como simple intercambio de bienes informativos, de un principio estrat¨¦gico, t¨¢ctico. De ah¨ª el t¨ªtulo de este libro". Una t¨¢ctica que incluye las pasiones, la parodia, la simulaci¨®n, el secreto. Fabbri ha huido siempre de las grandes teor¨ªas omnicomprensivas. Su punto de vista nace de su inter¨¦s por las "formas menores" de la comunicaci¨®n.
Al secreto y a las sociedades que lo cultivan -la Mafia, las Brigadas Rojas en su momento- Fabbri dedica buena parte de sus ensayos. "Hoy vivimos una ideolog¨ªa de la transparencia total impulsada por el propio poder establecido. No hay clase social que no haya aparecido por la televisi¨®n, no hay tel¨¦fono que no pueda ser pinchado. Pero el mecanismo del secreto funciona igualmente. A veces se trata de un secreto que yo llamo de Polichinela porque es irrisorio, pero act¨²a igualmente como secreto: es el caso de los socialistas en Italia -todos sab¨ªamos que exist¨ªa aquella corrupci¨®n- o, seg¨²n me cuentan, de los GAL en Espa?a".
Otro polo de la obra de Fabbri se centra en la divulgaci¨®n cient¨ªfica: "Antes pens¨¢bamos que la ciencia era el lugar de la abstracci¨®n, mientras que ahora descubrimos que es el lugar de la transmisi¨®n de la moralidad. En el futuro asumir¨¢ el poder un gran moralista que ser¨¢ a la vez un gran divulgador cient¨ªfico: el comandante Cousteau, por ejemplo. Bromas aparte", a?ade, "el cient¨ªfico es un sujeto que quiere que todo se sepa, pero de manera absolutamente controlada: s¨®lo cuando ¨¦l tiene los resultados en la mano".
Como ejemplo de transparencia y de control del discurso cient¨ªfico, el semi¨®logo cita la guerra del Golfo: "Ninguna guerra fue tan transparente como ¨¦sa. Nunca ha habido una batalla m¨¢s filmada que aqu¨¦lla. Pero a pesar de que la televisi¨®n estuviera permanentemente conectada no nos enteramos de nada. Porque esa supuesta transparencia, en realidad, nos conduce a la ceguera total".
Babelia
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