La polic¨ªa de Corea act¨²a con dureza contra miles de huelguistas
La polic¨ªa antidisturbios de Corea del Sur volvi¨® a emplearse con dureza para reprimir a decenas de miles de huelguistas que se manifestaban ayer por la calles de Se¨²l en protesta por la nueva legislaci¨®n laboral introducida sorpresivamente por el Gobierno. Ante la magnitud del conflicto, una delegaci¨®n de la Confederaci¨®n Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) ha llegado a Se¨²l para entrevistarse con los sindicalistas surcoreanos y denunciar la violaci¨®n de los derechos de los trabajadores que supone esa reforma laboral.
La polic¨ªa intent¨® por tres veces detener a los siete dirigentes sindicales surcoreanos que se refugian en una catedral de Se¨²l, pero no lo lograron por la oposici¨®n de un grupo de manifestantes. Las fuerzas antidisturbios utilizaron gases lacrim¨®genos contra numerosos grupos de huelguistas que protestan contra la reforma laboral del Gobierno que permite el despido libre.Mientras se produc¨ªan esos incidentes, dirigentes de la CIOSL llegaban a Se¨²l para expresar la solidaridad del movimiento sindical mundial con los huelguistas. Guy Ryder, director de la confederaci¨®n, y otros responsables se comprometieron a "una mayor presi¨®n" sobre el Gobierno surcoreano y llamaron a "la respuesta internacional" de los trabajadores en apoyo de estas protestas.
El mal funcionamiento del mercado laboral no es un problema exclusivo de los gobiernos occidentales. En Corea del Sur, una de las econom¨ªas emergentes de Asia, una ley para facilitar el despido ha provocado unas protestas sociales sin precedentes en la joven democracia. 200.000 trabajadores se manifiestan en las calles desde hace 17 d¨ªas. La masiva contestaci¨®n sindical rompe en parte con el mito del sometimiento de los trabajadores asi¨¢ticos a una condiciones laborales lamentables.
Los salarios en Corea del Sur han crecido un 16% anual en la ¨²ltima d¨¦cada y han llegado a ser los m¨¢s altos de Asia despu¨¦s de Jap¨®n. Hasta que el Gobierno de Kim Young Sam logr¨® aprobar en el Parlamento la pol¨¦mica nueva ley laboral, los empleados surcoreanos ten¨ªan asegurado su puesto de trabajo de por vida.
?Por qu¨¦ ha sido contestada entonces con tanta violencia esta iniciativa, que aproxima el sistema laboral surcoreano al existente en los pa¨ªses desarrollados?
Young Sam, uno de las principales voces opositoras al anterior r¨¦gimen militar, se ha comprometido con la OCDE (Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico), donde entr¨® como 29? pa¨ªs socio el pasado octubre, a liberalizar y flexibilizar la econom¨ªa surcoreana, muy intervenida por el Estado y cuyo crecimiento empieza a mostrar s¨ªntomas de agotamiento. La liberalizaci¨®n del sector financiero, principalmente, y la flexibilizaci¨®n del mercado laboral constitu¨ªan los dos pilares de esta reforma.
Compromiso con la OCDE
La aprobaci¨®n de la ley para facilitar el despido cumple, sin embargo, s¨®lo una parte del compromiso adquirido ante la OCDE. La otra parte es crear un sistema de protecci¨®n para los desempleados, permitir la libre asociaci¨®n sindical e implantar la negociaci¨®n colectiva. Todos estos derechos b¨¢sicos, inexistentes en el pa¨ªs asi¨¢tico, son los que reclaman ahora los trabajadores surcoreanos.
Las organizaciones sindicales existentes, que seg¨²n ellas agrupan a 1,3 millones de trabajadores, han dado de plazo al Gobierno hasta las 24.00 horas del pr¨®ximo martes para retirar la normativa. De lo contrario, extender¨¢n la protesta a los servicios p¨²blicos b¨¢sicos del pa¨ªs.
La forma irregular en que el Gobierno aprob¨® la ley contribuy¨® casi en igual medida a provocar las iras de los sindicatos y de las fuerzas pol¨ªticas en la oposici¨®n. El Gobierno convoc¨® a sus diputados del Partido Nueva Corea en una sesi¨®n parlamentaria secreta para aprobar la ley sin que estuviera presente uno solo de los miembros de la oposici¨®n.
S¨®lo el pasado viernes, d¨ªa en que un trabajador de Hyundai decidi¨® quemarse a lo bonzo para protestar contra la ley, el Ejecutivo de Young Sam dio alg¨²n s¨ªntoma de apertura. El propio Episcopado tom¨® ese d¨ªa cartas en el asunto y pidi¨® a ambas partes que acabaran con la violencia en las calles y buscaran una soluci¨®n negociada. El l¨ªder del partido en el Gobierno, Lee Hong Koo, visit¨® la sede de uno de los principales sindicatos surcoreanos.
Los economistas de la OCDE creen que la inquietud del Gobierno sobre la direcci¨®n de la econom¨ªa est¨¢ justificada. El producto interior bruto (PIB) surcoreano ha crecido en torno al 6% en 1996, una tasa muy superior al 1,7% de media que se calcula para la Uni¨®n Europea, pero lejos del 9% registrado en a?os anteriores. Para este a?o, los economistas no creen que el PIB aumente m¨¢s del 5%. Pese al menor crecimiento, la inflaci¨®n tiende al alza: del 4,5% de 1995 puede cerrar el a?o pasado en el 6%.
A ello cabe a?adir el deterioro de la balanza por cuenta corriente, que refleja la p¨¦rdida de competitividad de la industria surcoreana. El d¨¦ficit exterior puede situarse en 23.000 millones de d¨®lares este a?o, es decir, el 4,7% del PIB. La depreciaci¨®n del yen frente al d¨®lar en el ¨²ltimo a?o ha restado competitividad a la industria de semiconductores surcoreana, que representa el 20% de las exportaciones.
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