Como en las pel¨ªculas americanas

?De verdad se vive en Las Mimbreras como cuentan en su diario? ?Exagera la Asociaci¨®n de Vecinos de Las Aguilas cuando habla del "n¨²cleo de marginalidad m¨¢s importante de la ciudad"?Recorr¨ª los tres kil¨®metros de barro que lo separan de la civilizaci¨®n y par¨¦ el coche. Al verme llegar, ocho o diez ni?os de entre 5 y 12 a?os corrieron a mi encuentro. No tuve oportunidad de hablar. En pocos segundos comenzaron a abrir las puertas, el maletero, a subirse al cap¨® y al techo. Uno de ellos, de no m¨¢s de 10 a?os, me imped¨ªa cerrar la puerta, a pesar de que tir¨¦ con fuerza. Me miraba fijamente. Sus ojos azules me ten¨ªan como hipnotizado. %Y t¨² qu¨¦ haces aqu¨ª?". No me atrev¨ª a decir la verdad porque estaba muerto de miedo. "Me he perdido", respond¨ª sin convicci¨®n. El mismo di¨¢logo se repiti¨® tres veces m¨¢s. Me estaba entreteniendo mientras los dem¨¢s arramblaban con todo lo que pod¨ªan. Sal¨ª del coche y recuper¨¦ entre forcejeos algunos objetos. Todo eran manos y piernas dentro del coche. Ten¨ªa que largarme o lo iba a pasar muy mal. Di marcha atr¨¢s con todo abierto y empezaron a gritar: "?Que se escapa, a por ¨¦l!". Empez¨® a salir gente de los prefabricados. Dos de ellos, de unos 18 a?os, corrieron hacia m¨ª blandiendo palos de golf. Met¨ª primera y sal¨ª de all¨ª como en las pel¨ªculas americanas.

Tuve mucha suerte de no quedar atrapado entre el barro.-_