?Siempre tuve terror a novelar algo que hab¨ªa vivido?
A Sergio Ram¨ªrez, de 56 a?os, que fue vicepresidente de Nicaragua en el r¨¦gimen sandinista y ex jefe del grupo parlamentario del FSLN, le interesa volver al pasado de su pa¨ªs ?como quien entra en una zona oscura con una linterna sorda para ver qu¨¦ pas¨®, y alumbrar en mi recuerdo y en lo que yo he conocido y le¨ªdo qu¨¦ es lo que me ha ocurrido con el poeta Rub¨¦n Dar¨ªo y Anastasio Somoza?, asegura el escritor al referirse a dos de los personajes de su novela. Ram¨ªrez, que no ocupa ning¨²n cargo p¨²blico desde 1994, reivindica el uso ?de la memoria con los recursos de la imaginaci¨®n. Recordar tambi¨¦n es inventar. Si no fuera por eso no me interesar¨ªa mucho la historia p¨²blica. Mi af¨¢n no es reinterpretar la historia de Nicaragua, sino la atm¨®sfera de los personajes que para m¨ª sean novelescos o novelables. Lo que est¨¢ debajo de la historia p¨²blica. Como dec¨ªa Balzac, la historia privada es la historia de las naciones?.
Ram¨ªrez confiesa que ha vuelto al pasado, ?castigo divino?, por cierto miedo al presente. ?Por la posici¨®n pol¨ªtica que yo tuve, por la figuraci¨®n pol¨ªtica m¨¢s bien, siempre tuve terror de meterme con el presente y tratar de novelar algo que hab¨ªa estado viviendo. Siempre he rechazado la utilizaci¨®n de la literatura como arma de propaganda de determinadas ideas. Nunca sali¨® nada bueno de eso, excepto Casablanca, tal vez, que fue una pieza de la propaganda aliada en la Segunda Guerra Mundial?. ?Adem¨¢s, quiz¨¢ no hab¨ªa tomado suficiente distancia de los hechos que me toc¨® vivir. Ahora s¨ª me siento preparado para emprender una novela de lo que llamar¨ªamos el presente, y es lo siguiente que voy a escribir. Es una novela sobre la revoluci¨®n y bajo la revoluci¨®n, que comienza a ser pasado para m¨ª tambi¨¦n?.
Los sue?os revolucionarios
Los sue?os de aquellos j¨®venes revolucionarios sandinistas que quisieron cambiar el mundo revolotean con un regusto de frustraci¨®n en las palabras de Sergio Ram¨ªrez: ?La nostalgia est¨¢ te?ida muchas veces de desencanto. Yo tengo mucha nostalgia de la revoluci¨®n, a veces amargura, a veces alegr¨ªa. Todav¨ªa no podr¨ªa decir qu¨¦ dej¨® la revoluci¨®n en Nicaragua, porque se propuso mucho bienestar, cambiar la condici¨®n de vida de la gente, terminar con la pobreza, y ahora hay m¨¢s pobreza que nunca. Despu¨¦s de que los vac¨ªos de la historia del pa¨ªs fueran llenados por ideas como solidaridad, desprendimiento, entrega, ahora de nuevo estos vac¨ªos est¨¢n siendo llenados por la idea m¨¢s mercantilista del comportamiento individual en la sociedad: el enriquecimiento a toda costa. Ha habido un cambio abrupto y el panorama es sombr¨ªo?. Es muy duro para Sergio Ram¨ªrez ver a un antiguo representante del somocismo, ac¨¦rrimo enemigo de los sandinistas, como Arnoldo Alem¨¢n encumbrado en la presidencia de Nicaragua con los votos de la poblaci¨®n. ?Es ver c¨®mo la piedra rueda otra vez al fondo del embalse?.
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