La apertura del Nuovo Piccolo aviva la lucha pol¨ªtica por el control del teatro milanes
La apertura del Nuovo Piccolo de Mil¨¢n, el teatro con el que Giorgio Strehler so?¨® durante m¨¢s de cuarenta a?os y que se inaugur¨® el lunes, a un mes de la muerte del maestro, ha reavivado una nueva y dura lucha pol¨ªtica para controlar el pos-strehlerismo. Cuando a¨²n resuenan los acordes de Cosi fan tutte, la ¨®pera de Mozart que Strehler dej¨® a medio dirigir pero que sus colaboradores han llevado a escena al grito de "?el espect¨¢culo debe continuar!", el Ayuntamiento milan¨¦s y la regi¨®n de la Lombard¨ªa han desenterrado el hacha de guerra contra los proyectos de Roma que juzgan centralistas.
El Piccolo no tiene suerte. La inauguraci¨®n del lunes se produjo bajo el signo de la esquizofrenia pol¨ªtica: en el Ayuntamiento milan¨¦s y en la regi¨®n lombarda manda el Polo de Berlusconi. En Roma, lo hace el Gobierno de centro-izquierda del Olivo, cuyo vicepresidente, Walter Veltroni, tiene listo para su pr¨®xima discusi¨®n en el Parlamento un proyecto de ley del teatro que inquieta profundamente a los del norte.La ley prev¨¦ que Italia cuente con dos teatros nacionales: uno en Roma, que dirige Luca Ronconi,y otro en Mil¨¢n, el Piccolo, precisamente. Strehler, hombre de izquierdas, estaba de acuerdo con este planteamiento y eso bastaba para mantener una paz aparente.Pero, tras su desaparici¨®n, el alcalde de Mil¨¢n, Gabriele Albertini, y el presidente de Lombard¨ªa, Roberto Formigoni, acusan a Roma de quererles arrebatar el poder de una instituci¨®n que consideran milanesa y en cuya fundaci¨®n est¨¢n representados desde hace tiempo. La r¨¦plica de Veltroni no se ha hecho esperar: "Quiz¨¢ preferir¨ªan que hubiera un ¨²nico teatro nacional en Roma, en lugar de uno en Roma y otro en Mil¨¢n".
Ayer mismo se reuni¨®, por primera vez desde la desaparici¨®n de Strehler, el Consejo de Administraci¨®n del Piccolo. En los pr¨®ximos meses hay que proceder a la renovaci¨®n de los cargos, empezando por el presidente de dicho consejo, el industrial Carlo Camerana, y por el director actual del Piccolo, el ex ministro de Cultura franc¨¦s Jack Lang, ¨ªntimo amigo de Strehler. Lang se declar¨® ayer mismo dispuesto a permanecer en el cargo para garantizar una transici¨®n tranquila, aunque no escondi¨® las dificultades que entra?a suceder a una personalidad como la del director fallecido.
Mientras, el equipo del Piccolo, aun sin contar con un director art¨ªstico -la loter¨ªa de nombres est¨¢ abierta-, se declara dispuesto a llevar a cabo, si cuenta con los recursos econ¨®micos prometidos, el Proyecto 2000 que Strehler dej¨® esbozado para las pr¨®ximas temporadas. 0, como m¨ªnimo, una adaptaci¨®n de ese proyecto a las circunstancias actuales: descartado llevar a escena las M¨¦moires de Goldoni, precisamente por considerar este montaje demasiado ligado a Strehler, quedan como alternativas viables, aseguran, la reposici¨®n, nunca vista en Mil¨¢n, de la Trilogia de lla villeggiatura de Goldoni; La tempestad, de Shakespeare, o Illusion comique, de Corneille. Acompanar¨ªan a estos t¨ªtulos otros espect¨¢culos de danza -a cargo de Carla Fracci, Jorge Boca, Sacha-Waltz y un montaje de Roland Petit de homenaje al Maestro- y de cine que Strehler hab¨ªa dejado ideados para la primera temporada del Nuovo Piccolo.
El ¨¦xito del estreno de Cosi fan tutte consigui¨® no obstante que la reuni¨®n del consejo de ayer transcurriera en una paz relativa. Ser¨ªa vergonzoso que tras 40 a?os de sue?os y 20 de lucha por un teatro que ha costado cerca de 9.000 millones de pesetas -970 localidades- se quedara sin programaci¨®n.
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