TurkyiImaz y nada m¨¢s
La l¨ªnea recta. La geometr¨ªa nos ense?a que la l¨ªnea recta es la distancia m¨¢s corta entre dos puntos. Y el camino m¨¢s r¨¢pido, se supone. Pero en f¨²tbol no es as¨ª, aunque los ingleses se empe?en en ignorarlo. El f¨²tbol, como la guerra y el amor, necesita de la astucia, la paciencia, la maniobra de flanco, el roneo. Pero, ?ay!, los ingleses se resisten a admitirlo, y por eso todav¨ªa hacen papelones como el de ayer.La paradoja. Y lo curioso es que sobre el campo hab¨ªa jugadores para intentar otra cosa: Gascoigne, Paul Ince, McManaman, Anderton, gente para elaborar o para desbordar por las alas. Gente a la que el culto a la forma tradicional de juego de la isla sac¨® del partido. El gol lleg¨® en una de las rar¨ªsimas combinaciones maduradas entre Gascoigne, Ince y Shearer. El resto fue la nada.
Demasiado miedo. Suiza sali¨® con demasiado miedo. Geiger, un veterano central con m¨¢s de 100 partidos en su selecci¨®n, fue situado como medio centro, como primera protecci¨®n de la defensa. Era innecesario porque el juego ingl¨¦s, tan previsible, no exig¨ªa mayores precauciones. Y con Geiger ah¨ª, para Suiza, todo arrancaba mal.
Los cambios. Cuando Arthur Jorge se decidi¨® a quitar a Geiger y hacer cambios que le inyectaran m¨¢s f¨²tbol a su equipo, entre otros la inclusi¨®n de Chapuisat, Suiza fue mucho m¨¢s. Durante el ¨²ltimo cuarto de partido Inglaterra vivi¨® encogida en su ¨¢rea y todo Wembley contuvo el aliento. El empate fue quiz¨¢ un premio corto para Suiza.
Turkyilmaz. Revivi¨® un partido malo. Jug¨® aislado durante una hora larga. Al final, tuvo compa?eros en los que apoyarse. Siempre lo hizo todo bien. Recibiendo de espaldas o de perfil, abri¨¦ndose a las bandas, buscando el remate o al compa?ero desmarcado. Todo un delantero.
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