Pintura
Desconcertado por mis confusas explicaciones, un grupo de alumnos me exigi¨® que definiera de una vez por todas lo que hab¨ªa sido el arte de la pintura, ahora que cada d¨ªa es m¨¢s dif¨ªcil verlo y cada vez menos artistas lo practican. Les propuse una analog¨ªa que me hab¨ªa facilitado el pintor norteamericano Robert Rauschenberg.Hace ya muchos a?os, Benjam¨ªn Franklin encarg¨® a su carpintero que aserrara 20 estacas de igual tama?o y la misma madera. Procedi¨® luego a pintarlas siguiendo el espectro crom¨¢tico desde el azul m¨¢s saturado hasta el rojo sangre. Al d¨ªa siguiente y en hora muy temprana las hinc¨® en la nieve a distancias regulares hasta formar un arco iris de madera. Luci¨® el sol y resplandeci¨® la nieve. A mediod¨ªa, cada una de las estacas hab¨ªa tomado para s¨ª distintas cantidades de calor seg¨²n fuera su pigmento, de manera que la empalizada aparec¨ªa dram¨¢ticamente deformada. Unas estacas se hab¨ªan hundido m¨¢s que las otras, algunas se humillaban hacia el suelo y otras parec¨ªan caer de espaldas. En iguales condiciones, cada color hab¨ªa mostrado un car¨¢cter distinto y un destino propio. Como si de una frase ling¨¹¨ªstica o musical se tratara, las estacas relataban el ef¨ªmero encuentro de dos personajes, el sol y la nieve, en aquel lugar y tiempo irrepetibles. Una peque?a historia. Sin imitar ni copiar nada, aqu¨¦l era el retrato de un d¨ªa tan singular como id¨¦ntico a todos los d¨ªas.
Usar la luz para resumir en una estampa el ef¨ªmero pero quiz¨¢s eterno tr¨¢nsito de dos o m¨¢s personajes, ¨¦sa podr¨ªa ser una aproximaci¨®n del arte de la pintura. Personajes como, por ejemplo, la muerte y la doncella; el ca?izal, el fr¨ªo, la charca y el graznido de un pato; la l¨ªnea recta, la superficie y el volumen; la raspadura, la mancha y el goteo; el Hijo de Dios y la Cruz, etc¨¦tera.
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