Aguas turbulentas
La mayor¨ªa de los ceses en las empresas p¨²blicas han sido "correctos", seg¨²n han manifestado muchos de sus antiguos presidentes. Pero hay excepciones, y casi todas se dan en la Agencia Industrial del Estado (AIE), que aglutina a las empresas p¨²blicas en p¨¦rdidas. Muchos de sus responsables tienen un perfil y un cometido m¨¢s pol¨ªtico, ya que lidian con ayuntamientos, comunidades aut¨®nomas ... porque, adem¨¢s de no rentables, la Agencia acoge a empresas que son la punta industrial de determinadas zonas. Y valgan como ejemplos Astilleros en C¨¢diz o Hunosa en Asturias.De la AlE han salido escaldados algunos ex, como Mariano Casado, quien se ha sentido "pol¨ªticamente perseguido". Abandona la presidencia de Santa B¨¢rbara en julio de 1996, en un cambio que le parece "l¨®gico y normal" con el nuevo Gobierno. Casado hab¨ªa sido, entre otras cosas, subsecretario de Industria y de Agricultura y hab¨ªa ocupado varios cargos en el complejo de La Moncloa. Tras su cese en la empresa de armamento pide el reingreso en Astilleros Espa?oles, de donde es excedente... y empiezan sus problemas. Hasta el punto de que se reintegra en la divisi¨®n naval tras amenazar con ir a los tribunales. Consigue un puesto, pero en tales condiciones de trabajo que el 10 de enero firma un acta de conciliaci¨®n "para evitar un despido con una indemnizaci¨®n de 20 d¨ªas por a?o". Se queda en el paro, cobra el desempleo dos meses y el 4 de marzo pasado le contrata el Grupo Parlamentario Socialista como asesor econ¨®mico.
Echa de menos tener secretaria, y de su peripecia ha sacado una conclusi¨®n: no volver¨ªa a presidir nunca una empresa p¨²blica, pero s¨ª aceptar¨ªa una vicepresidencia. "Ir¨ªa de segundo, porque son los que realmente mandan y a los que no cambian".
Todav¨ªa le supura indignaci¨®n y se pregunta el porqu¨¦ de su "persecuci¨®n". "Me dijeron que el presidente de la Agencia, Francisco Prada, no quer¨ªa que hubiera ning¨²n ex presidente del grupo trabajando en ¨¦l, ni siquiera como empleado". Pero alguno hay, porque Carlos Mart¨ªnez Albornoz pasa de la presidencia de Astilleros Espa?oles, donde afronta la reconversi¨®n, a ser director adjunto al presidente en la Corporaci¨®n Sider¨²rgica Integral (CSI) desde el mismo mes de julio. "As¨ª que no he notado ninguna zozobra", dice. "He sido muy afortunado. Me han valorado como gestor, y por eso el cambio pol¨ªtico no ha influido en mi trayectoria".
Eduardo Abell¨¢n abandona la presidencia de Baz¨¢n antes del verano, se va de vacaciones y el 5 de septiembre es nombrado director general de la televisi¨®n andaluza, de manera que no ha tenido tiempo para sentir la experiencia de buscar trabajo, pero s¨ª para saber lo que es un cese de "malas formas". "Me enter¨¦ del m¨ªo pr¨¢cticamente por la referencia del Consejo de Ministros". M¨¢s que malas formas, tormenta fue la que se organiz¨® en torno a Eduardo Moreno, anterior presidente de Paradores Nacionales, de Patrimonio del Estado. No quiere ni o¨ªr hablar de la pol¨¦mica que se origin¨® a primeros de agosto, poco despu¨¦s de su cese, cuando el actual secretario de Estado de Comercio, Turismo y Pymes, Jos¨¦ Manuel Fern¨¢ndez Norniella, anunci¨® posibles irregularidades en el organismo y una auditor¨ªa a fondo "para conocer realmente cu¨¢l es la realidad contable" de Paradores. Hab¨ªa diferentes criterios sobre el pago de 500 millones de IVA. "Fue una informaci¨®n desajustada a la realidad, que me perjudic¨®. Una pol¨¦mica sacada de tono y contexto que tuvo m¨¢s ruido que contenido, porque las cuentas estaban claras, y la compa?¨ªa, muy mejorada". ?Hay rencor? "Ninguno", dice, "el pasado, pasado est¨¢", y es bien distinto a su presente, centrado, a sus 49 a?os, en su despacho profesional, que ha vuelto a abrir.
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