?Qu¨¦ hacer ahora?

El problema que ahora se presenta para la Administraci¨®n norteamericana es el de qu¨¦ hacer a partir de ahora en Irak. Por un lado, aunque el pretexto de esta intervenci¨®n fue el de proteger a los kurdos, la amenaza contra esa poblaci¨®n sigue casi intacta, puesto que EE UU no ha actuado en el norte, donde se produjo la represi¨®n iraqu¨ª. Al mismo tiempo, Washington tiene que estar preparado para responder a cualquier acci¨®n imprevista por parte de Sadam Husein en defensa de su soberan¨ªa nacional."Creemos que se han producido algunos movimientos de tropas (en el norte)... Pero el hecho es que las divisiones iraqu¨ªes siguen todav¨ªa en las proximidades y en posici¨®n de actuar en Arbil", reconoci¨® ayer el general Joseph Ralston.

Si el presidente Bill Clinton quiere actuar decisiva mente contra Sadam Husein, el siguiente paso en este conflicto podr¨ªa ser una acci¨®n directa contra las unidades de la Guardia Republicana, el cuerpo de ¨¦lite del Ej¨¦rcito iraqu¨ª, que se encuentran desplazadas en el norte. Algunas voces en el Congreso suger¨ªan ayer una iniciativa de ese tipo, pero la Casa Blanca tiene antes que analizar cuidadosamente las consecuencias pol¨ªticas y militares de esa de cisi¨®n.

"Me gustar¨ªa saber cu¨¢l es el plan B en el caso de que los iraqu¨ªes no se retiren de Arbil o si se producen nuevas agresiones", declar¨® ayer el senador republicano John McCain, uno de los m¨¢s influyentes en asuntos de pol¨ªtica exterior y uno de los principales colaboradores del candidato republicano a la presidencia, Bob Dole.

Bill Clinton, que ha conseguido un respaldo del 73% de la poblaci¨®n a la forma en que est¨¢ dirigiendo esta crisis, seg¨²n una encuesta de la cadena ABC, no ha dado indicaciones definitivas de hasta d¨®nde podr¨ªa llegar, pero dijo ayer: "No sabemos qu¨¦ va a hacer Sadam Husein, pero ¨¦l ya sabe que se paga un precio por pasarse de la raya".