Traiciones y tradiciones

El pueblo de Ir¨²n se dividi¨® entre los firmes defensores de la tradici¨®n y quienes exigen el derecho de la mujer a disfrutar de la fiesta en igualdad de condiciones que los hombres. "Es una joya de 116 a?os. La mujer tiene su debida presencia en su rol de cantinera", aducen quienes piden que se mantenga el Alarde de siempre. En cualquier caso, el asunto sali¨® del ¨¢mbito local, lleg¨® a los tribunales y las instituciones tuvieron que tomar partido. El Parlamento auton¨®mico, el Instituto Vasco de la Mujer y el Ararteko se pusieron a favor de las mujeres.El Ayuntamiento de Ir¨²n abog¨® desde un principio por el Alarde tradicional, cubriendo as¨ª las expectativas de los iruneses que, en un 65 porciento, no aceptan que las mujeres puedan participar activamente en la fiesta. Sin embargo, la resoluci¨®n judicial del TSJPV instando al alcalde a integrar a las mujeres en el Alarde de este a?o hasta que haya una sentencia firme sobre la cuesti¨®n de fondo, calent¨® los ¨¢nimos.

Alberto Buen Lacambra asegur¨® que acatar¨ªa la decisi¨®n, As¨ª lo hicieron tambi¨¦n 15 de los 27 mandos de las compa?¨ªas. que participan en el desfile. Por este motivo fueron increpados ayer por los ciudadanos y tachados de "traidores". Ayer, cuando en principio parec¨ªa que, al menos, 15 compa?¨ªas comparecer¨ªan en la arrancada de la plaza de Urdanibia, s¨®lo la formaci¨®n mixta de alrededor de 125 mujeres y 200 hombres se present¨® a someterse a las ¨®rdenes del comandante. As¨ª, la tradici¨®n y la renovaci¨®n no pudieron integrarse y desfilaron por separado. Los amantes del Alarde de siempre protagonizaron la paradoja de romper con la tradici¨®n.