Una reforma de inter¨¦s nacional

El 24 octubre, el Consejo de Ministros de la UE inici¨® el debate pol¨ªtico sobre la propuesta de reforma de la Organizaci¨®n Com¨²n de Mercados (OCM) de frutas y hortalizas. Desde entonces, comenz¨® un rosario de descalificaciones, que conducen a la exigencia de que el Gobierno vete el proyecto de reforma. El Gobierno, ante estas cr¨ªticas, ha hecho una primera valoraci¨®n en la que considera las propuestas de la Comisi¨®n como un razonable elemento de partida, mejorable y negociable, pero con una orientaci¨®n general de inter¨¦s nacional.Quiz¨¢ sea conveniente ilustrar a los lectores no iniciados que una OCM es un conjunto de normas, (r¨¦gimen de intervenciones, ayudas, comercio exterior, etc¨¦tera) que para cada uno de los productos o grupos de productos agrarios se establecen en la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC) con el objetivo de salvaguardar tanto las rentas de los agricultores como los intereses de los consumidores. En todo caso, las ayudas y mecanismos de intervenci¨®n son elementos auxiliares en la formaci¨®n de la renta de los agricultores, ya que el objetivo fundamental es que la misma se obtenga por la venta de sus productos en el mercado.

Otro elemento que hay que recordar, y que la experiencia eleva a la categor¨ªa de axioma, es que ante los diversos modelos de cada OCM, siempre los Estados miembros que se consideran m¨¢s eficaces respecto a un determinado sector, desean unas reglas ligeras que les permitan imponerse en el mercado por su mayor competitividad, mientras que aquellos que no se consideran tan eficaces, desean modelos basados en cuotas, ayudas con claves de reparto nacionales...

La peque?a historia de la reforma de la OCM de frutas y hortarizas se inicia con el acuerdo final sobre la Ronda Uruguay del GATT. No s¨®lo por motivos de inter¨¦s general, sino tambi¨¦n por propio convencimiento, la Uni¨®n Europea convino en que, sin renunciar al principio de preferencia comunitaria, una mayor apertura al exterior en los mercados agrarios era un elemento de salubridad que permitir¨ªa mantener el dinamismo del sector agrario europeo. Los compromisos en todos los sectores, incluido el de frutas y hortalizas, han sido ya firmados y son inamovibles, y lo que pretende la reforma ahora presentada es una mejor y m¨¢s eficaz adaptaci¨®n del sector de frutas y hortalizas europeo a esta apertura de los mercados.

En los productos continentales ya reformados (cereales, carne de vacuno, productos l¨¢cteos...), la adaptaci¨®n se realiz¨® mediante una reducci¨®n significativa de los precios de mercado y la concesi¨®n de una ayuda por hect¨¢rea o por cabeza de ganado desvinculada de la producci¨®n. Esta orientaci¨®n fue posible no por ser productos continentales, sino por el car¨¢cter de commodities que tienen en el mundo.

Por el contrario, para las frutas y hortalizas, la adaptaci¨®n, no pretende una disminuci¨®n real de los precios de mercado, sino concurrir con productos de importaci¨®n con la renta de situaci¨®n y de calidad que tiene la producci¨®n comunitaria, y para ello es el sector productor, debidamente organizado, el que tiene que asumir el protagonismo de adaptaci¨®n a las exigencias del mercado.

Para ello, la propuesta concede a las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) el aut¨¦ntico protagonismo en el mercado, mediante la constituci¨®n de un fondo operativo, con participaci¨®n privada y p¨²blica, que permita esa adaptaci¨®n a las exigencias del mercado compatible con el mantenimiento de las rentas. Paralelamente, se reconducen los sistemas de retiradas a su condici¨®n de ¨²ltimo recurso excepcional en la regulaci¨®n, desincentivando un sistema que hab¨ªa conducido a nichos donde, con fondos p¨²blicos, se financiaba la destrucci¨®n de hasta el 70% de la producci¨®n de alg¨²n Estado miembro.

En la UE el sector hortofrut¨ªcola espa?ol es el de mayor importancia relativa -27% de su Producci¨®n Final Agraria (PFA)-, pero no lo es en valor absoluto ya que se encuentra superado por Italia. En todos los Estados existe un sector de cierta importancia, incluso en los pa¨ªses no mediterr¨¢neos.

