El coronel declar¨® por escrito que no se llevaba ning¨²n papel del Cesid

El coronel Juan Alberto Perote firm¨® el 16 de noviembre de 1991, coincidiendo con su marcha del Cesid, un escrito en el que aseguraba no tener en su poder ning¨²n documento del servicio secreto y se compromet¨ªa a mantener reserva de por vida sobre cualquier informaci¨®n de la que hubiera tenido conocimiento en funci¨®n de su trabajo.Adem¨¢s, cuando su sucesor al frente de la Agrupaci¨®n Operativa de Misiones Especiales (AOME), el coronel Manuel L¨®pez Fern¨¢ndez, Losada, le pregunt¨® si conservaba alguna documentaci¨®n clasificada, contest¨® que no, ya que entreg¨® toda a su secretaria para que la destruyera.

As¨ª consta en la declaraci¨®n que prest¨® Perote el 20 de junio de 1995 ante el juez militar Jes¨²s Palomino, poco despu¨¦s de su detenci¨®n.

A pesar de haber firmado este escrito y de haber negado a su sucesor disponer de documentos secretos, Perote se llev¨® del Cesid -"inadvertidamente", seg¨²n su versi¨®n- al menos 1.245 microfichas conteniendo las notas de sus despachos con el director del centro, Emilio Alonso Manglano, entre noviembre de 1982 y octubre de 1989. No las devolvi¨® hasta mediados de enero de 1992, dos meses despu¨¦s llev¨¢rselas, cuando el Cesid se las reclam¨®.

Seg¨²n Perote, la microfilmaci¨®n de los documentos la orden¨® "para romper el soporte papel [...] para disminuir volumen". Sin embargo, las microfichas no se archivaron en la Secretar¨ªa de la AOME, donde estaban hasta entonces los originales, sino que el coronel las guard¨® "en alg¨²n sitio de su despacho", por lo que quedaron bajo su exclusivo control.

Perote confes¨® a Baltasar Garz¨®n que deliberadamente "evit¨® la destrucci¨®n" de algunos originales de los papeles del Cesid. M¨¢s cauto se mostr¨® ante el juez militar, a quien dijo "que no puede precisar", si qued¨® alg¨²n original, "porque no los destruy¨® el declarante, pero que puede que quedara alg¨²n papel...".