Rato y el proyecto hist¨®rico del euro

El vicepresidente econ¨®mico del Gobierno, Rodrigo Rato, ha contextualizado la presencia de Espa?a en el euro dentro de un proyecto hist¨®rico europeo, una especie de utop¨ªa continuada para varias generaciones de ciudadanos espa?oles. En la presentaci¨®n de la Gu¨ªa del euro que edita este peri¨®dico, Rato conect¨® el presente -en una intervenci¨®n muy meditada- con el centenario del noventa y ocho y la historia de la transici¨®n democr¨¢tica.Si todo sucede como parece (y la inflaci¨®n del pasado a?o, reci¨¦n conocida, lo corrobora) Espa?a estar¨¢, a primeros de mayo, entre los primeros pa¨ªses seleccionados que aplicar¨¢n la moneda ¨²nica. Esta habr¨¢ sido una de las pocas ocasiones en que nuestro pa¨ªs acudir¨¢ a una cita europea sin retrasos. Al resaltar el vicepresidente que es un reto no s¨®lo de un Gobierno sino de toda la sociedad -cuyo objetivo es asegurar para siempre la normalidad exterior-, Rato enlaz¨® con la tesis principal del espl¨¦ndido libro reci¨¦n publicado: Espa?a: 1808-1996. El desafio de la modernidad, de Juan Pablo Fusi y Jordi Palafox. Los autores descartan en ¨¦l la visi¨®n extremadamente pesimista y cr¨ªtica de la Espa?a contempor¨¢nea: Espa?a como problema; Espa?a, pa¨ªs dram¨¢tico; Espa?a como fracaso. Todo ello integra lo que podr¨ªamos llamar la excepcionalidad espa?ola.

Por el contrario, el texto considera a Espa?a como un pa¨ªs normal: "A pesar de las limitaciones del cambio de la estructura de su econom¨ªa en la centuria pasada, durante la actual, los espa?oles han conseguido transformarla radicalmente e incorporarse al limitado grupo de los pa¨ªses desarrollados. A¨²n cuando la equiparaci¨®n en los niveles de renta con los m¨¢s avanzados sigue siendo un proceso inacabado, y de una dificultad notable, las transformaciones econ¨®micas durante la ¨¦poca contempor¨¢nea constituyen, consideradas globalmente y sin minimizar la gravedad de los problemas, un resultado muy alejado de una ininterrumpida sucesi¨®n de fracasos".

Entre las caracter¨ªsticas comunes que destacan en la historia econ¨®mica moderna espa?ola, dos son subrayables por encima de las dem¨¢s: las permanentes apelaciones al poder pol¨ªtico por parte de los empresarios para ser protegidos de la competencia exterior; y las devaluaciones de la peseta como mecanismo de ajuste principal frente a las p¨¦rdidas de competitividad. Estos dos rasgos han cambiado o van a hacerlo de forma acelerada, de modo que en un lapso muy breve la econom¨ªa espa?ola ha pasado de ser una de las m¨¢s protegidas de Europa occidental a convertirse en un mercado abierto desde el punto de vista comercial y financiero; adem¨¢s, con la entrada del euro se cierra la v¨ªa de las devaluaciones como pol¨ªtica monetaria. Ello obligar¨¢ a todos los ciudadanos, en especial gestores p¨²blicos, empresarios y trabajadores, a una adaptaci¨®n muy sustancial de sus pautas de comportamiento econ¨®mico ante ese nuevo marco radicalmente distinto del anterior; en ello insisti¨®, en el mismo acto de presentaci¨®n de la G¨²ia del euro, el gobernador del Banco de Espa?a, Luis ?ngel Rojo. Respecto a la secuencia de depreciaciones de la peseta, los historiadores se preguntan en qu¨¦ medida el conjunto de la sociedad tiene conciencia de la desaparici¨®n de este mecanismo de ajuste una vez entre en vigor la moneda ¨²nica en la UE.

Desde el desastre del noventa y ocho, la europeizaci¨®n se convirti¨® en una especie de programa pol¨ªtico para muchos espa?oles, del que se cumple un nuevo cap¨ªtulo con la entrada en el euro. "Lo que hab¨ªa detr¨¢s de ello era claro. Europa, desde la perspectiva espa?ola, significaba democracia parlamentaria e industrializaci¨®n. Eso hab¨ªa sido el doble desaf¨ªo que la modernidad ven¨ªa planteando a Espa?a desde 1800, la clave para entender su historia en los siglos XIX y XX".