Francia vuelve a un Schengen limitado a Espa?a y Alemania

Francia anunci¨® ayer su reintegraci¨®n a la disciplina del espacio Schengen. Las fronteras, cerradas el verano pasado como reacci¨®n a la oleada de atentados cometidos por integristas isl¨¢micos -y, oficiosamente, como gui?o a los gaullistas euroesc¨¦pticos-, ser¨¢n reabiertas. Aunque no todas: espa?oles y alemanes podr¨¢n pasar sin controles, pero belgas y luxemburgueses seguir¨¢n mostrando el pasaporte. Y eso porque m¨¢s all¨¢ de B¨¦lgica y Luxemburgo est¨¢ Holanda, un pa¨ªs que ha pasado a engrosar la ya larga lista de enemigos de Jacques Chirac en la Uni¨®n Europea.El presidente de Francia no oculta su ambici¨®n de convertirse en el l¨ªder moral de Europa. Chirac, que en 1976 lanz¨® el muy chovinista llamamiento de Cochin contra "el partido del extranjero" (los giscardianos, es decir, los europe¨ªstas), cree ahora que su presidencia pasar¨¢ a la historia por los avances en el proceso de integraci¨®n continental. El diario Le Monde llega a afirmar en su edici¨®n de hoy que "las circunstancias le designan [a Chirac] claramente como el profeta que podr¨ªa salvar Europa".

Conocido el objetivo de "salvar Europa", resulta peculiar el m¨¦todo con que el profeta Chirac intenta alcanzarlo. Para empezar, ha procurado enemistarse con el mayor n¨²mero posible de socios. Con italianos y belgas, las relaciones son muy fr¨ªas desde que los Gobiernos de ambos pa¨ªses se opusieron a los ensayos nucleares franceses. En el caso de Italia hubo m¨¢s que un roce diplom¨¢tico: Jacques Chirac y Lamberto Dini se declararon mutua aversi¨®n personal. A la lista negra del El¨ªseo se ha incorporado Holanda, calificado por los gaullistas de "narco-Estado".

Chirac sostiene la tesis de que los problemas europeos con la droga proceden de la legislaci¨®n holandesa, que tolera el consumo de estupefacientes suaves. Y, por tanto, est¨¢ dispuesto a cerrar la frontera francesa a los holandeses hasta que ¨¦stos se comprometan solemnemente a "prohibir la producci¨®n y el. comercio de todas las formas de droga". Holanda podr¨ªa recordarle a Chirac que, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, el vino franc¨¦s pertenece a la misma categor¨ªa de drogas que el Cannabis.

A esta red de amigos,Chirac suma una relaci¨®n distante con el alem¨¢n Helmut Kohl (la qu¨ªmica entre el canciller y Mitterrand era personal e intransferible) y constantes divergencias de fondo con los brit¨¢nicos a causa de las f¨®rmulas liberales que el Gobierno insular propone para la UE. Con este bagaje diplom¨¢tico, el presidente franc¨¦s acude a la conferencia intergubernamental (CIG) con el objetivo de dotar a la UE de un ",contenido social" dirigido espec¨ªficamente a la lucha contra el desempleo.