Lo que, eso s¨ª, da al sector hortofrut¨ªcola espa?ol una caracter¨ªstica especial y singular, es su vocaci¨®n de exportaci¨®n, con lo que esto significa de din¨¢mismo, generaci¨®n de valor a?adido, capacidad de adaptaci¨®n a los mercados, etc¨¦tera.

Desde la integraci¨®n de Espa?a en la UE, nuestras exportaciones de frutas y hortalizas a la UE han crecido espectacularmente. Comparando los env¨ªos de 1994 con la media de los dos a?os previos a la adhesi¨®n, se observa un crecimiento del 40% para los c¨ªtricos, del 110% para las frutas dulces, del 1.50% para las otras frutas y del 90% para las hortalizas.

En lo que se refiere a la pol¨ªtica de retiradas, Espa?a no es un pa¨ªs que haga uso importante de este tipo de medidas de sost¨¦n. Por citar solamente algunos ejemplos y utilizando datos medios de las tres ¨²ltimas campa?as, podemos constatar que en manzanas se retir¨® el 14% de la producci¨®n comunitaria, pero Grecia el 34% de su producci¨®n, Francia el 29%, Holanda el 20%, B¨¦lgica el 18% y Espa?a el 10%. En melocotones, con una media comunitaria del 23%, Grecia retir¨® 0.61%.de su producci¨®n, Francia el 18%, Italia el 8% y Espa?a el 5%. En tomates, con una media del 1,2%, Holanda retir¨® el 5%, Francia y B¨¦lgica, el 2% y Espa?a e 0,1% (s¨®lo en limones tenemos un porcentaje de retiradas superior a la media).

Estos datos tienen su reflejo en t¨¦rminos presupuestarios, de tal forma que en el gasto comunitario en concepto de retiradas las de Grecia suponen cerca del 40% del total, las de Italia y Francia m¨¢s del 20% cada una, y las de Espa?a solamente el 10%.

A la vista de estas cifras, y ante la propuesta de reducci¨®n de los precios de retirada prevista en la reforma, hay que preguntarse a qui¨¦n perjudica esta reducci¨®n, si a los pa¨ªses que recurren puntual y coyunturalmente a la. retiradas o a los pa¨ªses que realizan retiradas permanentes y estructurales.

Reivindicaciones

Por otra parte, la propuesta de reforma incluye algunas de las reivindicaciones o peticiones hist¨®ricas espa?olas. As¨ª, por ejemplo, para los productos con retirada se ampl¨ªa el calendario a todo el a?o, cuesti¨®n de especial incidencia en nuestro tomate de invierno. Igualmente, se posibilita la retirada a trav¨¦s del fondo operativo para productos que no ten¨ªan precio de intervenci¨®n, aspecto que ser¨¢ muy importante para regular nuestra campa?a de fresas. En frutas y hortalizas transformadas se mantiene pr¨¢cticamente el modelo anterior e incluso se avanza en la buena direcci¨®n permitiendo la movilidad de las cuotas nacionales de tomate. Finalmente, recoge, aunque no con la rotundidad que habr¨ªamos deseado, el tratamiento espec¨ªfico para los productos sensibles de incidencia regional afectados por una fuerte concurrencia internacional, como es el caso de los ajos y esp¨¢rragos en conserva.El Gobierno ha considerado que la propuesta es una buena base de trabajo para llegar a un acuerdo que defienda los intereses nacionales. Pero, con el fin de lograr una mejora de la misma, pediremos que el fondo oerativo sea lo ¨¢gil para que las OPFH asuman el protagonismo en la regulaci¨®n del mercado que se pretende; estaremos atentos a que el periodo transitorio sea lo suficientemente amplio y emandaremos que la financiaci¨®n p¨²blica del fondo operativo se haga con fondos comunitarios.

Mantener posturas ecl¨¦cticas o contradictorias, transmitir la idea de un rechazo global de la propuesta por parte de la profesi¨®n y de la sociedad espa?ola o presionar excesivamente al Gobierno con peticiones maximalistas, puede conducir a debates interminables y al fracaso de la propuesta. Quiz¨¢ es lo que algunos quieren. ?Por qu¨¦?