"Quemar¨ªa el circo si se acabaran los ni?os"
Circo Ruso de Cristo es un peregrino que viaja hacia una gloria inencontrable. Cinco generaciones de Cristo lo saben. Ocho leones, ocho tigres y 180 personas, ahora, contin¨²an la b¨²squeda de lugar en lugar. Pregunta. ?Qu¨¦ diferencia un banco de un circo?
Respuesta. El banco es negocio de especuladores y el circo es cosa de rom¨¢nticos.
P. Federico Fellini, el ¨²ltimo amante del circo, ?qu¨¦ encontraba en el circo?
R. Descubr¨ªa la tragedia.
P. ?Tiene algo de Cristo?
R. A veces, s¨ª; por el sufrimiento.
P. El domador Cristo, ?doma tambi¨¦n a las faldas?
R. No, las faldas s¨®lo se dejan domar por personas m¨¢s deshumanizadas.
P. ?C¨®mo admiran las mujeres su valor?
R. Lo que s¨¦ admira es el carisma de la persona, y ese cari?o es lo que dejar¨¦ a mis hijos.
P. ?Llega a ser m¨¢s fiero que una fiera? .
R. Eso es imposible; pero el amor propio puede forzar nuestro instinto animal.
P. ?Qu¨¦ ser¨ªa el circo sin la fiera frente al hombre?
R. Perder¨ªa lo que tiene de cultura; la civilizaci¨®n empez¨® con el dominio del hombre sobre la fiera.
P. ?Qu¨¦ es un le¨®n?
R. Es un valiente.
P. ?Qu¨¦ es un tigre?
R. Un cobarde muy inteligente que ataca por la espalda.
P. ?Qu¨¦ le posee frente a un le¨®n?
R. Soy otro Cristo; de ser el mismo no duraba una funci¨®n.
P. ?Reza antes de enfrentarse a la fiera?
R. S¨ª, el Padrenuestro...
P. ?Ha encontrado una mujer o un hombre m¨¢s fiero que un tigre?
R. No m¨¢s fieros, pero s¨ª m¨¢s traidores y peligrosos.
P. ?Ha imaginado morir en las garras de un le¨®n?
R. S¨ª, ya lo he vivido; estuve cl¨ªnicamente muerto.
P. ?Un le¨®n lo entiende mejor a usted o al l¨¢tigo?
R. El l¨¢tigo es como la rienda de un caballo, para dirigir.
P. ?Es posible que lo zampe un le¨®n?
R. Por supuesto, ya han zampado a otros.
P. ?Acabar¨¢ sano en esta profesi¨®n?
R. Ya no puedo acabar, por las secuelas...
P. ?Qui¨¦nes son los espectadores del circo?
R. Los ni?os de 4 a, 90 a?os.
P. ?Qu¨¦ encuentran los ni?os en el circo?
R. Les mantiene vivas la fantas¨ªa y la ilusi¨®n.
P. De no ser domador, ?qu¨¦ podr¨ªa ser?
R. Todo lo que sea espect¨¢culo.
P. ?Se divierte fuera del circo?
R. Trabajando.
P. Un hombre que vive de tigres y leones, ?qu¨¦ piensa de un presidente del Gobierno?
R. Del presidente actual pienso que se haya acertado en la elecci¨®n.
P. ?Le queda tiempo para leer algo?
R. S¨ª; ahora leo Diplomacia, de Henry Kissinger.
P. ?Qu¨¦ tiene que ver usted con la diplomacia?
R. El circo es una torre de Babel.
P. ?Qu¨¦ es el miedo?
R. Es el riesgo.
P. ?En qu¨¦ caso quemar¨ªa el circo?
R. Si se acabaran los ni?os.
P. ?Cu¨¢ntos kilos le faltan por boca de fiera?
R. M¨¢s de uno. Pero, sobre todo, me faltan nervios y capacidad de sufrimiento.
P. Ser domador, ?puede volverle loco?
R. Todos los domadores estamos un poco locos.
P. ?Qu¨¦ sue?a el domador A. Cristo a estas alturas?
R. Hay dos tragedias: una cuando no consigues lo que amas; otra, si lo consigues.
P. ?Ama los gatos?
R. No, no me gustan.
P. ?El circo es un arte?
R. S¨ª, arte, profesionalidad y cultura.
P. ?Es usted un artista?
R. S¨ª, va en mi sangre.
P. ?Le subvenciona el Ministerio de Cultura?
R. No, hubo una voluntad de Felipe Gonz¨¢lez.
P. ?Por qu¨¦ se protege el cine y no el circo?
R. Porque en el cine hay intereses creados.
P. ?Le alcanza para pagar a las 180 personas que lleva en el circo?
R. A veces, si; a veces, no. Pero somos una familia.
P. ?Hay un rito para enterrar a un le¨®n muerto?
R. El rito es el que yo llevo dentro por perderlo.
P. ?Le han creado m¨¢s l¨ªos las mujeres o las fieras?
R. M¨¢s cicatrices, las fieras; pero en el coraz¨®n...
P. ?Morir¨¢ en el circo?
R. No lo s¨¦, pero me gustar¨ªa, cuando llegue el momento.
P. ?Le queda algo por decir?
R. S¨ª, que tengo un espect¨¢culo de circo para Madrid desde febrero,y el Ayuntamiento se escurre, se burla de m¨ª, o no s¨¦.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.