Otra oposici¨®n para Madrid

Dicen que todo es seg¨²n el color del cristal con que se mire. En el caso del ex consejero de Pol¨ªtica Territorial de Madrid e impulsor del funesto Plan General de Urbanismo de 1985, Eduardo Mangada, y a juzgar por el art¨ªculo Otro alcalde para Madrid, aqu¨ª publicado d¨ªas atr¨¢s, sus lentes deben de ser oscur¨ªsimas. Cautivo de su mala intenci¨®n, se asoma a una ciudad que prospera sin cesar y s¨®lo ve un "l¨²gubre p¨¢ramo sembrado de chirimbolos". De su art¨ªculo se desprende que Eduardo Mangada se postula como candidato socialista a las pr¨®ximas elecciones madrile?as, para las que el PSOE est¨¢ en fase de nombramiento. Muy mal deben de estar las filas del socialismo madrile?o si alguien como el ut¨®pico Mangada alumbra y sopesa tal posibilidad, pero no me quiero meter en las cosas de familia de los dem¨¢s.Lo que no s¨¦ es qu¨¦ faena le deben de haber hecho los madrile?os al profeta del crecimiento cero de Madrid para merecer su inclemente reaparici¨®n. Como el programa que esboza parece un cat¨¢logo de ideas en desuso, proyectos fracasados y ocurrencias ilusorias, me resisto a su comentario. Lo que s¨ª debo apuntar es que su gui?o a la regi¨®n -"Madrid capital se declara hermana mayor solidaria con los municipios metropolitanos"- es un a?adido mal acoplado a un art¨ªculo peor concebido que obedece a un irrisorio imperativo partidista. Y es que lo propuesto por Mangada guarda m¨¢s similitud con el manual de instrucciones de un Tamagochi mal educado que con un gobierno serio. No es de extra?ar que la izquierda contin¨²e en la oposici¨®n por muchos a?os.

Traer¨¦ aqu¨ª el comentario que le hizo Donoso Cort¨¦s en 1849 al progresista Cortina: "Sus ideas no est¨¢n en el poder, y est¨¢n en la oposici¨®n cabalmente porque son ideas de oposici¨®n (... ), son ideas infecundas, ideas est¨¦riles, ideas desastrosas...".

Madrid progresa d¨ªa a d¨ªa. El camino marcado por el nuevo Plan General de Ordenaci¨®n Urbana que ha dirigido Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano depara objetivos de desarrollo cuyos logros no desmerecen a los ya alcanzados por su equipo municipal, y no s¨®lo en materia urban¨ªstica -parque ferial, rehabilitaci¨®n del centro hist¨®rico, nuevos equipamientos, m¨¢s de tres mil viviendas de protecci¨®n oficial durante esta legislatura...-. Madrid vuelve a ser lo que era, una ciudad para vivir, orgullosa de su capitalidad y proyecci¨®n europea, donde los ciudadanos vuelven a ser protagonistas de su propio progreso. La preocupaci¨®n por el medio ambiente, el equilibrio entre los barrios, la racionalizaci¨®n del tr¨¢fico, la mejora del transporte p¨²blico y del aparcamiento contribuyen a hacer habitable una ciudad cada vez m¨¢s segura, m¨¢s solidaria, con una ambiciosa pol¨ªtica sanitaria y social. Una ciudad acogedora y abierta que es referente pol¨ªtico y cultural. Recuerdo que el plan socialista de urbanismo aprobado en 1985 que estableci¨® un cors¨¦ a las industrias, escatim¨® el suelo industrial con nefastas consecuencias para la econom¨ªa madrile?a, que a¨²n se resiente. En contraste, el nuevo plan ha creado un marco flexible, con nuevos espacios industriales, nuevas infraestructuras y mejores comunicaciones que contribuyen al mejor desarrollo de nuestra econom¨ªa.Hoy en d¨ªa est¨¢n en desuso las alucinaciones carbonarias de la oposici¨®n expuestas por Mangada, que ya se imagina capitaneando un tropel frentepopulista de "movimientos sociales, culturales, sindicales..." que avanzara imparable... hacia atr¨¢s. Muchos lectores se preguntar¨¢n por qu¨¦ la izquierda quiere criminalizar la conducci¨®n de coches.

Al parecer, su aversi¨®n hacia ¨¦stos lleva a los socialistas a declarar la guerra al asfalto. El pensamiento, aunque precario, es coherente y se asienta en una estructura binaria del tipo "coche-asfalto/peat¨®n-acera". Por eso piden que se sustituya la Operaci¨®n Asfalto por "la operaci¨®n acera" y que se eliminen carriles de las calles. Me pregunto si no se habr¨¢ enterado el PSOE de que desde que el Partido Popular gobierna en Madrid han sido asfaltadas 1.363 calles, con una superficie total de cinco millones de metros cuadrados. Y para tranquilidad de los madrile?os, la Operaci¨®n Asfalto va a continuar realiz¨¢ndose, con el permiso de la oposici¨®n. Pero es que ya se encuentra en ejecuci¨®n la Operaci¨®n Aceras, que mejorar¨¢ el aspecto de un centenar de calles. Durante el mandato socialista no hab¨ªa ni Operaci¨®n Asfalto, ni Operaci¨®n Aceras, ni se actu¨® sobre las calles m¨¢s que en una m¨ªnima proporci¨®n con respecto a ahora. Pero no queda ah¨ª la cosa. Como su idea de la ciudad no es de este mundo, tambi¨¦n declara el PSOE la guerra a los t¨²neles.

Ello no impide que exija seguidamente la ampliaci¨®n del metro. Dos dudas me asaltan: 1?) si los t¨²neles y el transporte en superficie quedan proscritos, ?por qu¨¦ medio ir¨ªan estos vagones de metro? Y 2?) si los coches no pueden circular por las calles ni por debajo de ellas, ?por d¨®nde transitar¨¢n los madrile?os? Dado que el Manzanares no parece preparado para tanto trasiego, es urgente que Mangada revele su soluci¨®n, que se nos antoja inscrita en la cuarta dimensi¨®n, la misma de la teor¨ªa del crecimiento cero. Cosas de la oposici¨®n.

Por cierto, mientras que en la ¨²ltima legislatura socialista se construyeron s¨®lo diez kil¨®metros de suburbano, en la presente legislatura se va a triplicar esta cifra, es decir, treinta kil¨®metros.

Lo que importa es que el progreso de Madrid no ha constituido una hipoteca para los madrile?os. Despu¨¦s de heredar una deuda que auton¨®micamente ha exigido un notable esfuerzo del Gobierno regional para su resoluci¨®n, Madrid es hoy la ciudad menos endeudada por habitante y una de las mejores de Europa para hacer negocios, adelantando a Barcelona, Z¨²rich y Mil¨¢n en los dos ¨²ltimos a?os, con una tasa de paro por debajo de la media nacional y una notable mejora del comercio.

La buena gesti¨®n y el esfuerzo de los madrile?os merecen la recompensa del bienestar, y quienes menos han contribuido a conseguirlo est¨¢n desautorizados para enturbiarlo ahora con sus agrias cr¨ªticas. Madrid necesita di¨¢logo, talante constructivo, ideas nuevas. Mientras la oposici¨®n compone su amargo discurso, el Partido Popular va a continuar cumpliendo su palabra, cumpliendo con Madrid.