La Fundaci¨®n La Mirada publica las cartas que Max Jacob escribi¨® a Togores en los a?os veinte
La Fundaci¨®n La Mirada, de Sabadell, acaba de publicar el volumen biling¨¹e, en catal¨¢n y franc¨¦s, Cartes a Togores / Lettres ¨¤ Togores, con introducci¨®n de H¨¦l¨¨ne Henry y edici¨®n a cargo de Josep Casamartina. El libro re¨²ne las 17 cartas que el escritor franc¨¦s Max Jacob escribi¨® en los a?os veinte al pintor Josep de Togores, al que conoci¨® en Par¨ªs en 1920 y al que no dud¨® en apoyar de inmediato. El libro se completa con un ap¨¦ndice que reproduce un texto de Max Jacob dedicado a Togores y un texto autobiogr¨¢fico del mismo Togores, escrito en 1935.
La correspondencia entre Jo-sep de Togores (Cerdanyola, 1893-Barcelona, 1970) y Max Jacob (1876-1944) abarca un periodo de unos 10 a?os, entre 1921 y 1931, seg¨²n explica en el pr¨®logo del libro Josep Casamartina, comisario de la exposici¨®n sobre Togores que se present¨® recientemente en el Centro Nacional de Arte Reina Sof¨ªa y en el Museo de Arte Moderno de Barcelona. Josep de Togores era sordo como consecuencia de una meningitis que sufri¨® de peque?o. Su padre le orient¨® hacia el dibujo y en uno de sus viajes a Par¨ªs, en 1920, conoci¨® a su admirado Max Jacob, poeta defensor de las vanguardias. Jacob le acogi¨® cordialmente, se compadeci¨® de aquel joven atormentado por su sordera y escuch¨® la petici¨®n de Josep de Togores, que s¨®lo quer¨ªa que el poeta se acercara a ver sus obras y le diera su sincera opini¨®n. Al d¨ªa siguiente, Max Jacob se acerc¨® al taller de Togores y qued¨® entusiasmado por sus telas. A partir de aqu¨ª naci¨® una larga relaci¨®n de amistad. Sin cartas de Togores De la correspondencia entre ambos, s¨®lo se conservan las cartas de Max Jacob. Las de Togores se han perdido y es muy posible que fueran destruidas por el propio Jacob durante la II Guerra Mundial, para no complicar la vida a sus amigos. Gracias a la mediaci¨®n de Max Jacob, Togores entr¨® en contacto con el marchante Daniel-Henry Kahnweiler y en febrero de 1922 expuso en la galer¨ªa que ¨¦ste ten¨ªa en Par¨ªs. Fue un triunfo para Togores, ya que los cuadros se vendieron bien y la cr¨ªtica lo elogi¨®. Su nombre empez¨® a ser conocido en Par¨ªs. La correspondencia entre ambos fue fruto de una amistad sincera. "Tus cartas son las me gusta m¨¢s recibir", escribi¨® Jacob en una postal de 1923. Es una l¨¢stima que las cartas de Togores no se conserven, ya que, a juzgar por las respuestas de Jacob, deb¨ªan de ser unos documentos apasionados, llenos de vida. Max Jacob no oculta en sus cartas la admiraci¨®n que siente por Togores. "No enrojezcas si te digo que eres un gran pintor", le escribe en 1923. Otros se a?adieron a los elogios, como Kahnweiler o Ar¨ªstides Maillol, que cultiv¨® una gran amistad con Josep de Togores. El ¨²ltimo testigo de la relaci¨®n entre Togores y Jacob data de 1931, cuando e1 poeta intent¨® que Kahnweiler reconsiderara su decisi¨®n de romper con el pintor. Kahnweiler respondi¨®: "Me ha costado mucho separarme de Togores, al que tanto he apreciado. No me gusta lo que pinta desde hace a?os. He tenido paciencia, esperando un cambio. Pero la serie de telas que ha tra¨ªdo de Italia me han obligado a romper (...) No me gustan en absoluto, y soy incapaz de defenderlas. Incorpor¨¦ a Togores cuando era un desconocido sin un duro, hace ya 11 a?os. Lo dejo, ahora, con dinero y conocido". Camb¨® Josep de Togores volvi¨® a Barcelona en 1932, ya que no eran buenos tiempos para los artistas, ni en Par¨ªs ni en ninguna parte, debido al crash del 29. En Barcelona busc¨®, y obtuvo en parte, el mecenazgo de Francesc Camb¨®. Pronto se convirti¨® en un pintor cotizado y en un retratista de moda entre la burgues¨ªa catalana. Su estilo, sin embargo, se apart¨® de las tendencias vanguardistas y se aproxim¨® a lo que Sebasti¨¤ Gasch llam¨® "realismo visceralmente antiidealista". En 1935, cuando present¨® una exitosa exposici¨®n individual en la Sala Par¨¦s, Togores public¨® el escrito Dels meus records, en el que hablaba de los periodos que pas¨® en Francia y se refer¨ªa a Max Jacob como "el personaje m¨¢s impresionante que he conocido en Par¨ªs". Exiliado parcialmente durante la guerra civil, Togores volvi¨® a Barcelona en 1939 y evolucion¨® hacia un realismo cada vez m¨¢s estricto. Su etapa vanguardista qued¨® aparcada en el pasado. Las cartas que ahora publica la Fundaci¨®n La Mirada permiten, sin embargo, recuperar la relaci¨®n entre Togores y Max Jacob. En la edici¨®n de Cartes a Togores han colaborado el Ayuntamiento de Cerdanyola y Les Amis de Max Jacob. El pasado 18 de agosto, se celebr¨® en el Mus¨¦e des Beaux-Arts de Quimper (localidad natal de Jacob) la presentaci¨®n del libro. Al acto asistieron los autores de la edici¨®n, as¨ª como Andr¨¦ Cariou, conservador del Mus¨¦e des Beaux-Arts; Marthe Himelfarb, traductora de los textos al franc¨¦s, y Miquel Bach en representaci¨®n de la Fundaci¨®n La Mirada. La Mirada fue creada para promover la investigaci¨®n, el estudio y la difusi¨®n de la literatura y las artes pl¨¢sticas, preferentemente en el ¨¢mbito de Sabadell y del Vall¨¨s y en el periodo comprendido entre el final del siglo XIX y la II Guerra Mundial. Ha publicado textos de Francesc Trabal, Armand Obiols y Joaquim Folguera, entre otros. Entre los libros anunciados para el futuro, La Mirada tiene previsto publicar un volumen que reunir¨¢ material gr¨¢fico in¨¦dito con la publicaci¨®n de las cartas de Joan Oliver a Conxita Riera, con un pr¨®logo del escritor Ignasi Riera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.