Ra¨²l y Laudrup, camimos de ida y vuelta
Laudrup, en su camino de vuelta, y Ra¨²l, en su camino de ida, tienen esta noche uno de esos partidos que. se juegan en la frontera del triunfo y el fracaso, y sirven para saber qui¨¦n es qui¨¦n. Si aceptamos como cierta la definici¨®n de Anthony Burgess, "el prop¨®sito del arte es disparar la imaginaci¨®n", Laudrup es un artista. Se trata de uno de esos jugadores que despoja al f¨²tbol de toda suciedad, groser¨ªa, fealdad; luego, limpio de defectos, se lo ofrece al p¨²blico. De hecho, juega bien con tanta cordialidad que hasta los rivales quedan contentos. Como est¨¢ mejor dotado para lo extraordinario que para lo ordinario, le cuesta jugar el partido que dibujan los entrenadores, pero s¨®lo por presencia dignifica el eipect¨¢culo, intimida al adversario y propaga el buen gusto entre sus compa?eros. El talento de Laudrup, como el de todos los jugadores grandes, se expresa enga?ando. De hecho, cualquiera de sus asistencias es una antolog¨ªa de mentiras bien contadas. Por eso, quien quiera adivinar sus intenciones no debe nunca mirarle a los ojos. El poder de su fascinaci¨®n es tan contagioso que a los pocos d¨ªas de llegar al Real Madrid hasta el utillero alcanzaba el bal¨®n con la mirada puesta en otra parte. Su atrevida creatividad le lleva a jugar al l¨ªmite del riesgo, de modo que de sus apariciones depende el peligro, pero no el manejo del partido.Hay mil maneras de ser un gran jugador; si Laudrup es un dandy que interviene para fascinar con detalles deslumbrantes, o Romario es un felino que espera con aire desganado el momento de pegarle un bocado al partido, Ra¨²l no. Ra¨²l es la gran figura y el mejor gregario; el ciudadano Staj¨¢nov y, al mismo tiempo, un poeta barriobajero con piernas de alambre que se tuercen, frenan y le eligen un destino de valor gol al bal¨®n: un compa?ero delante del portero o un rinc¨®n de la porter¨ªa (la Juve ya lo sabe). Contenta a las estad¨ªsticas y a la inteligencia, conmueve por su generosidad y orgullo, es apto para la emoci¨®n y para la eficacia. Gusta a todos porque sirve para todo. Como conoce la esencia del juego tiene poder de s¨ªntesis y va hacia el gol tomando atajos. Sabe jugar de espalda y de frente a la porter¨ªa, tirarse hacia los lados o hacia atr¨¢s, jugar por delante o por detr¨¢s de la l¨ªnea imaginaria del bal¨®n. Presiona, roba o interrumpe si el bal¨®n es del rival, se muestra siempre si la tiene su equipo y, cuando le llega, encara, enga?a, regatea, pasa y tira. De su personalidad excesiva nacen algunos de sus defectos porque a¨²n debe entender que la velocidad es enemiga de la precisi¨®n, que no se puede jugar en tres puestos al mismo tiempo, ni terminar en gol cada jugada.
Laudrup y Ra¨²l, el pasado y el futuro, el eterno talento como arma desequilibrante en donde el Real Madrid pone su esperanza y la Juve sus temores.
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