Una exposici¨®n re¨²ne en Viena tesoros arqueol¨®gicos relacionados con la Biblia

El Museo de Israel, de Jerusal¨¦n, lleva una importante selecci¨®n de su tesoro arqueol¨®gico a una exposici¨®n en Viena titulada Tierra de la Biblia. La muestra, que re¨²ne tambi¨¦n algunas piezas del Louvre, del British Museum y del Museo de Historia del Arte, de Viena, brinda una visi¨®n hist¨®rica de la cuna geogr¨¢fica de la Biblia partiendo de las representaciones de humanos m¨¢s antiguas de la historia, que datan desde el paleol¨ªtico hasta llegar a la ¨¦poca romana bizantina de los siglos V y VI despu¨¦s de Cristo. A la inauguraci¨®n, esta tarde, acudir¨¢ el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu.

Entre 1946 y 1947 un pastor beduino descubri¨® por casualidad junto al mar Muerto siete rollos de escrituras del siglo I antes de Cristo, dos de los cuales conten¨ªan los manuscritos b¨ªblicos m¨¢s antiguos encontrados hasta ahora. A este hallazgo se le sum¨® en el mismo ¨¢rea, en las cuevas de Qumram, el de otros 800 manuscritos en idioma hebreo y arameo. Desde entonces se ha levantado en torno a estos documentos un halo de misterio y pol¨¦mica. Lo que parece m¨¢s seguro ahora es que se trataba de la biblioteca de los esenios, una comunidad religiosa que viv¨ªa en el desierto y que algunos relacionan con los primeros cristianos. Unos quince rollos est¨¢n casi completos y descifrados, pero el resto son una infinidad de fragmentos diminutos. Para armar ese rompecabezas se han utilizado desde programas de ordenador hasta an¨¢lisis del ADN.Con motivo de la muestra en Viena, Israel ha cedido por primera vez dos pergaminos procedentes de este tesoro del mar Muerto: uno de ellos es el famoso Rollo de salmos, que contiene 41 salmos b¨ªblicos. Sobre piel de animal, probablemente de res, se ve una escritura muy prolija en hebreo antiguo al estilo del tiempo de Herodes. Hace tres a?os se presentaron doce fragmentos de estos manuscritos en una muestra en el Vaticano.

Poncio Pilatos

Otra pieza de valor incalculable es una l¨¢pida grabada con el nombre de Poncio Pilatos, el ¨²nico testimonio arqueol¨®gico de la existencia del que conden¨® a Jesucristo a la cruz.

Unos sarc¨®fagos de cer¨¢mica de los siglos XIII y XIV antes de Cristo, unas estatuillas de fertilidad, l¨¢mparas de aceite con decoraciones jud¨ªas las unas, con ornamentos cristianos las otras, o el busto de bronce del emperador Adriano, del siglo II antes de Cristo, son parte de este muestrario seleccionado para relatar los or¨ªgenes y el entorno de la cultura israelita.

Para completar la visi¨®n, procedentes del Bible Lands Museum, de Jerusal¨¦n, se presentan en forma de maquetas las ocho metr¨®polis m¨¢s importantes del antiguo Oriente: desde Ur, ciudad natal de Abraham, hasta Babilonia, Susa y Jerusal¨¦n en su versi¨®n del a?o 600 antes de Cristo. Junto a una serie de utensilios y otros objetos de aquellas culturas, los modelos arquitect¨®nicos realizados en base a las investigaciones arqueol¨®gicas dan una idea de lo que realmente pudieron haber sido estas ciudades citadas en la Biblia y tantas veces transformadas en la fantas¨ªa y en la pintura de siglos posteriores.