El Senado alem¨¢n, dominado por la oposici¨®n, rechaza la reforma fiscal
La segunda c¨¢mara alemana, el Consejo Federal (Bundesrat), donde los partidos de oposici¨®n socialdem¨®cratas (SPD) y Los Verdes cuentan con mayor¨ªa, rechaz¨® ayer en Bonn el proyecto de reforma fiscal del Gobierno. La pr¨®xima semana el Gobierno de centro-derecha, coalici¨®n entre democristianos (CDU/CSU) y liberales (FDP), realizar¨¢ una nueva tentativa y volver¨¢ a presentar otro proyecto en el Parlamento Federal (Bundestag).La reforma fiscal del siglo, como se anunci¨® en su d¨ªa a bombo y platillo, lleva camino de convertirse en el cuento de nunca acabar. Gobierno y oposici¨®n intercambian una y otra vez argumentos repetidos, e intentan salvar la cara ante el electorado.
Al rechazar las leyes de reforma fiscal para 1998 y 1999, el Bundesrat considera que no son el camino adecuado para combatir el paro, tal como argumenta el Gobierno. El Bundesrat afirma, seg¨²n la doctrina que defiende la oposici¨®n socialdem¨®crata, que la v¨ªa pasa por una reducci¨®n de los costos no salariales en Alemania. El ministro de Hacienda, el social-cristiano b¨¢varo Theo Waogel (CSU), volvi¨® a acusar a la oposici¨®n de bloquear una ley necesaria para Alemania y apel¨® a poner en marcha una reforma parcial, que surta efecto ya a principios del a?o que viene, "para fomentar las inversiones y crear empleos".
El presidente del SDPD, el jefe del Gobierno del Sarre Oskar Lafontaine, acus¨® al Gobierno de ir dando tumbos de un presupuesto suplementario al siguiente y. dijo que se trata de tapar los agujeros por los que evaden impuestos los ricos. Seg¨²n Lafontaine, la reforma fiscal del Gobierno consagra "el derecho de enriquecerse a¨²n m¨¢s a las capas mejor situadas de la poblaci¨®n".
Se logr¨® un acuerdo en el Bundesrat, tal como ya estaba previsto tras la sesi¨®n veraniega del Bundestag, para suprimir el impuesto sobre el capital de las empresas.
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