Aquel septiembre del 95
El cara a cara Jalabert-Olano ya marc¨® la Vuelta de hace dos a?os
Aunque estuvieran Pantani, Virenque, Riis, Ugrumov y hasta un desconocido entonces Jan Ullrich, la Vuelta de 1995, la primera disputada en septiembre, fue un festival ONCE, fue la revelaci¨®n de un desconocido Laurent Jalabert en carreras de tres semanas, con una sola chinita en su zapato, la de otra revelaci¨®n por entonces, Abraham Olano. Los dem¨¢s equipos se declararon no beligerantes en un duelo desigual: todo un equipo contra un Olano aislado en un Mapei dividido por el asunto Escart¨ªn -la v¨ªspera del comienzo el aragon¨¦s firmaba por el Kelme y en correspondencia Juan Fern¨¢ndez se neg¨® a integrarlo en la alineaci¨®n del Mapei- y falto de apoyos para negociar lo inevitable.Lo inevitable sucedi¨® un lunes lluvioso, el 10 de septiembre, entre Salamanca y Avila, octava etapa. Hasta entonces Jalabert y Olano estaban pr¨¢cticamente igualados en la general. El vasco hab¨ªa ganado el pr¨®logo, con l3s sobre el franc¨¦s, pero entre las bonificaciones, la llegada al Naranco (10s a favor de Jalabert) y la mala suerte de Olano en la contrarreloj de Salamanca (s¨®lo aventaj¨® en 23s a Jalabert debido a una ca¨ªda y un pinchazo), el franc¨¦s estaba l¨ªder. Aquel lunes se juntaron como el hambre y las ganas de comer el car¨¢cter atacante del franc¨¦s y el estilo rompedor de Manolo S¨¢iz, el mito del recorrido -los puertos de Pe?anegra, Serranillos y Navalmoral- erigido por Hinault en 1983 y la soledad de Olano, para que la Vuelta viviera una de las m¨¢s grandes etapas de su historia. Jalabert atac¨® casi de salida. y Olano, rodeado de corredores que no le daban ni un relevo, hizo una defensa extenuante de sus posibilidades. All¨ª comenz¨® su leyenda de hombre ag¨®nico, de luchador contra el destino, la epopeya que desde entonces es su personalidad y su sino. A pesar de todo Olano perdi¨® 4.40m con respecto a Jalabert y el sue?o de la Vuelta se esfum¨®.
El resto de las etapas importantes se convirti¨® en un paseo militar bajo un mismo gui¨®n. Selecci¨®n del grupo importante y, en el ¨²ltimo kil¨®metro, ataque de ri?ones de Jalabert que sellevaba la etapa -excepto en el regalo de Sierra Nevada a Dietz-, bonificaci¨®n y unos segundos m¨¢s de ventaja sobre Olano: 2s en Sierra Nevada, l4s en Pla de Beret, 5s en Luz Ardiden y 24s en Montju?c.
El ciclista vasco sabe que sin el d¨ªa de ?vila la Vuelta habr¨ªa sido suya. En los 90 kil¨®metros contrarreloj que se disputaron aventaj¨® a Jalabert en 2.42m, suficientes para compensar los 55s que perdi¨® en la monta?a y el 1.29m que cedi¨® en las bonificaciones.
Y sabe que es muy dif¨ªcil que lo de ?vila pueda repetirse. Ni la ONCE ni Jalabert podr¨¢n jugar con el factor sorpresa a su favor, ni Olano estar¨¢ solo: tiene, en teor¨ªa, un fuerte equipo a su disposici¨®n. A menos que resulte que Jalabert no sea el l¨ªder de la ONCE en la Vuelta. Pero el factor sorpresa nunca est¨¢ cerrado. Por eso esto es la Vuelta.
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