?Espa?a?: no hay visado

"Los franceses tienen visado porque est¨¢n con nosotros", dice Abdel Ibrahini, responsable de darlos en la Embajada iraqu¨ª en Amm¨¢n. "Para entrar en Irak hay que ser de la CNN o de pa¨ªses amigos", a?ade tras subirse a un lujoso Mercedes. Otro malhumorado empleado iraqu¨ª, que apareci¨® fugazmente en la puerta de entrada, espet¨®: "Espa?a se ha alineado con los agresores". "No visa. No visa". "Vuelva ma?ana", escupe antes de cerrar la ventanilla con violencia. La ¨²nica custodia del edificio de legaci¨®n iraqu¨ª es un escu¨¢lido soldado jordano que est¨¢ aprendiendo ingl¨¦s a fuerza de la repetici¨®n de las ¨®rdenes de adentro. "Tomorrow", recita, pero ma?ana nunca llega.Confusi¨®n y disgusto es lo que reina ante la representaci¨®n de Sadam Husein en Amm¨¢n, en cuyas aceras acampan m¨¢s de tres centenares de periodistas de todo el mundo, deseosos de entrar en Bagdad a pesar de las 17 horas de viaje en autom¨®vil. El responsable de la discriminatoria pol¨ªtica de visados, Adel Ibrahim, es un bur¨®crata vulnerable a las ofertas y un hombre casado, con m¨¢s predisposici¨®n a recibir reporteras que reporteros. Ibrahim, sin embargo, ten¨ªa anoche poco campo de maniobra. Era su ¨²ltima noche en Amm¨¢n. El Gobierno jordano lo ha expulsado por ser esp¨ªa de Bagdad. Lo ¨²nico visible que dej¨® Ibrahim eran grupos de iraqu¨ªes que acud¨ªan a recoger posters de su l¨ªder, Sadam.