El 'desmesurado sentido com¨²n' de una juez
Teresa Palacios busca, adem¨¢s de las pruebas del delito, la v¨ªa para resarcir el dinero evaporado en las operaciones.
Hay pocos jueces importantes que adem¨¢s de jurar que s¨®lo hablan a trav¨¦s de sus autos suelan hacerlo de verdad. Una cordobesa, la juez Teresa Palacios, es uno de ellos o ellas. La titular del Juzgado Central de Instrucci¨®n n¨²mero 3 de la Audiencia Nacional suele construir autos y providencias que, en ciertas ocasiones, son tan elocuentes como un gancho directo a la crisma.Precisamente, acaba de expresar a trav¨¦s de uno de sus autos esas verdades como pu?os que pocas veces se han dicho en voz alta en el caso Banesto.
La juez empez¨® por embargar los bienes de la casa de Arturo Roman¨ª en Madrid. Envi¨® a su domicilio una comisi¨®n judicial. Roman¨ª recurri¨® la medida. Seg¨²n explic¨®, ten¨ªa r¨¦gimen de separaci¨®n "absoluta" de bienes con su esposa desde mayo de 1994. La juez sigui¨® adelante. Al menos, dijo, un 50% de los bienes de la casa eran de Roman¨ª.
La segunda movida importante de la juez Palacios tuvo lugar hace pocos d¨ªas. El fiscal Luis L¨®pez Sanz, preocupado por la virtual situaci¨®n de insolvencia de Conde, solicit¨® a la juez el embargo de las acciones de aquellas sociedades que poseen los t¨ªtulos de propiedad de las empresas que finalmente ostentan la propiedad de las fincas La Salceda, en Ciudad Real, y Los Carrizos de Castilblanco, en Sevilla. Se trata de las acciones de Asebur Inversiones, propiedad de la instrumental suiza Kaneko Holding; de Ge.So.Co. Geophysics Ultrasonic (Holanda), y las acciones de Industria Cumaria en manos de las sociedades Asuma (Holanda) y Mobiliaria de Castilla, propiedad de Lourdes Arroyo, esposa de Conde.
La juez dict¨® un auto el 1 de junio pasado en el que ordenaba el embargo, esto es, levantar el velo societario. Esto es, saber qui¨¦n est¨¢ realmente detr¨¢s de las sociedades.
La defensa de Conde recurri¨® el auto. Seg¨²n el letrado Juan S¨¢nchez-Calero, la juez utilizaba en el auto de embargo "conceptos an¨®malos o extravagantes" por hablar de "propiedad formal". Segu¨ªa: "Lo que parece responder al criterio de levantamiento del velo se lleva a cabo con una desmesurada simplicidad".
La juez confirm¨® su decisi¨®n el pasado 3 de julio. El "desmesurado sentido com¨²n" de la juez brot¨® no de sus labios, sino de un auto. "Si de desmesurada simpleza se tacha el auto combatido, m¨¢s simple es la situaci¨®n descrita, toda vez que ante la divergencia entre una apariencia de bienestar econ¨®mico m¨¢s que saludable y la que, sin embargo, aparece documentada en el juzgado, consistente en diversos saldos bancarios que con un importe aproximado de 2.461.329 pesetas, acciones valoradas en 6.620.383 pesetas y una motocicleta marca Honda, modelo NX650, as¨ª como el reembargo de diversos cuadros y acciones que constan embargados en el procedimiento 165/93 [caso Argentia Trust], cantidad que en absoluto se aproxima a los 10.127 millones que se reclama como responsabilidad civil que se le ha atribuido al acusado y que viene obligado a afirmar si no motu proprio, habr¨¢ que suplir su pasividad, todo ello reconducible a la doctrina del levantamiento del velo".
La vida no es tan dura como parece. Roman¨ª pidi¨® el 29 de junio pasado a la Sala de lo Penal, Secci¨®n Primera, permiso para viajar a Estados Unidos entre el 4 y el 11 de julio "por razones profesionales", y a M¨¦xico y Cuba entre el 23 y el 31 de julio "por razones personales". La sala se lo autoriz¨® el mismo d¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.