Escritores y editores ponen en duda la literatura 'de dise?o' para adolescentes

Aunque se oyen constantemente los lamentos de lo poco que leen los adolescentes, las cifras de aceptaci¨®n de la literatura juvenil no son desde?ables. Se editan cerca ded 5.000 t¨ªtulos cada a?o y el mercado se reactiva de cara a las Navidades. Este aspecto no deja de llamar la atenci¨®n de profesores y autores, que consideran que a esa edad ya deber¨ªan estar leyendo libros de adultos y que los t¨ªtulos que aparecen cada a?o no son m¨¢s que un g¨¦nero inventado y oportunista. Por otro lado, est¨¢n los que piensan que la literatura juvenil debe ser para los adolescentes de hoy como un traje a medida. En estos d¨ªas, y hasta el 6 de enero, se desarrolla en la Casa de Vacas, del Retiro madrile?o, el XIX Sal¨®n del Libro Infantil y Juvenil.

Victoria Fern¨¢ndez, directora de la revista de literatura infantil y juvenil CIJ, ha abordado este debate en varias ocasiones: su ¨²ltimo n¨²meroa Julio Verne, el cl¨¢sico juvenil por excelencia. "La literatura juvenil est¨¢ en auge, pero hay muchos que piensan que es un fen¨®meno comercial", dice. Las preguntas fundamentales sobre este tema aluden a si se trata o no de un g¨¦nero inventado y si los j¨®venes se interesan verdaderamente por ¨¦l. "Para algunos este tipo de libros representa una importante transici¨®n hacia la literatura de adultos, pero, sin duda, los j¨®venes que son lectores de verdad no necesitan este paso y no leen estos libros".Ese delicado momento recae casi exclusivamente en la tutor¨ªa de los maestros. "El auge comercial de estos libros se debe fundamentalmente a los profesores que recomiendan estos como obligatorios para sus cursos. La base para crear lectores est¨¢ en el profesor que realmente lea, cosas que muchos admiten que no es as¨ª. Es un asunto de educaci¨®n, que se d¨¦ importancia a la lectura desde que son peque?os, que se les ense?e realmente a leer, que es como ense?arles a pensar. El que no sabe leer y escribir correctamente no sabe organizar pensamientos", a?ade Victoria Fern¨¢ndez

Quiz¨¢ por eso es que algunos de los aut¨¦nticos ¨¦xitos de ventas juveniles -muy bien recibidos tambi¨¦n por los mayores- de los ¨²ltimos a?os hayan sido ensayos como los de Fernando Savater, ?tica y Pol¨ªtica para Amador, El mundo de Sof¨ªa, de Jostein Gaarder, y Como una novela, de Daniel Pennac. Todos ellos pretenden orientar y ense?ar a los j¨®venes a tomar, sus propias decisiones en relaci¨®n al mundo del pensamiento y la creaci¨®n.

Fernando Savater es autor, adem¨¢s, de La infancia recuperada, donde recuerda sus lecturas de formaci¨®n. Seg¨²n ¨¦l, un verdadero lector puede hacer convivir gustos que para otros son contradictorios. "Se puede decir que los libros de ficci¨®n para j¨®venes son prefabricados, pero lo son desde hace mucho", asegura. "Muchos de los que hasta ahora son considerados cl¨¢sicos fueron en su momento nuevos libros para j¨®venes, o al rev¨¦s. Moby Dick fue escrita como una novela para adultos. La literatura juvenil no es excluyente, se puede Blyton y a Dostoievski. En mi ¨¦poca le¨ªamos c¨®mics con el mismo placer que otros cl¨¢sicos literarios". Savater s¨ª piensa que este puente es necesario. "Esos libros ayudan a perder el miedo a la lectura. Hacen m¨¢s liviana transici¨®n. Lo insano es crear una burbuja con libros que sean hechos s¨®lo para ello".

Daniel, M¨²gica, que inici¨® hace unos meses una colecci¨®n de novelas para adolescentes, La Senda del Elefante, con temas actuales como la ecolog¨ªa, el racismo o la corrupci¨®n del poder, cree que es necesario abordar estos temas y utilizar un lenguaje accesible. "La nueva literatura tiene que estar muy cerca de la imagen", comenta. "El cine y las artes de la imagen son los aliados perfectos, no los enemigos de la literatura. La literatura actual que prescinde de esto resulta muy espesa".

Andreu Mart¨ªn, uno de los autores espa?oles mas le¨ªdos por los j¨®venes, sigue sacando partido a las aventuras de su h¨¦roe, la ¨²ltima titulada Flannagan de luxe. ?l es un partidario ac¨¦rrrimo de la literatura juvenil, y no s¨®lo por lo que le va en ello. "Los resultados est¨¢n a la vista", afirma. "He ido por institutos de varias ciudades espa?olas y encuentro que ahora los ni?os leen m¨¢s y mejor que lo que yo lo hac¨ªa en mi ¨¦poca".

Acercar el lenguaje

"Lo que ellos necesitan es una literatura a su medida, que se haga eco de los temas que les interesan y lo hagan en un lenguaje cercano. He descubierto, y los profesores tambi¨¦n, que con estos libros se crea una verdadera adicci¨®n del chico a la lectura".

Los c¨®digos han cambiado y, si bien es la edad ideal para adentrarse en los cl¨¢sicos de aventuras, ¨¦stos ya no deslumbran a los nuevos lectores. "Si ahora le das a un ni?o La isla del tesoro, probablemente le parecer¨¢ una casta?a. Mi hija de cuatro a?os sabe ya ver pel¨ªculas en la tele y manejar el rat¨®n del ordenador. Su capacidad de comprensi¨®n y su mundo imaginativo requieren otro tipo de historia y estructura de la que a nosotros nos pod¨ªa fascinar".

Seg¨²n Andreu Mart¨ªn, el problema viene despu¨¦s. "?Por qu¨¦ no contin¨²an leyendo cuando salen del instituto? Simplemente, porque los adultos de su entorno no leen. A un muchacho de 14 a?os le resulta sospechoso que maestros y padres le digan que es muy bueno leer, y que vea que ellos no lo hacen. En Espa?a no hay tampoco una literatura a la medida de los adultos no cultos -aunque yo considero que todos somos cultos-, una literatura popular".