Fallece Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza a los 88 a?os

Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza, ministro de Asuntos Exteriores entre 1975 y 1976, falleci¨® ayer a los 88 a?os de edad en su domicilio de Somosaguas (Pozuelo, Madrid). Nacido en Portugalete (Vizcaya) el 3 de agosto de 1909, Areilza se convirti¨® en una figura clave de la transici¨®n espa?ola. Como titular de Exteriores, condujo a la monarqu¨ªa constituyente a las primeras elecciones democr¨¢ticas y fue el responsable de difundir al extranjero la nueva imagen de Espa?a. El rey don Juan Carlos transmiti¨® anoche su pesar y el de la familia real a uno de los hijos del diplom¨¢tico. Hoy ser¨¢ enterrado en Mutriko (Guip¨²zcoa).

Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza y Mart¨ªnez Rodas, 1909, fue secretario ejecutivo del Consejo Privado de don Juan de Borb¨®n, cargo que ocup¨® hasta el 22 de junio de 1969, fecha en que don Juan Carlos fue nombrado sucesor a la Jefatura del Estado y dicho Consejo fue disuelto.Ministro de Exteriores en el primer gobierno de la monarqu¨ªa, el 11 de septiembre de 1975 y bajo mandato de Carlos Arias Navarro, ces¨® en este cargo el 7 de julio de 1976, al constituirse el Gabinete de Adolfo Su¨¢rez, cargo para el que Areilza hab¨ªa llegado a ser citado como candidato. El 11 de mayo de 1981 fue elegido presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.

Miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Pol¨ªticas desde 1966, el 24 de abril de 1987 fue elegido miembro de la Real Academia Espa?ola, donde ocup¨® el sill¨®n G. A su toma de posesi¨®n asistieron los Reyes.

Estaba casado con Mar¨ªa Mercedes Churruca y Zubur¨ªa, con la que tuvo seis hijos. La trayectoria pol¨ªtica de Areilza hab¨ªa merecido desde hace tiempo el reconocimiento de las fuerzas democr¨¢ticas y ayer fue elogiada de nuevo por destacadas personalidades pol¨ªticas, algunas de las cuales colaboraron con ¨¦l.

Abel Matutes, ministro de Asuntos Exteriores: "Era un amigo personal. Fue un caballero de la pol¨ªtica exterior que contribuy¨® en un momento muy delicado a vender fuera de nuestras fronteras la imagen de la Espa?a moderna y un monarca joven y constitucional. Colabor¨® muy eficazmente en los primeros a?os de la transici¨®n, y despu¨¦s continu¨® siendo un gran experto en pol¨ªtica internacional y un gran escritor".

Marcelino Oreja, ex ministro de Asuntos Exteriores y comisario europeo: "A m¨ª lo que me ha sorprendido siempre ha sido la capacidad de anticipaci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza; la anticipaci¨®n a su tiempo. Lo hizo desde su juventud y, m¨¢s tarde, como embajador. Fue marcando un estilo que ser¨ªa el de esa diplomacia vinculada no s¨®lo a lo pol¨ªtico sino tambi¨¦n a lo comercial, a la econom¨ªa. En la pol¨ªtica exterior marc¨® un estilo inconfundible. ?l anticipaba lo que iba a ser el futuro recorriendo todas las canciller¨ªas europeas y anunciando lo que iba a ser el cambio pol¨ªtico. Y como presidente de la Asamblea del Consejo de Europa se ve¨ªa en ¨¦l al hombre de rigor, con brillantez y con un estilo admirable en aquel foro internacional. Pero no fue s¨®lo un pol¨ªtico con una gran vocaci¨®n desde joven, como lo prueba su participaci¨®n en las elecciones de 1933, sino tambi¨¦n un hombre con una pluma extaordinaria, con un estilo literario de excepcional belleza. Fue un hombre de di¨¢logo, de conversaci¨®n, de tertulia. Me queda el recuerdo de muchos a?os en com¨²n, desde que le conoc¨ª cuando yo era ni?o. Hab¨ªa o¨ªdo siempre lo que fueron sus campa?as electorales con mi padre. Como subsecretario de Exteriores, estuve muy cerca de ¨¦l en los primeros seis meses de 1976. Conservo de ¨¦l un recuerdo imborrable como hombre brillante y un ser excepcional".

Alfonso Osorio, vicepresidente del Gobierno con Adolfo Su¨¢rez y uno de los tres ¨²nicos diputados de Coalici¨®n Democr¨¢tica, en 1979, junto a Areilza y Manuel Fraga: "Muchas veces he dicho que fue un lujo de la pol¨ªtica espa?ola por su capacidad intelectual, por su especial preparaci¨®n para la dial¨¦ctica, por su se?or¨ªo y por su arrolladora personalidad. Creo que su falta se notar¨¢ profunda y claramente". Osorio record¨® ayer la madrugada de aquel fracaso electoral de 1979 cuando en la sede de Coalici¨®n Democr¨¢tica s¨®lo Areilza permaneci¨® con ¨¦l hasta el final, algo que agradeci¨® y le reconfort¨® porque incluso su esca?o estaba en el aire.

Jaime Mayor Oreja, ministro del Interior: "La figura de Areilza, m¨¢s que la evocaci¨®n de un pasado representa un referente para el futuro, como ejemplo de lo que debe ser un vasco, que con hondas ra¨ªces en Euskadi se abre a Europa y al mundo. Su desaparaci¨®n supone la p¨¦rdida de una personalidad que fue prototipo de talante liberal, de esp¨ªritu abierto a la modernidad. Fue un vasco y un espa?ol universal".

Javier Rup¨¦rez, presidente de la Comisi¨®n de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados: "Areilza merece un gran recuerdo en la pol¨ªtica exterior espa?ola. En tiempos inciertos, apost¨® sin ning¨²n tipo de dudas por la f¨®rmula de una monarqu¨ªa parlamentaria. De hecho, fue un ilustre vendedor en el exterior de la imagen de nuestra monarqu¨ªa constitucional. En esa ¨¦poca, fue el precursor, siempre amable e inteligente, de un tipo de pol¨ªtica exterior que fue la que luego se consolid¨® como habitual. Despu¨¦s, fue el primer espa?ol que presidi¨® la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. La naci¨®n le debe a Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza un gran recuerdo y un gran agradecimiento".

Gregorio Peces-Barba, ex presidente socialista del Congreso de los Diputados y actual rector de la Universidad Carlos III, de Madrid: "Era un se?or, y un liberal. Ten¨ªa una gran vocaci¨®n europea que pudo realizar cuando fue elegido presidente de la Asamblea del Consejo de Europa con el apoyo total de los socialistas". Peces Barba conoci¨® a Areilza en 1972 y valora de ¨¦l sobre todo el apoyo que ofreci¨® en todo momento en la etapa constituyente: "De los diputados iniciales de Alianza Popular, fue el m¨¢s entusiasta defensor de la Constituci¨®n".

Carlos Carnero, portavoz de pol¨ªtica exterior de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo: "Como ministro de Exteriores, correspondi¨® a la ¨¦poca en que ejerci¨® su funci¨®n y, aunque de manera insuficiente, dio alg¨²n peque?o paso que luego fue utilizado por sus sucesores para colocar a Espa?a en el lugar que le correspond¨ªa, es decir, con las democracias europeas".