El castellano 'alucina' con el 'bakalao'
La Real Academia aprueba t¨¦rminos nuevos y desecha otros para su diccionario
El diccionario de la Real Academia Espa?ola, que va por su 21? edici¨®n, sigue ajustando t¨¦rminos, actualiz¨¢ndose y desechando aquellos que caen en desuso. Entre las nuevas incorporaciones figuran palabras ya avaladas por su popularidad. Cafelito, bailaor, alucine, CD-ROM, chapero, antidemocr¨¢tico y bakalao han recibido la bendici¨®n de los acad¨¦micos, que est¨¢n trabajando desde 1992 en la actualizaci¨®n del diccionario del a?o 2000. Tambi¨¦n hay bajas: adecuja, comblezado y antor desaparecen. Hasta ahora han revisado s¨®lo de la A a la C.
La capacidad de reacci¨®n de los acad¨¦micos a la actualidad parece algo contradictoria. Por ejemplo, se han incluido en el primer bolet¨ªn que incluye los t¨¦rminos que cambiar¨¢n en la pr¨®xima edici¨®n dos palabras con fecha de caducidad a la vista. Una de ellas, apartheid (que aparecer¨¢ definida como: segregaci¨®n racial, especialmente la establecida en la Rep¨²blica de Sur¨¢frica), es un t¨¦rmino acu?ado en Sur¨¢frica y refrendado por la Population Registration Act, una ley promulgada en 1950 yabolida en la pr¨¢ctica en 1990-1991, seg¨²n la ¨²ltima edici¨®n de la Enciclopedia Brit¨¢nica. Otra de las palabras en capilla para el nuevo diccionario es cetme, el popular fusil espa?ol, una marca que en estos momentos se encuentra en tr¨¢mite de desaparici¨®n.Entre las tardanzas hay otras que claman por s¨ª solas. Los bailaores y bailaoras, cantaores y cantaoras e incluso las y los cupletistas, est¨¢n por fin en este borrador, a punto de ser bautizados aunque se les llame as¨ª desde hace d¨¦cadas, as¨ª como el popular t¨¦rmino taurino chicuelina, la sabrosa chistorra, el castellanizado bac¨®n y el irreemplazable cafelito.
Ir¨®nicamente, la Academia ha asimilado ya algunos de los m¨¢s recientes giros del idioma. Entre ellos: alucine (alucinaci¨®n, asombro; de alucine: impresionante, asombroso); bajines, bajini o bajinis: por lo bajines, bajini o bajinis (en voz baja; con disimulo); bacalao (adici¨®n de acepci¨®n: variedad de m¨²sica discotequera que tiene un ritmo machac¨®n y ausencia de melod¨ªa. Es frecuente la graf¨ªa bakalao.); ca?¨®n: (nueva acepci¨®n: Nos lo pasamos ca?¨®n); acojonar: (nueva acepci¨®n: Impresionar profundamente, dejar estupefacto), y comecocos (persona o cosa que absorbe los pensamientos o la atenci¨®n de alguien).
Inform¨¢tica y sexo
La inform¨¢tica aporta al pr¨®ximo diccionario el CD-ROM, que tambi¨¦n podr¨¢ decirse y escribirse cederr¨®n, adem¨¢s de las palabras autoedici¨®n y autoeditar. Clistro (tubo electr¨®nico empleado para generar o amplificar microondas. Se emplea en comunicaciones y radares) y cl¨®nico tampoco han tardado en ser aceptadas.El vocabulario sexual tambi¨¦n se ampliar¨¢ en la nueva edici¨®n del diccionario. Adquieren definici¨®n oficial el calent¨®n (caliente, lujurioso), el calentorro (calent¨®n), el chapero, el copulador (que copula o sirve para copular) y el chocho, que a?ade a su antigua y limitada definici¨®n (que chochea; lelo de puro cari?o) la de vulva. En compensaci¨®n, una palabra relativa a la convivencia sexual desaparece: comblezado (se dec¨ªa del casado cuya mujer estaba amancebada con otro), que ha ca¨ªdo en desuso. Despu¨¦s del divorcio, basta con decir ex mujer.
El limitado y criticado especialmente por los acad¨¦micos- lenguaje deportivo adquiere algunas palabras ahora aceptadas: autogol, blocar (en diversos deportes, sujetar el bal¨®n con ambas manos, protegi¨¦ndolo con el cuerpo), clasificatorio, competencial, compincharse y cr¨ªquet. No son pocos los extranjerismos que habr¨¢, al menos dela A a la C: affaire, airbag, antidoping, cabaret, cachet, camping, carnet, catering, christmas o cristmas y confort.
Una dosis de t¨¦rminos cient¨ªficos tambi¨¦n ingresa: aldohexosa, aldopentosa, al¨¦lico, an¨¢dromo, angiog¨¦nesis, antihi¨¢tico, ateromatoso, auxina, berkelio, biog¨¦nesis, bromaci¨®n, bronqu¨ªtico, c¨¢mbium, cardiol¨®gico, cardiovascular, cariotipo, cat¨¢dromo, catarrino, clorar y cromos¨®mico.
Tambi¨¦n se han aceptado algunas palabras de curiosa aplicaci¨®n, como antofagasta (De Antofagasta, ciudad y provincia chilenas; persona cuya presencia en una tertulia o caf¨¦ desentona o fastidia). No ser¨¢ dif¨ªcil encontrar a quien administrarla, aunque resulta dudoso que alguien la entienda.
Hay bajas en esta primera parte del nuevo diccionario. Dejar¨¢n de figurar: ad bona, adecuja (especie de vasija o jarro usado por los moriscos de Andaluc¨ªa), ad¨® (adonde), aguiscar (aguizgar, azuzar, incitar), antidoral (remuneratorio; se aplica regularmente a la obligaci¨®n natural que tenemos de corresponder a los beneficios obtenidos), antilogio (antilog¨ªa), antor (vendedor a quien se ha comprado de buena fe alguna cosa hurtada) y antor¨ªa (derecho de reclamar contra el antor), ¨¢nulo (anual), ¨¢poca (carta de pago o recibo), arrevistar (dar car¨¢cter de revista a una obra de teatro l¨ªrica), atrezzo (queda atrezo), cas (ap¨®cope de casa, que hoy s¨®lo tiene uso en el habla r¨²stica muy vulgar), conductibilidad (conductividad) y contraproduc¨¦ntem (queda contraproducente).
Un buen pu?ado de palabras, concebidas en contra de otras, hace su necesaria aparici¨®n: antiabortista, antiadherente, antiat¨®mico, antibalas, anticarro, anticipatorio, anticolonialista, anticultura, antidemocr¨¢tico, antidisturbios, antidroga, antiniebla, antinuclear, antit¨¦rmico, antitumoral, antitus¨ªgeno, contraejemplo y, tarde tambi¨¦n y de contrabando, contrafagot.
Por ¨²ltimo, podremos ampliar nuestro vocabulario de insultos con propiedad, gracias a la inclusi¨®n de arribismo, babosada, cabezoner¨ªa, carota (caradura), cheposo (chepudo), chunchoso (Colombia: barrig¨®n) y cretinez.
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