Espa?a cambia su imagen en la UE al lograr estrechar la relaci¨®n con Estados Unidos
A Espa?a se la conoce en la Uni¨®n Europea (UE) por defender los fondos de cohesi¨®n, las ayudas al Magreb y estrechar lazos con Latinoam¨¦rica. La presidencia espa?ola de la UE ha logrado, al impulsar una puesta al d¨ªa de la relaci¨®n entre Estados Unidos y los Quince, que quedar¨¢ plasmada en la Nueva Agenda Transatl¨¢ntica, desmarcarse de su imagen tradicional de socio mediterr¨¢neo y demostrar su inter¨¦s por todas las cuestiones que ata?en a la UE.
A principios de a?o, a la diplomacia espa?ola se le ocurrieron dos ideas para poner de relieve en diciembre que sus intereses eran universales: renovar la relaci¨®n transatl¨¢ntica con EE UU y organizar conjuntamente con Singapur la primera cumbre de jefes de Gobierno de la UE y de la Asociaci¨®n de Pa¨ªses del Sureste Asi¨¢tico. Al final, s¨®lo retuvo la primera. La cumbre se celebrar¨¢, pero dentro de tres meses, en Bangkok, bajo presidencia italiana y tailandesa.El presidente norteamericano, Bill Clinton, pisar¨¢ suelo espa?ol hoy por la tarde por primera vez desde que accedi¨® a la Casa Blanca. Permanecer¨¢ en nuestro pa¨ªs menos de 16 horas.
Clinton llegar¨¢ al pabell¨®n de Estado del aeropuerto de Barajas, procedente de la base norteamericana Bad Kreuznach (Alemania), donde habr¨¢ inspeccionado a las tropas que partir¨¢n a Bosnia.
Acompa?ado por su mujer, Hillary, recorrer¨¢ primero el Museo del Prado y asistir¨¢ despu¨¦s a una cena que le ofrecer¨¢ el Rey en el Palacio Real. Ma?ana, domingo, desayunar a en La Moncloa con el jefe del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, y ambos participar¨¢n despu¨¦s en una sesi¨®n de trabajo con el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jacques Santer.
Los tres suscribir¨¢n a continuaci¨®n la nueva Agenda Transatl¨¢ntica en presencia del secretario de Estado, Warren Christopher, del representante de Clinton para el Comercio Exterior, Mickey Kantor, y del comisario europeo, Leon Brittan.
Tras el acto solemne, Clinton regresar¨¢ a Barajas, donde recibir¨¢ durante 20 minutos al l¨ªder del Partido Popular, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, antes de embarcar rumbo a Washington en el avi¨®n Boeing presidencial, Air Force One.
La Agenda Transatl¨¢ntica es el documento que actualiza la relaci¨®n de Europa con EE UU, hasta ahora regida por una declaraci¨®n adoptada hace cinco a?os. Unidos durante la guerra fr¨ªa frente a un enemigo com¨²n, la URSS, Washington y sus socios europeos han plasmado ahora por escrito nuevas razones para mantener estrechos v¨ªnculos. De lo contrario, manifestaba el primer ministro belga, Jean Luc Dehaene, "los lazos que nos mantienen juntos perder¨ªan fuerza".
Las frecuentes disputas comerciales -la ¨²ltima la del banario-, los desacuerdos en Bosnia y el veto norteamericano al anterior aspirante europeo a dirigir la OTAN, el holand¨¦s Ruud Lubbers, hab¨ªan enturbiado un poco la relaci¨®n.
Dos altos funcionarios espa?oles, Javier Conde y Francisco Villar, han trabajado desde el verano en un llamado grupo de alto nivel para intentar enderezarla.
La diplomacia espa?ola ha ganado puntos en el Departamento de Estado, y ¨¦ste es probablemente un factor, entre otros muchos, que ha contribuido a que Washington vea con buenos ojos la candidatura de Solana a la Secretar¨ªa General de la Alianza Atl¨¢ntica.
"Hoy d¨ªa nos enfrentamos con nuevos desaf¨ªos dentro y fuera de nuestras fronteras", reza el documento. "Para hacerles frente, debemos reforzar a¨²n m¨¢s y adaptar nuestra asociaci¨®n, que ha sido tan provechosa". "Durante los ¨²ltimos 50 a?os, la relaci¨®n transatl¨¢ntica ha sido fundamental para la seguridad y prosperidad de nuestros pueblos", concluye. "Nuestras aspiraciones para ¨¦l futuro deben estar a la altura de nuestros logros en el pasado", concluye.
120 ¨¢mbitos de cooperaci¨®n
Clinton, Gonz¨¢lez y el presidente de la Comisi¨®n. Europea, Jacques Santer, suscribir¨¢n hoy la Nueva Agenda y el Plan de Acci¨®n, que abarca nada menos, que 120 ¨¢mbitos de cooperaci¨®n, desde el fomento de la democracia en el mundo hasta el apoyo al proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo, pasando por la lucha contra el crimen organizado y el tr¨¢fico de drogas, sin olvidar la coordinaci¨®n de la ayuda humanitaria al Tercer Mundo o la creaci¨®n de redes cient¨ªficas. Algunos de estos cap¨ªtulos deber¨¢n ser desarrollados mediante acuerdos espec¨ªficos.
Bay, sin embargo, un objetivo, esgrimido el pasado 1 de junio en Madrid por el secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, que no figura en la declaraci¨®n. Europa y Estados Unidos no acabar¨¢n, por ahora, convirti¨¦ndose en una zona de libre comercio como la que est¨¢ cre¨¢ndose entre los tres pa¨ªses de Norteam¨¦rica.
Ni los unos ni los otros han querido que sea realidad lo que los expertos llamaban ya el Transatlantic Free Trade Area (Tafta). La Administraci¨®n norteamericana tem¨ªa los problemas internos que pod¨ªa traerle esa apuesta en a?o electoral y despu¨¦s de haber tenido que lidiar con el Congreso para lograr sacar adelante en 1993 el Tratado de Libre Comercio con M¨¦xico y Canad¨¢, que entr¨® en vigor en 1994.
Los europeos estaban divididos sobre la cuesti¨®n. Los m¨¢s librecambistas, como el Reino Unido, Holanda y Alemania, abogaron por crear esa zona. Encabezados por Francia, nueve Estados miembros, entre los que figura Espa?a, les derrotaron en octubre.
El libre comercio ha quedado diluido. En la Nueva Agenda s¨®lo se habla ya de hacer un estudio conjunto analizando la posibilidad de eliminar m¨¢s barreras comerciales t¨¢rifarias y no tarifar¨ªas o incluso suprimirlas.
El comercio transatl¨¢ntico asciende anualmente a algo m¨¢s de 200 billones de pesetas, mientras el intercambio de mercanc¨ªas y servicios entre EE UU y sus socios de Asia es todav¨ªa un 65% inferior al que tienen con la UE.
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