Propuesta y contrapropuesta

La propuesta de acuerdo, -formulada a los ¨¢rabes y propiciada por Prado, Folchi y dos de los principales demandados en el caso brit¨¢nico, el ex presidente de KIO, Fahad Al Sabah, y el ex director ejecutivo, Fouad Jaffar- implicaba devolver a KIO 150 millones de d¨®lares, que en posterior puja se convirtieron en 200 millones, de los 500 reclamados en Londres. En la misma l¨ªnea del mensaje transmitido a Manglano, Prado y Folchi intentaron convencer a los hombres de KIA de que las revelaciones del caso provocar¨ªan un enorme esc¨¢ndalo en Espa?a y que salpicar¨ªan a varios miembros de la familia real kuwait¨ª.De la Rosa, al enterarse de la existencia de esas conversaciones, manifest¨® su satisfacci¨®n a sus colaboradores, porque aparentemente sus presiones estaban produciendo efecto, y les coment¨®: "Si todo sale bien olvidar¨¦, pero si vuelvo a la c¨¢rcel no volver¨¦ solo. Si entro otra vez entrar¨¢ hasta el lucero del alba". El financiero, sin embargo, rechaz¨® toda propuesta de participaci¨®n en la devoluci¨®n del dinero a KIO. "Yo no pongo ni un duro", dijo.

Los ¨¢rabes no estaban dispuestos a ceder. Los representantes de KIA presentaron su contraoferta: s¨®lo aceptar¨ªan un acuerdo si los tres principales demandados, Javier de la Rosa, Fahad Al Sabah y Fouad Jaffar se plegaban a varias condiciones. Primera, devolver casi 300 millones de d¨®lares en efectivo. Segunda, depositar otros 200 millones de d¨®lares en propiedades y activos en manos de una comisi¨®n de arbitraj9 que se encargara de valorarlos y organizar su devoluci¨®n al Estado de Kuwait. Y por ¨²ltimo, firmar un documento reconociendo su responsabilidad en las p¨¦rdidas de sus empresas en Espa?a.

Adem¨¢s, tanto el Consejo de Ministros como el Parlamento de Kuwait deb¨ªan ratificar el acuerdo. Estaba claro que los kuwait¨ªes s¨®lo aceptar¨ªan un acuerdo que les compensase ¨ªntegramente lo reclamado en Londres y que dejase claro quienes fueron los responsables de la crisis de sus inversiones en Espa?a. El gobierno espa?ol, por su parte, en ning¨²n momento accedi¨® a entrar a negociar en los t¨¦rminos planteados por Prado.

Las conversaciones quedaron abandonadas a principios de julio y el ministro de finanzas de Kuwait ni tan siquiera se molest¨® en presentar propuesta alguna a la consideraci¨®n del Consejo de Ministros.

Con la evidencia del fracaso de los contactos, y con la Corte de Londres dict¨¢ndole la orden de revelar el destino de los 500 millones de d¨®lares reclamados, De la Rosa comenz¨® su campa?a de intoxicaci¨®n y difusi¨®n de informaciones intentando convertir sus relaciones con Prado y otros personajes como Enrique Sarasola, en relaciones directas con personajes p¨²blicos, en este caso el Rey y el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez.