Fin de fiesta con grandes innovadores del teatro
El Festival Internacional de Edimburgo y el Fringe (festival alternativo) han entrado ya en la recta final de su 50? edici¨®n. Uno y otro se complementan y hasta se necesitan. La ciudad es as¨ª durante tres semanas una gran fiesta de las artes esc¨¦nicas en sus m¨¢s variadas est¨¦ticas, con grandes innovadores del teatro y la danza (Pina Bausch, Robert Wilson, Peter Stein ... ) concentrados en los ¨²ltimos d¨ªas.
Los dos festivales no se plantean en primer lugar la excelencia, sino la b¨²squeda de respuestas al sensibilidades culturales en cambio. El protagonismo fundamental lo adquiere as¨ª la propia ciudad, capaz de acoger en sus espacios un ambiente joven, cosmopolita y abierto. No es raro, entonces que uno de los espect¨¢culos m¨¢s destacados del Fringe haya sido Where ravens rule, reflexi¨®n teatral y po¨¦tica de una hora de duraci¨®n sobre la guerra de Bosnia (algo muy oportuno en un festival que naci¨® como intento de recuperaci¨®n cultural; tras la Segunda Guerra Mundial), ni tampoco que Haydn sea el compositor m¨¢s interpretado! del Festival Internacional.En la conferencia de apertura, George Steiner plante¨® la necesidad de vivir en los festivales no solamente la alternancia entre creadores del pasado y del presente, o de una y otras disciplinas art¨ªsticas, sino de ir m¨¢s all¨¢ y profundizar en el propio proceso de la creaci¨®n, lo que se materializar¨ªa en la asistencia a ensayos y a encuentros en que se debatiese el sentido de la obra cultural. Si algo caracteriza a Edimburgo frente a otros festivales es precisamente ese car¨¢cter reflexivo no dogm¨¢tico, ese lado popular al que se suma hasta la propia universidad con charlas en la hora del almuerzo (cada uno se lleva el suyo, claro) que van desde los madrigales de Monteverdi hasta los cuartetos de Haydn o el estreno de una obra de MacMillan, sin olvidar temas teatrales como Hamlet, T¨ªo Vania o Botho Strauss.
Riesgos privados
Incluso los patrocinadores privados asumen aqu¨ª riesgos inso?ables en otros lugares. Sus aportaciones en conjunto ascienden este a?o a 1,25 millones de libras (242 millones de pesetas), un 25% m¨¢s que el a?o pasado, lo que sumado a los 1,3 millones que aporta la ciudad de Edimburgo (252 millones de pesetas) y a las 750.000 libras (145 millones de pesetas) del Consejo de las Artes Escoc¨¦s, permite sufragar una parte considerable de los 5,5 millones de libras del presupuesto global (m¨¢s de mil millones de pesetas), sin que los precios se disparen, sino todo lo contrario. Edimburgo es, probablemente, el festival de primera fila m¨¢s asequible econ¨®micamente de Europa.Solamente un festival tan sorprendente como ¨¦ste osa plantearse un ciclo de 18 conciertos dedicados a los cuartetos de Haydn, donde seis grupos diferentes interpretan 46 de los 68 que compuso el genial m¨²sico. Esto, unido a la programaci¨®n de m¨¢s de una docena de sus sinfon¨ªas, y a oratorios como La Creaci¨®n, hace que la m¨²sica innovadora y bienhumorada de Haydn se haya convertido en el sonido m¨¢s familiar de esta edici¨®n del festival.
Otra cuesti¨®n es la disposici¨®n de int¨¦rpretes y p¨²blico ante los conciertos. El cuarteto Lindsay hizo anteayer, en mangas de camisa, una lectura espont¨¢nea y vitalista de los Opus 55, n¨²meros 2 y 3 de Haydn, ante un p¨²blico que abarrotaba la iglesia de S. Cuthbert y, por la noche, con indumentaria m¨¢s seria, se traslad¨® a la catedral de S. Giles para ofrecer una interpretaci¨®n poderosa y emotiva de la versi¨®n para cuarteto de cuerda de Las siete ¨²ltimas palabras de Cristo, impresionante obra cuyo encargo le vino a Haydn desde C¨¢diz, con lo que la ciudad andaluza se une a su vecina Sevilla en la presencia espa?ola en el festival, acompa?ando a la magn¨ªfica exposici¨®n dedicada a Vel¨¢zquez en la Galer¨ªa Nacional de -Escocia.
Otro de los ciclos musicales m¨¢s apreciados, seg¨²n se desprende por las ventas en taquilla, es el de cinco conciertos dedicados a la m¨²sica de c¨¢mara con piano de Brahms, que tiene lugar por las ma?anas en el Queen's Hall, a cargo de Andr¨¢s Schiff y sus amigos. D¨²os, tr¨ªos o cuartetos del compositor hamburgu¨¦s son vividos en un ambiente c¨¢lido y juvenil (j¨®venes de todas las edades, por supuesto). El tr¨ªo para viol¨ªn, trompa y piano; la segunda sonata de violonchelo y la tercera de viol¨ªn, interpretadas ayer, tuvieron lecturas sosegadas y vibrantes, con un Andr¨¢s Schiff menos autocontemplativo que en el Mozarteum de Salzburgo hace unas semanas con Bach, demostrando que es uno de los mejores m¨²sicos de c¨¢mara que existen en la actualidad.
Seguir todos los espect¨¢culos del Fringe es una tarea imposible. Hay m¨¢s de 500 actuaciones diarias en 1999, lugares diferentes, desde las 9,30 horas hasta pasada la medianoche. En una selecci¨®n al azar se encuentran desde espect¨¢culos sorprendentes a otros obvios. Lo que permanece es en cualquier caso, la capacidad de movilizaci¨®n, la fe en la cultura teatral.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.